CIUDAD DE MÉXICO (apro).– El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó la versión de que el ataque en Tlajomulco, Jalisco, fue una emboscada con la trampa de usar el tema de las madres buscadoras, pero indicó que aún no se puede determinar como un acto terrorista.

Argumentó que se tiene que ver en estricto sentido el significado de actos terroristas porque están más relacionados con aspectos religiosos o de fanatismo; también alertó que esa determinación podría abrir la puerta a los ultraconservadores extranjeros que buscan denominar así a los narcotraficantes mexicanos.

“Hay que ver en sentido estricto lo que significa el terrorismo, que está más vinculado a lo político, religioso y al fanatismo y no dar entrada, abrir la puerta para los ultraconservadores vecinos nuestros que quieren tener excusas, pretextos para vulnerar la soberanía. Hay que estar pendientes de eso porque hay muchos que buscan sacar raja. Aparte de los zopilotes están los halcones”, advirtió.

Aún no se sabe si la Fiscalía General de la República atraerá el caso y en tanto el caso está en la cancha de la fiscalía estatal, que hace la solicitud a la instancia de la Federación, pero “sea del fuero que sea, común o federal, todo tiene que ver con la seguridad del pueblo”.

El mandatario federal expuso que se trató de “una emboscada, una trampa, algo condenable, porque además utilizan un medio que tiene que ver con una actividad humana como es la búsqueda de familiares”.

Relató que, “de acuerdo a la Información que se tiene, hablaron a ese teléfono supuestamente a nombre de las madres buscadoras y todo indica que no es cierto, que fue una mentira, que no fueron las madres las que llamaron. Usaron el medio, el teléfono”.

La Fiscalía de Jalisco es la encargada de llevar a cabo la investigación aunque el gobierno federal aseguró que siempre ayuda en estos casos.

“Nosotros lamentamos mucho este hecho, es cruel, es una celada, eso no se puede aceptar, permitir, de ninguna manera”, dijo.

El presidente no consideró que las madres buscadoras deban detener su actividad porque el ataque no tiene nada que ver con ellas, sobre todo porque ellas informan que hacen sus búsquedas de noche y llevan un protocolo. “Esto fue otra cosa”. Para que sigan estos colectivos pidió “nada más hacerlo con cuidado” y llamó a “no querer contraponer a nadie”.

El presidente reiteró, que el uso de explosivos es cada vez más constante con los que buscan “actuar con más violencia, eso desde luego produce mucho dolor, pero también mucho repudio de todos, de la sociedad, eso no”; este hecho lo mencionó desde junio, cuando confirmó la muerte de un elemento de la Guardia Nacional en Guanajuato.

Dijo que han confiscado explosivos en Michoacán, Jalisco y Guanajuato.

En el ataque en Tlajomulco, señaló que fueron policías “que estaban cumpliendo con su deber, pero fue una acción premeditada, cruel, una trampa”.

El presidente afirmó que buscan proteger a integrantes de la Policía municipal, pero el objetivo es fortalecer a la Guardia Nacional, porque a diferencia de los locales, no son residentes y no están vulnerables a que ataquen a sus familias.

El caso de Jalisco, insistió, es “un acto reprobable en todo sentido y que se está haciendo la investigación para dar con los responsables. Antes era impunidad, eran los mismos. Antes no se investigaba ni castigaba a los responsables”.