Justicia

Las masacres de San Fernando, 12 años sin verdad... ni justicia

La periodista Marcela Turati habla sobre “San Fernando: Última Parada” (Aguilar), libro que contiene su incansable búsqueda de respuestas durante una década, para destapar verdades sobre las masacres y desapariciones que laceran al país.
sábado, 23 de septiembre de 2023 · 05:00

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– En 2011 un espeluznante descubrimiento sacudió a México: por segundo año una masacre había sido soterrada y, pese a su dimensión, apenas mostraba una parte de la tragedia humanitaria causada por la violencia imparable en el país y que por esos días nos remitía a un lugar: San Fernando, Tamaulipas.

Las fosas de San Fernando desencadenaron una serie de interrogantes: ¿quiénes eran las personas cuyos cuerpos yacían en fosas clandestinas? ¿Qué horrendas historias ocultaban esos terrenos? ¿Cómo pudo una tragedia tan cruel ocurrir en suelo mexicano? Fue entonces cuando la periodista Marcela Turati emprendió una incansable búsqueda de respuestas que la llevó a recorrer múltiples caminos investigativos durante una década para destapar verdades auténticamente escalofriantes.

Ese recorrido, si bien se ha expuesto en numerosos trabajos y emprendimientos periodísticos, acaba de reunirse en San Fernando: Última Parada, libro de Marcela Turati recién publicado bajo el sello Aguilar. La obra fue editada como ganadora del Premio de Periodismo “Javier Valdez Cárdenas” 2021, convocado por la casa editorial Penguin Random House.

En entrevista con Proceso, la autora describe su obra como una narración coral y, auténticamente, es una colección de testimonios que recoge los frutos de años de investigación profunda. La obra presenta una narración cruda y poderosa sobre los eventos que conmocionaron a México en 2011 y las secuelas que continúan afectando a las comunidades y familias de las víctimas.

Turati. Búsqueda de la verdad. Foto: Octavio Gómez

La investigación de Turati fue un esfuerzo colaborativo, por algunos momentos, y otros tantos en solitario, multifacético: trabajó mano a mano con otros periodistas y convocó a alumnos para explorar las dimensiones más ocultas de esta tragedia. Se adentró en los testimonios de sobrevivientes, las historias de las víctimas y angustias de las familias que aún esperan respuestas. 

Además rastreó documentos y cables desclasificados del Departamento de Estado de Estados Unidos, solicitó información vía transparencia, recopiló noticias y siguió el rastro de nombres en Facebook en busca de relatos y detalles que pudieran arrojar luz sobre los oscuros acontecimientos.

Este relato, en el que convergen las voces de sobrevivientes, víctimas, familiares, médicos locales, diputados, sacerdotes, diplomáticos, gobernantes y funcionarios, arroja información sobre una tragedia que sigue atormentando a México, como lo es la desaparición, y sobre la impunidad que se refleja en la crisis forense. 

La muerte en San Fernando

En su obra, Turati nos guía a través de un laberinto de preguntas que surgieron cuando las fosas clandestinas en San Fernando salieron a la luz. ¿Quiénes eran estas personas cuyos restos yacían allí? La respuesta resultó ser un retrato desgarrador de jóvenes, muchos de ellos migrantes centroamericanos en busca de una vida mejor, o jornaleros mexicanos en su camino hacia Estados Unidos.

Sus asesinatos, marcados por la crueldad, arrojaron interrogantes aún más oscuros: ¿Cómo fue posible que esto ocurriera? ¿Por qué las autoridades no habían detenido esta violencia antes? La tragedia de San Fernando se teñía con la sombra de un misterio profundo, y Turati estaba decidida a descubrir la verdad ante el episodio que ocurría apenas un año después del caso similar de los 72 migrantes asesinados en la misma localidad.

Anteriormente la periodista y un nutrido grupo de reporteros habían fundado el sitio web "Más de 72", un recurso crucial para la difusión de información sobre las víctimas y la denuncia de la violencia. Trabajaron con otros periodistas, aquellos a pie de calle, que también buscaban respuestas. 

Pero la investigación no se limitó a las palabras; Turati y sus colaboradores se embarcaron en viajes a lugares clave en Michoacán, Guanajuato, señaladamente en el Bajío, así como en el Estado de México para buscar testimonios y pistas sobre las víctimas. 

La búsqueda de respuestas también incluyó una incursión en el mundo de los documentos oficiales. Con ello la recopilación de noticias y la revisión de documentos revelaron patrones y conexiones que arrojaban luz sobre los eventos en San Fernando.

Hallazgos y consecuencias

A medida que la investigación de Marcela Turati avanzaba y más verdades incómodas salían a la superficie, se encontró con la resistencia de las autoridades y la impunidad que parecía proteger a los responsables de estos crímenes atroces. 

Uno de los momentos más impactantes fue la revelación de que algunos de los cuerpos exhumados de las fosas clandestinas, específicamente el de un joven de Michoacán, habían sido identificados con precisión, pero en lugar de entregárselos a sus familias, fueron enterrados en una fosa común. La investigación al respecto fue publicada en la revista Proceso, lo mismo que la historia de lo ocurrido con los hermanos Gallegos, cuyos cuerpos fueron incinerados por la procuraduría, pese a las pruebas que sugerían una identidad errónea. 

La respuesta de las autoridades a su investigación fue desconcertante: Turati, la abogada de las víctimas y la jefa de investigación del Equipo Argentino de Antropología Forense fueron incluidas en una investigación por secuestro y delincuencia organizada, como si formaran parte de las masacres que estaban exponiendo.

Los equipos de telefonía de las tres fueron intervenidos, además de que se les sometió a un peritaje de geolocalización con el propósito de descubrir con quién habían tenido comunicación y contacto. Todavía en semanas recientes, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) determinó que no fueron objeto de violación de sus derechos. 

En contraste con el caso abierto sobre la periodista, a 12 años de los eventos en San Fernando ninguna persona ha sido sentenciada por estas muertes horrendas. Además, ningún funcionario público ha sido investigado, pese a la evidencia de complicidad o negligencia por parte de las autoridades en los crímenes. 

La falta de condenas, y la impunidad que rodea estos casos es un recordatorio angustiante de los desafíos que enfrenta México en su búsqueda de justicia.

Para Marcela Turati, la presente obra no es simplemente una narración de eventos horribles, es un relato que da voz a sobrevivientes, víctimas, familiares y personas que, de alguna manera, estuvieron involucradas en esta tragedia. 

Migrantes. Acechados por el narco. Foto: Yahir Ceballos

Las declaraciones de los detenidos, las carpetas de investigación y las experiencias de las familias se entrelazan en una narrativa poderosa que arroja luz sobre el sufrimiento inimaginable que se desató en San Fernando. 

Pero, al mismo tiempo, para la autora el libro es también un testimonio de esperanza, que muestra cómo es posible enfrentar la crisis forense y la desaparición de personas de manera efectiva, y cómo se pueden superar los mecanismos de impunidad que han impedido que muchas familias encuentren la paz y la justicia que merecen.

Negativa de AMLO

La persistente crisis forense en México ha sido un problema recurrente a lo largo de los años, independientemente del gobierno en el poder. Turati señala que, desde la declaración de la guerra contra las drogas por parte del presidente Felipe Calderón, cada administración ha enfrentado un nivel significativo de responsabilidad en relación con las desapariciones. 

Sin embargo, sostiene la entrevistada, pese a las promesas y los programas destinados a abordar este problema, no se ha logrado un avance significativo. 

“Las personas se ven obligadas a advertir a los demás sobre dónde no ir, qué carreteras evitar y qué municipios no cruzar debido a la falta de seguridad y a la presencia de criminales que operan en la impunidad. 

“La falta de voluntad y la falta de coordinación entre la Comisión Nacional de Búsqueda y la Fiscalía General de la República (FGR) sólo han exacerbado la crisis actual”, dice.

Lo mismo ocurre con la carencia de una base de datos genéticos para contrastar el ADN de las familias que buscan a sus seres queridos, la ausencia de listas de fosas y cuerpos no identificados, y el funcionamiento defectuoso de las instalaciones forenses son sólo algunos ejemplos de los problemas que persisten.

Respecto del gobierno actual, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, afirma que no ha logrado revertir esta tendencia preocupante. Pese a las promesas de cambio y la retórica que promueve la justicia y la verdad, la falta de acción coordinada y eficaz ha dejado un vacío en la búsqueda de justicia. 

La negativa de AMLO a reunirse con las familias que buscan a sus seres queridos y la falta de medidas concretas para abordar la crisis forense y la desaparición de personas son señales preocupantes de la ausencia de compromiso en esta lucha, sostiene la entrevistada.

AMLO. Rechazo a madres buscadoras. Foto: Germán Canseco

En resumen, el libro de Marcela Turati  “es un testimonio de cómo la sociedad puede unirse para abordar la crisis forense y la desaparición de personas, y un recordatorio de que la verdad y la justicia son imperativos inquebrantables. 

“La historia de San Fernando es una herida abierta en la nación, y este libro es un llamado a recordar, reflexionar y actuar para asegurarse de que tragedias similares nunca vuelvan a ocurrir”.

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