Chiapas
Indígenas armados expulsan a narcomenudistas y declaran la guerra al crimen organizado en Chiapas
Los habitantes del pueblo indígena chol sacaron sus armas de cacería, machetes, palos y piedras, y cerraron varias calles. Bloquearon los tres principales accesos a la cabecera municipal y pusieron retenes.TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- Desde hace más de 24 horas, indígenas de la etnia chol en el pueblo de Sabanilla, en la región norte del estado, establecieron un toque de queda entre la población y, armados, expulsaron a narcomenudistas y declararon la guerra a un grupo del crimen organizado que ya operaba en ese municipio.
Luego de que presuntos narcomenudistas atacaran a un policía municipal y ante la indiferencia del alcalde José Darwin González Cabello, cientos de pobladores convocaron a los ciudadanos a movilizarse y tomar las calles.
Los habitantes del pueblo indígena chol sacaron sus armas de cacería, machetes, palos y piedras, y cerraron varias calles. Bloquearon los tres principales accesos a la cabecera municipal y pusieron retenes.
Nadie entra y nadie sale del municipio sin ser identificado.
Previo a eso, con su movilización, los pobladores provocaron que huyeran varios narcomenudistas que se percataron de que podrían ser capturados y linchados.
Hombres armados en camionetas que estaban en el pueblo también huyeron. Se habló de un enfrentamiento y de una persona del grupo delincuencial muerta, cuya fotografía empezó a circular en las redes sociales.
Los indígenas pusieron el toque de queda y no hubo clases en ninguna de las escuelas y niveles: preescolar, primaria, secundaria y preparatoria.
El caos de la cabecera municipal impactó en el resto de las comunidades rurales que suman poco más de 25 mil habitantes, que de igual manera montaron guardia ante la posible entrada de grupos criminales.
Sabanilla es un municipio ubicado en la zona norte del estado de Chiapas, colindante con el estado de Tabasco; tiene de vecinos a los municipios Tila y Tumbalá, donde se encuentra el pueblo indígena tseltal-chol.
Ahora son los ejidatarios los que han tomado el control del pueblo, y las autoridades municipales sólo están de espectadores.