Claudia Sheinbaum
Economía, seguridad, reforma judicial, salud... los desafíos que AMLO hereda a Sheinbaum
En el último día de su gobierno, López Obrador reconoció que "hay mucho atraso todavía" y lo adjudicó a que fue mucho tiempo con el predominio de una política de corrupción, de injusticias, de privilegios, y "en seis años no es posible terminar de limpiar el gobierno".CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En su último día de gobierno, Andrés Manuel López Obrador reconoció que a la doctora Claudia Sheinbaum le hereda muchos pendientes porque aún hay “mucho atraso” y en su gobierno no se logró limpiar de corrupción completamente.
“Sí, cómo no, mucho atraso todavía, es que fue mucho tiempo, el predominio de una política de corrupción, de injusticias, de privilegios, fueron muchos años, décadas, entonces en seis años no es posible terminar de limpiar el gobierno, terminar con la corrupción, hay que continuar”, dijo este lunes.
Crecimiento económico
El primer desafío es el bajo crecimiento económico que dejó su gobierno, apenas estuvo cerca del uno por ciento, el segundo más bajo desde Miguel de la Madrid que fue de 0%, pero debajo de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto que estuvieron cerca del 2 por ciento; el caso de Zedillo fue 3.5 por ciento.
En la última conferencia, el exmandatario federal presentó los resultados de su gobierno en los que habló de aumento del salario mínimo, las cifras de desempleo, sin la especificación del crecimiento de la economía informal, así como las remesas.
En la inversión pública, todo el presupuesto se enfocó en las grandes obras: Tren Maya, Refinería Olmeca -ambas con más del doble del costo que proyectó inicialmente-, así como los aeropuertos del AIFA y el de Tulum.
De acuerdo con el IMCO, “los proyectos de inversión prioritarios para el Ejecutivo Federal en el PPEF 2024 contemplan recursos por una suma de 222 mil 668 millones de pesos, 2.5% del presupuesto total”.
Seguridad
En seguridad, López Obrador deja a la presidenta Claudia Sheinbaum con un acumulado de 193 mil 612 víctimas de homicidios dolosos, a diferencia de los 157 mil 158 de Enrique Peña Nieto; 121 mil 613 de Felipe Calderón; o los 60 mil 162 de Vicente Fox, aunque este último y el exgobernador del Estado de México fueron los únicos que en el último año de gobierno la tendencia fue al alza.
Aunado a esta realidad, se mantiene un Ejército con poder en distintas áreas y tareas de gobierno que antes podían ser desempeñadas por otras dependencias o por la iniciativa privada; sobre todo, los militares se quedan al mando de la seguridad pública, mediante la Guardia Nacional, para llegar a todas las calles del país.
En este sexenio llegó el crimen organizado a Chiapas, un estado que solo presentaba conflictos sociales; ahora, una parte importante del estado está dividida en dos grupos criminales y sus pobladores en el fuego cruzado. El expresidente López Obrador admitió que a ese estado llegaron las actividades que nunca antes se vieron.
Sinaloa, Michoacán, Zacatecas y Guerrero tampoco vieron la luz a los intercambios de balazos y, sobre todo, a la extorsión de la que son víctimas sus productores y, en general, sus pobladores. Esta realidad está directamente vinculada con el encarecimiento de los productos, en especial, de alimentación en el país.
Política exterior
La política exterior es otra herencia que llega a las manos de Sheinbaum Pardo con discrepancias y roces con varios gobiernos.
El más reciente fue la corona española que escaló al reconocimiento público de la molestia por la decisión, asegura López Obrador, de Sheinbaum de no invitar al rey Felipe VI por el desaire que provocó al tabasqueño no responder a su carta en la que pidió a España que ofrezca disculpas a los pueblos originarios por los abusos durante la llegada de los españoles.
Con Perú, que continúan sin reconocer a Dina Boluarte, en el congreso de ese país también se declaró persona non grata al presidente saliente López Obrador, quien acusó a su homóloga de ser una usurpadora porque Pedro Castillo, dijo, ganó en una elección libre y democrática.
Con Ecuador protagonizó otro desencuentro, en abril de 2024, luego del ingreso de fuerzas de seguridad de ese país a la embajada mexicana en Quito, que llevó a la ruptura de relaciones diplomáticas y al inicio de un proceso ante la Corte Internacional de Justicia.
También destaca la tibieza de la postura de López Obrador ante los conflictos de Ucrania-Rusia y Medio Oriente, ante los que insiste en decir que no debe haber intervención en las decisiones soberanas de cada país, aunque en estos casos es un contexto de guerra que ha costado la vida de miles de personas. Precisamente la intervención y tomar partido en conflictos como lo que sucedió en Perú es donde el expresidente entró en conflicto.
Con Estados Unidos ha tenido roces por diversos temas y aunque se podría poner en riesgo, incluso, el cumplimiento del Tratado Comercial, el exmandatario federal ha sido enfático en resolver mediante declaratorias o decretos los conflictos que, exige Estados Unidos, deben dirimirse vía el TLC.
El caso más cercano es el de Calica, en el sureste mexicano y el fracaso de la negociación con Vulcan, ante lo cual el gobierno de López Obrador decidió declarar como Área Natural Protegida la zona donde se extrae material en territorio mexicano para llevarlo a Estados Unidos y utilizarlo en su infraestructura carretera.
Poder Judicial
Otro saldo dejado a la morenista, también motivo de conflicto con Estados Unidos, es la reforma al Poder Judicial. En México se desarrolla en medio de recursos legales para eliminar su promulgación en el Diario Oficial de la Federación, lo que mantiene en incertidumbre al INE, que se debe encargar de la organización de la elección de jueces, ministros y magistrados.
Los encargados de la comisión especial en el INE continúan en vilo porque no quieren caer en desacato ante una decisión del Poder Judicial, mientras que avanza el tiempo para iniciar el procedimiento. Ese poder se ha convertido en una arena a la hora de emitir resoluciones en el pleno, por la división de opiniones de sus ministros, algunos afines al gobierno de López Obrador.
Salud
En materia de salud, México no llegó a ser Dinamarca, no se llegó siquiera a las giras que prometió el expresidente para izar las banderas blancas por la culminación y adhesión de los sistemas de salud estatales al IMSS Bienestar.
Su gobierno llegó con la propuesta del Insabi que arrancó gestiones a inicios de 2020 y desapareció en 2023, con el tardío reconocimiento de su fracaso, apenas en julio de 2024 cuando López Obrador declaró:
“En el caso de la salud, ahí no funcionó lo que teníamos pensado desde el principio, teníamos pensado del IMSS Bienestar porque teníamos la experiencia, yo fui director del Instituto Nacional Indigenista en Tabasco cuando salí de la escuela, joven, en 1977”.
Agregó que “al inicio dijimos vamos a aplicar esto (IMSS Bienestar), hubo muchas resistencias y decidimos crear el Insabi, buscando así resolver, pero los de Insabi, las inercias llevaron a que al final hiciéramos lo mismo, entregarles los fondos a los estados, sí se avanzó”.
En ese punto el expresidente consideró que con el Insabi se generó otro bache del gobierno: la adquisición de medicamentos, un hecho que fue tardío y generó en un lapso importante de tiempo un desabasto de medicamento en lo que lograban la compra en el extranjero, bajo el argumento de que “unos cuantos” tenían el control. Ahora el “negocio jugosísimo” pasó a otras manos.
Así, también llegó el anuncio de la megafarmacia, de la cual nunca se dio un informe final de cuántas recetas logró abastecer y cuál fue su aporte, sobre todo cuando el gobierno del fundador de Morena gastó más de 2 mil millones de pesos que pagó a Liverpool por la bodega, solo para la instalación, según anunció él mismo en enero de 2024.
En medio de estos “entuertos” que atravesó su gobierno, llega Sheinbaum Pardo para enderezarlos, resolverlos y darle continuidad, según ofreció su antecesor, a continuar el mismo proyecto.