Omar García Harfuch
“La gente necesita un servidor público confiable”: Harfuch ante simpatizantes de Tláhuac
El exsecretario de Seguridad Ciudadana encabezó su primer acto político masivo rumbo a la candidatura de Morena a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, en medio de un fuerte operativo de policías vestidos de civil.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En la alcaldía Tláhuac, Omar García Harfuch, exsecretario de Seguridad Ciudadana, encabezó su primer acto político masivo rumbo a la candidatura de Morena a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, en medio de un fuerte operativo de policías vestidos de civil, un tropezado discurso de apenas siete minutos, cartulinas con el logo de Batman y una salida entre empujones de quienes le gritaban “¡guapo!” y se aventaban para tomarse una foto con él.
En segundo lugar quedó su discurso leído en el que destacó: “no importa si eres policía o a lo que te dediques, ya que la gente lo que necesita es un servidor público confiable, que resuelva y que tome su trabajo con determinación”.
Las alrededor de dos mil personas congregadas en el “El Circo”, como se llama el salón de la Comisaría Ejidal en Tláhuac, llegaron desde temprana hora para ver el arribo del exjefe de la policía capitalina y levantar las pancartas que les imprimieron o pintaron en cartulinas para mostrarle su apoyo:
“Deja tú lo guapo, es el que se la rifa más por la gente de mi ciudad”, “El mejor para defender la ciudad es Batman Harfuch”, “Yo con Harfuch”, “En Tláhuac es Harfuch” y “Harfuch cuidador de la CDMX”.
Había batucada, banda, vestimenta tradicional, charros y decenas de mujeres que, a su llegada, en medio de su discurso y durante su partida, le gritaron: “¡Es un honor estar con Harfuch hoy!”, “¡guapo!”, “¡Te espero en la casa!”, mientras una voz por ahí dijo: “¡Cálmense ni que fuera Ricky Martín!”.
Recibido por representantes de pueblos originarios de la alcaldía, diputados locales, concejales y habitantes de distintos barrios, García Harfuch dejó el saco y la corbata y se puso un chaleco guinda para ser objeto de un acto de purificación de origen prehispánico, igual que le hicieron a su exjefa, Claudia Sheinbaum, cuando en Xochimilco inició su recorrido por el país en busca de la Coordinación Nacional de la Defensa de la Transformación.
“Servidor público confiable”
En la tropezada lectura de su discurso, Omar García Harfuch destacó su “compromiso absoluto” para trabajar por la ciudad y dar respuesta a las necesidades de sus habitantes.
Según dijo, comparte “la idea de que las sociedades con mayor bienestar son aquellas donde se combate a la pobreza y se lucha para disminuir las brechas de desigualdad. En eso estamos convencidos y en eso vamos a trabajar donde quiera que estemos”.
Luego, ante las críticas por su inexperiencia política, aseguró: “no importa si eres policía o a lo que te dediques, ya que la gente lo que necesita es un servidor público confiable, que resuelva, que tome su trabajo, el que sea, cualquiera que sea el trabajo que nos toque hacer, con una determinación y un compromiso absoluto”.
Y ofreció: “Nosotros siempre, siempre, de manera personal y como equipo, vamos a asumir la responsabilidad de la misma manera que lo hicimos, siempre con un compromiso absoluto, de las cosas que tenemos que hacer”.
Tras destacar que, con él al frente de la SSC, se logró disminuir a la mitad los delitos de alto impacto, en particular con la atomización del Cártel de Tláhuac, uno de los que genera más violencia en el oriente de la capital, añadió:
“Para nosotros es muy importante también entender que la seguridad no es solo con fuerza. Con la doctora Claudia Sheinbaum aprendimos principalmente eso y confirmamos que no solo era por vía de la fuerza y la operación policial que se resuelven las cosas”.
“¡Hasta aquí!”
El discurso de García Harfuch leído, con nerviosismo, duró escasos siete minutos y apenas despertó aplausos, por más que el animador invitaba a la gente a las porras y a no levantarse para salir en la foto que tomaba el dron que sobrevoló y grabó todo el tiempo el acto.
La gente, sobre todo mujeres, incluidas adultas mayores y adolescentes, se abalanzaron hacia el escenario para tratar de llegar al exfuncionario y pedirle una fotografía a su lado.
Ello, y la prensa que buscaba entrevistarlo por la polémica de la aparición de su nombre en el expediente de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ocasionó que hubiera gritos, empujones y jalones que, visiblemente rebasaron a las personas de la alcaldía que colaboraron en labores de seguridad del aspirante que, un 26 de junio sobrevivió a un atentado con armas de alto poder en el Paseo de la Reforma, que él mismo adjudicó al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En total desorden y con alta vulnerabilidad, el exfuncionario caminó con dificultad entre la gente, lo que por momentos le borró la sonrisa del rostro.
A punto de salir a la calle, donde ya lo esperaba una camioneta gris blindada, una voz gritó “¡Hasta aquí, hasta aquí!”. Y solo así, elementos de seguridad formaron una valla humana con la que pudieron frenar a la gente y dejar que el aspirante a gobernar la CDMX se retirara del lugar.