CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Trabajadores de clínicas de especialidades de la Ciudad de México transferidos al IMSS Bienestar mantienen parcialmente parado el servicio a la población por incumplimientos de pagos desde 2022, cuando pertenecían a la Secretaría de Salud de la capital.

Su traslado al IMSS Bienestar, por decisión del expresidente Andrés Manuel López Obrador cuando la capital era gobernada por la ahora presidenta Claudia Sheinbaum, generó desconcierto y molestia entre el personal médico y administrativo, pues hasta ahora ni la Secretaría de Salud capitalina ni el IMSS Bienestar han satisfecho sus demandas, entre las que se encuentran el pago de prestaciones, la entrega de insumos para trabajar y la certeza sobre su antigüedad laboral.

Este martes la presidenta Claudia Sheinbaum y el director general del IMSS Bienestar, Alejandro Svarch, se comprometieron a que antes de terminar el año se cubrirán todos los adeudos.

“Todo se atiende a partir del IMSS-Bienestar y, por supuesto, cuestiones que quedaron pendientes de la Ciudad, pues también se atienden con IMSS-Bienestar y, en todo caso, se busca a la jefa de gobierno (Clara Brugada)”, afirmó la presidenta durante la conferencia en Palacio Nacional, requerida por Proceso.

La presidenta, antes, cedió la palabra a Svarch Pérez, quien aseguró que “el IMSS-Bienestar sí se está haciendo cargo de esto”. Explicó que cuando los trabajadores se transfirieron al IMSS-Bienestar “se transfirieron con el anexo, con las condiciones laborales que tenían, y eso incluye las prestaciones que tienen los trabajadores”.

Tanto la presidenta como el funcionario federal garantizaron que los derechos laborales no serán tocados pese a lo publicado el 11 de marzo de 2024 en el Diario Oficial de la Federación (DOF), en un segundo convenio modificatorio respecto a la transferencia de personal y bienes.

Deslinde

La publicación indica que el entonces recién creado IMSS Bienestar se deslindaba de cualquier queja laboral o pendiente. De forma expresa, indicó que la Secretaría de Salud de la Ciudad de México debe hacerse cargo, con sus propios recursos, de las contingencias laborales.

En entrevista, los trabajadores subrayan que en ese segundo convenio modificatorio, en el tercer punto de la cuarta cláusula, se asegura que el IMSS Bienestar debe ser deslindado de toda demanda y se pide al gobierno de la Ciudad que responda a las demandas laborales, incluidos temas de contratos colectivos. 

Textual, el convenio establece: “En caso de presentarse cualquier tipo de controversia derivada de la transferencia de personal a que se refiere el presente instrumento, EL GOBIERNO DE LA CIUDAD hará frente con sus propios recursos humanos, materiales y financieros, obligándose irrevocablemente a sacar en paz y a salvo al IMSS-BIENESTAR, liberándolo de cualesquiera obligación y responsabilidad civil, fiscal, laboral, penal, de seguridad social u otra”.

También, que “si por cualquier motivo alguna autoridad administrativa o jurisdiccional llegara a condenar al IMSS-BIENESTAR, EL GOBIERNO DE LA CIUDAD se obliga a resarcir a éste todo aquello establecido en la resolución definitiva”.

En el DOF se ha publicado una serie de convenios modificatorios que más allá de generar certidumbre entre el gremio, los ha dejado en confusión por la falta de detalle y aclaración por parte de la autoridad hacia el gremio. Muchos de ellos tampoco están enterados de estas publicaciones.

Sin embargo, hay un par de incumplimientos de los que hasta el momento el IMSS-Bienestar no se ha hecho cargo o no lo asume como su adeudo, pero tampoco son resueltos por la Secretaría de Salud de la Ciudad de México.

Por ejemplo, no hay certeza sobre el pago de la prestación de uniformes de 2022 que debió pagar la dependencia de salud capitalina, cuando aún era jefa de Gobierno la ahora presidenta Sheinbaum.

Tampoco saben si les pagarán lo correspondiente a los dos primeros meses de 2024 que se debieron incluir en la primera parte del aguinaldo que se dio hace unos días —la segunda parte se da en diciembre— y que les fue descontado.

Dado que la transferencia a la federalización se concretó en marzo de 2024 el IMSS-Bienestar podría alegar que no le corresponde dar el porcentaje de enero y febrero de dicho aguinaldo, en todo caso, le correspondería a la Secretaría de Salud de CDMX, que no ha dado respuesta a los trabajadores.

El resto de la acumulación de adeudos se trabaja en mesas de diálogo entre las representaciones sindicales y el IMSS Bienestar. Por mencionar un caso, la institución admitió la veracidad de estas demandas al informar que en un pago extraordinario el 15 de noviembre cubrió el adeudo de pago de uniformes, pero sólo de 2024.

“Se beneficiará a un total de 141 mil 585 trabajadores, incluyendo 64 mil 273 trabajadores transferidos de las entidades; 71 mil 310 personas contratadas por el IMSS Bienestar, y 6 mil 2 trabajadores de los Hospitales Regionales de Alta Especialidad”, indica una circular interna que envió el IMSS-Bienestar para anunciar a los trabajadores la fecha del pago.

El director Svarch habló este martes de una mesa de Asuntos Laborales con todos los trabajadores que demandan sus pagos. “Este caso que usted menciona son 75 trabajadores aproximadamente, y hay certeza laboral para ellos y se van a hacer todos los pagos antes de que acabe el año”.

Sin embargo, la institución también informó a Proceso que esos 75 de los que habló el director general podrían no ser todos los que están en una situación de incumplimiento de pago, dado que hasta el momento sólo atienden a los que reportan esta irregularidad.

El procedimiento, detalló la autoridad que fue consultada al respecto, es que cada trabajador debe reportar su situación a la dirección de la clínica donde labora, para que, a su vez, se dé parte a la coordinación estatal y ésta lo informe al IMSS-Bienestar. Es decir, si no se denuncia, no existe el problema, dado que carecen de un registro de los adeudos.

Dichas listas del personal transferido de las dependencias estatales a la federación tampoco están actualizadas y cada trabajador que presente una irregularidad en pagos de prestaciones tiene que hacerse “visible” a la autoridad federal.

Atención parcial

La actual problemática se ha visto acentuada en clínicas de especialidades. Por ejemplo, en la alcaldía Cuauhtémoc se han presentado problemas en cinco de las seis y en las que hay asamblea permanente, por lo que la atención a la ciudadanía que necesita el servicio de salud solamente puede ser atendida para vacunación y urgencias. Eso se ha traducido en un atraso en citas y una pausa a los tratamientos que se deben atender.  

Algunos trabajadores del sector Salud se quejan de que fueron transferidos a esta institución que federaliza los servicios sin explicación previa ni consultar si estaban de acuerdo. Además, hasta el momento no han firmado ningún documento que les garantice que sus prestaciones y antigüedad quedarán sin cambios.

Apenas este lunes la sección 18 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, que agrupa las clínicas de especialidades de la Ciudad de México, informó a sus agremiados que “el pasado viernes 22 de noviembre de 2024 las Autoridades del IMSS-Bienestar no cumplieron con los pagos que se habían comprometido de los estímulos: de Asistencia y Permanencia en el Trabajo y del Estímulo de Asistencia Perfecta”.

Dichos estímulos sólo se pagaron a un 20% de los trabajadores, además de que se comenzó con el pago del Estímulo de Antigüedad sólo a algunos y que dejó pendiente a un total de 220 trabajadores.

La autoridad no les ofreció una fecha para el pago de los Estímulos de Productividad en el Trabajo, ni del porcentaje correspondiente por los conceptos de Estímulo de Asistencia Perfecta, Asistencia y Permanencia; tampoco, sobre la parte proporcional del primer estímulo trimestral, correspondiente a los meses de enero y febrero de 2024 del personal transferido.

Compromiso con los pagos

Este martes tanto la presidenta como Alejandro Svarch se comprometieron a que antes de llegar a 2025 estarán listos todos los pagos.

Los trabajadores no transferidos tienen fechas específicas para el cumplimiento. Sin embargo, la sección 18 del sindicato se mantendrá en asamblea permanente, es decir, sin la apertura total de estas clínicas de especialidades.

Sheinbaum Pardo aseguró que existen diferentes tipos de negociaciones: “Hay negociaciones que son con los líderes sindicales y que los trabajadores no lo demandan, y hay otras cosas que sí demandan las y los trabajadores; y lo que pasa es que... O sea, hay que ver cuál es la demanda de los trabajadores y cuál la de los líderes sindicales, hay que separarla, porque se respeta la pertenencia a un sindicato o a otro”.

Las demandas, en efecto, son variadas. Por ejemplo, trabajadores de la clínica 3 de Especialidades, de la alcaldía Cuauhtémoc, además de los adeudos descritos, piden la actualización de la plataforma donde el trabajador puede realizar la descarga de sus talones de pago, pues eso les ha impedido hacer diversos trámites.

Entre otras preocupaciones y demandas que sostienen es que se les respete su antigüedad; la dispersión del presupuesto participativo; recursos adicionales de personal que sale a “terreno” y hasta la actualización de las credenciales del personal.

También consideran pendiente la mejora de las condiciones de infraestructura que se ofrece al paciente, dado que aún hay elementos por renovar; como equipos médicos. También, la entrega de insumos como placas o líquidos necesarios para estudios y de enfermería o para las especialidades, así como de las instalaciones como los sanitarios; también, material administrativo, de papelería, así como la renovación de computadoras, impresoras.

Las manifestaciones de este sector se han dado en distintos momentos. Uno de ellos, que muestra la generalización de la demanda, se dio en julio de 2023, cuando en el Congreso capitalino exigieron transparencia y claridad en los convenios donde se incluye la situación laboral al ser “traspasados” al IMSS Bienestar y que hasta el momento muchos siguen sin conocer.

En tanto se resuelve esta situación, se mantiene en vilo el acceso a la salud a la que tiene derecho la población sin seguridad social y que han tenido que aplazar sus citas y tratamientos, lejos de ser beneficiarios de un sistema de salud que funcionaría hasta los fines de semana y para todos, como se prometió desde el sexenio pasado.