acoso sexual

Alumnas denuncian violencia ante hartazgo y cansancio por falta de acompañamiento: especialista

Alejandra Buggs Lomelí subraya que el punto ausente en las escuelas, particularmente en la de educación media superior y superior, es “la prevención de la violencia de género; porque se atiende, más no se previene”.
viernes, 7 de abril de 2023 · 21:17

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Las recientes manifestaciones de mujeres estudiantes contra la violencia de género en sus escuelas, tanto de bachillerato como de universidad, responden al “nivel de hartazgo y cansancio” por la falta de acompañamiento con respeto y dignidad en su demanda de igualdad de trato y justicia, asegura Alejandra Buggs Lomelí, fundadora y directora del Centro de Salud Mental y Género.

En entrevista con Proceso, a propósito del reportaje “Mujeres en rebeldía contra las agresiones sexuales en las escuelas”, publicado en la edición 2422 que circula esta semana y que habla del paro en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) que hoy cumple un mes, la especialista explica algunas razones por las que las estudiantes protestan como lo hacen.

De entrada, aclara que la violencia de género en las escuelas no es nueva, sino que, desafortunadamente, siempre la ha habido. La diferencia, dice, es que ahora las denuncias de las estudiantes son mayores “por el nivel de hartazgo y cansancio ante el hecho de que la sociedad, las autoridades escolares y los gobiernos hacen muy poco para acompañarlas desde un lugar de respeto y dignidad a su necesidad de igualdad en el trato”.

Psicóloga clínica por la Universidad de las Américas y maestra en Psicoterapia Gestalt, añade que la necesidad de protestar, lleva a las estudiantes a “establecer un poder que se conjuga al estar en unidad y sentir que no están solas ni asiladas, que no son impotentes y eso las hace sentir empoderadas… Tienen todo un respaldo desde la visión feminista, manejan la sororidad, el acompañamiento y la hermandad entre las mujeres”.

Así explica estas manifestaciones en las preparatorias y universidades, donde las alumnas ven, cada vez menos, la violencia como algo natural. “Eso permite que las situaciones de acoso y hostigamiento de profesores o compañeros de las escuelas tengan que ser más visibilizadas y que la exigencia de justicia sea más fuerte”.

Destaca que en ese despertar también hay más sensibilización de los alumnos porque son hermanos, padres o familiares de mujeres violentadas, desaparecidas o víctimas de feminicidio. Por eso, dice, hay muchos que acompañan sus causas. 

Comentarista de radio y televisión y conferencias en temas feministas, Buggs Lomelí subraya que el punto ausente en las escuelas, particularmente en la de educación media superior y superior, es “la prevención de la violencia de género; porque se atiende, más no se previene”.

Y es clara: “Hacen falta más protocolos para atender a las víctimas, que tengan acceso a una instancia para denunciar las diferentes situaciones de violencia”.

Reconoce que en la mayoría de los planteles hay medidas para atender al momento que ocurre una agresión, “pero son reactivas”; entonces, faltan estrategias con perspectiva de género para prevenir de manera integral la violencia de género. 

De no hacerlo, advierte la especialista, “las manifestaciones cada vez van a tomar un tinte más contundente”.

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