CIUDAD DE MÉXICO (apro).– La maestra Brenda, quien fue golpeada en la escuela Frida Kahlo de Cuautitlán Izcalli, Estado de México, por unos padres de familia que decían que su hijo tenía una lesión que parecía una quemadura en el brazo, confesó que tiene miedo.

Igualmente, rechazó haber agredido al menor: “No, yo jamás, no pude hacerle ese tipo de cosas a un niño. Ni a él ni a nadie más”, aseguró en entrevista en Grupo Imagen.

Durante la plática, Brenda comenzó a llorar cuando contaba lo incomprensible que a ella le resultaba el caso y el porqué los padres llegaron a agredirla y a amenazarla de muerte.

“Para mí ha sido algo muy fuerte, muy difícil. Yo he estado muy mal emocionalmente. Es difícil ver las imágenes, aún no comprendo, ya están pasando los días y sigo sin comprender qué fue lo que pasó”, indicó.

Recordó al menor jugando en una resbaladilla, donde cree ella que probablemente se lastimó. Y esa fue la molestia de los padres, aunque nunca recibió ninguna queja previa del menor o de sus familiares.

“Los niños siempre manifiestan si algo les duele. En ese momento, él no me dijo nada, no me percaté de algo inusual. Yo lo entregué cuando se fue y todo bien”, añadió.

Brenda llevaba cinco meses trabajando en la escuela Frida Kahlo, primero a cargo de la guardería y recientemente en los grupos de preescolar, a donde iba el hijo de la pareja agresora.

Explicó que la directora no pudo darse cuenta de lo sucedido porque estaba en una conferencia vía Zoom y traía los audífonos puestos.