PUEBLA, Pue., (apro).- La Colectividad en Defensa de los Maíces Nativos apeló el fallo que el juez Víctor Miguel Bravo Melgoza emitió justo el día Nacional del Maíz, celebrado este viernes,  a favor de las empresas transnacionales, por lo cual la siembra de semillas transgénicas en el país sigue detenida.

En un comunicado, la colectividad, compuesta por científicos, campesino, activistas y abogados, señala que además está la sentencia que emitió la Suprema Corte de Justicia de la Nación en 2021 que ordenó la suspensión de la siembra de maíz transgénico en México, hasta que se resuelva de fondo este juicio que lleva ya 10 años.

“La sentencia del juez, en contra de la colectividad defensora del maíz, niega la protección de la biodiversidad del maíz nativo en México, no obstante, es inaplicable debido a la apelación que hoy mismo interpuso la colectividad y a una sentencia de la Suprema Corte de Justicia Nación", indica la colectividad.

Agrega que, dentro del juicio, la colectividad demostró la presencia ilícita de maíz transgénico en diversas regiones de México, a partir de los dictámenes elaborados por autoridades competentes, lo que pone de manifiesto que, si se libera la siembra, la presencia de los granos genéticamente modificados será incontrolable.

“La agroindustria confesó que los efectos negativos de los transgénicos no se pueden controlar. Entre los daños reconocidos por la industria, se encuentra que el maíz transgénico elimina el huitlacoche y disminuye la biodiversidad, además de que incrementarán los agrotóxicos, como el glifosato, que fue reclasificado como probable cancerígeno por una agencia especializada de la OMS”, refiere.

Agrega que, al emitir su resolución, el juez se limitó a hacer un análisis formalista del juicio, sin estudiar a fondo las pruebas de origen científico aportadas por la Colectividad.

“Omitió considerar la gran relevancia que tiene la acción colectiva del maíz para las generaciones presentes y futuras de la población mexicana, por lo tanto, omitió ponderar el interés social de todas las personas que consumen o producen maíz, protegiendo los intereses particulares de la agroindustria”, señala la agrupación que presentó la demanda desde 2013.

Añade que además el juez no tomó en cuenta el posible daño a la biodiversidad no sólo de México, sino del mundo, luego que México es el centro de origen y de diversificación biológica del maíz nativo.