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Fue “como despertar de una pesadilla”, dice hombre que huyó de la Iglesia de la Unificación
Cuando fue reclutado hace décadas, a los 19 años, no pensaba que era una secta ni que le hubieran "lavando el cerebro".CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Steven Hassan, de 69 años, no creyó que le hubieran “lavado el cerebro” o ser parte de una secta religiosa, cuando se unió a los 19 años a la Iglesia de la Unificación.
Ahora la define como peligrosa y que, al lograr salir, ha dedicado su vida a ayudar a la gente a escapar de ella, aseguró a BBC Mundo.
Fue “como despertar de una pesadilla”, contó mediante videollamada al corresponsal de Religión Global de la BBC, Lebo Diseko. Después de tomar conciencia, dijo, “sentía mucha vergüenza”.
Los miembros de la Iglesia de la Unificación eran llamados “Moonies” por sus detractores, en referencia al antiguo líder del grupo, el pastor “Sun Myung Moon, fallecido en 2012.
Ahora esta secta se hace llamar la Federación de Familias para la Paz y la Unificación Mundial, e insiste en que es una religión de buena fe, no una secta, pero no para Hassan, cuya experiencia demostró lo contrario.
¿Cómo lo reclutaron?
Dijo que se le acercó un grupo de mujeres jóvenes en la cafetería de la universidad. Estaba vulnerable porque su novia lo había abandonado “bruscamente” y le gustó la atención. Dijo que les preguntó si eran parte de un grupo religioso, lo negaron, pero resultó ser mentira.
Después, agregó, comenzó el “bombardeo amoroso”, dándole todo el afecto para atraerlo al grupo y manipularlo. Lo invitaron a cenar, le presentaron a sus amigos “de todo el mundo”. Finalmente, asistió a una plática donde le avisaron que se iban de viaje. “Deberías venir, va a ser muy divertido”.
En ese viaje, añadió: “Se me metieron en la cabeza. Era un momento especial de la historia, ante las puertas de una Tercera Guerra Mundial entre Rusia y Estados Unidos, había varias propuestas espirituales dando vueltas”.
Le enseñaron al líder, era el pastor Moon, nacido en Corea del Norte, como “el Mesías más grande que Jesús”, pues los coreanos eran “la raza superior”.
Hassan nació en una familia judía, pero a los tres meses de unirse a la Iglesia de la Unificación “llegó a creer que el Holocausto estaba justificado” y él “estaba totalmente radicalizado”.
Abandonó la Universidad y se convirtió en uno de los líderes del grupo, ayudando a sumar a nuevos seguidores. Dependiendo las vulnerabilidades de las personas, la estrategia y el discurso cambian.
Estuvo en la secta durante dos años y medio, pero después de un accidente de automóvil, mientras estaba en el hospital, llamó a su hermana, le pidió visitarlo, que lo cuidaría, que tenía un sobrino, pero no sabía que su hermana le estaba rescatando.
Organizó una sesión para rescatarlo, le hizo escuchar historias de otras personas con experiencias similares y que se habían liberado. Y así lo logró.
Durante décadas, Hassan se ha dedicado a ayudar a la gente a liberar a sus seres queridos de las sectas. Ahora es consultor titulado y experto en ellas.