Comité Olímpico Mexicano

Golpes, amenazas, acoso... violencia de género en el COM

Una pentatleta mexicana de 21 años, integrante de la selección nacional, denuncia que fue agredida física, emocional y mentalmente por el entrenador Jhonnatan Ortega Morales, de 28 años, con quien practicaba esgrima en las instalaciones del Comité Olímpico Mexicano.
viernes, 3 de marzo de 2023 · 18:40

En 2022 la Fiscalía de la Ciudad de México recibió una denuncia contra el entrenador de esgrima Jhonnatan Ortega. La sobreviviente, integrante de la selección nacional de pentatlón, detalló el acoso, amenazas y golpes que ha padecido desde que Ortega la obligó a iniciar con él una relación. El presidente de la federación de pentatlón, Juan Manzo, conoce el caso y asegura que apoya a la deportista, pero aclara que no pueden expulsar al agresor de las instalaciones del Comité Olímpico Mexicano porque no hay una sentencia, pero, además, porque quien le paga es la Conade. “Decidí denunciar porque sí pasó por mi mente quitarme la vida”, reconoce la pentatleta.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Una pentatleta mexicana de 21 años, integrante de la selección nacional, denuncia que fue agredida física, emocional y mentalmente por el entrenador Jhonnatan Ortega Morales, de 28 años, con quien practicaba esgrima en las instalaciones del Comité Olímpico Mexicano (COM).

Las agresiones físicas ocurrieron fuera del COM, pero fue en dicha instalación deportiva, mientras tenían una relación de profesor-alumna, donde comenzó el acoso emocional y mental.

Según explica la pentatleta, el entrenador la manipuló y presionó para obligarla a sostener una relación de pareja, que con el tiempo se tornó tan violenta al grado que la orilló a dejar de entrenar.

Por estos hechos presentó una denuncia que fue atendida por la Fiscalía de Investigación del Delito de Violencia Familiar de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, y quedó asentada en la carpeta de investigación CI-FICVF/75/UI-7 S/D01247/03-2022 por el delito de “violencia familiar equiparada-relación de pareja sin vivir en el mismo domicilio” y de la cual este semanario posee una copia.

“Decidí denunciar porque en algún momento me sentí muy mal, sentí que mi vida se había acabado; me sentí tan mal que sí pasó por mi mente quitarme la vida”, explica la pentatleta en entrevista con Proceso.

La deportista llegó a entrenar al equipo de esgrima de Jhonnatan Ortega en octubre de 2020, por invitación de la pentatleta olímpica Tamara Vega, quien la convenció de las grandes cualidades de Ortega. Después de seis meses de trabajar en las pistas de esgrima del COM, el entrenador comenzó a entrometerse en la vida personal de su alumna. Le llenaba la cabeza con la idea de que su entonces novio (de nombre Daniel) no la valoraba. Le decía que ella merecía estar con una mejor persona, como él, que siempre la acompaña en sus competencias y entrenamientos y la apreciaba de verdad.

Ortega Morales fue muy insistente con su alumna. La invitaba a salir, buscaba cualquier pretexto para contactarla vía mensajes de texto en los que le explicaba que la insistencia era porque ella le interesaba más que cualquiera otro de los integrantes de la selección y que tenía un legítimo interés sentimental.

Tantas veces la hostigó y le repitió hasta el hartazgo que aceptara ser su novia que, finalmente, en septiembre de 2021 la joven terminó su relación para ser pareja de su entrenador. Para ese momento ella estaba convencida de que él tenía razón en todo.

“Sentía que se lo debía, y yo sabía que decirle que no (quería andar con él) era también decirle que no a mis sueños por el nivel en el que ya estaba. Yo quería, como muchos deportistas, el sueño olímpico y pues él me había metido tanto en la cabeza que por él yo estaba dando buenos resultados, que por él yo estaba en la selección juvenil, que por él yo había clasificado algunas competencias; entonces me repetía que sin él yo no era nada deportivamente y tampoco como mujer”, narra la deportista.

Con el paso de los días Jhonnatan Ortega comenzó a maltratarla. Empezó con ataques de celos y se hizo llamar a sí mismo “el dictador”. Como ya no soportaba la violencia, celos y manipulaciones, la deportista buscó la manera de terminar la relación con el entrenador siete años mayor que ella, pero no sabía cómo hacerlo porque él le dijo que, si lo hacía, acabaría con su carrera deportiva y no le permitiría entrenar en el COM.

Pese a las amenazas, el 24 de enero de 2022 la pentatleta acudió al domicilio de su entrenador para terminar la relación. Ella le pidió que la dejara entrenar sin ningún resentimiento o agresión, pese a que ya no serían novios.

“Él me dijo que eso ya no se iba a poder, que yo estaba fuera del equipo y que tenía una hora para salirme del chat (de WhatsApp), que si no, todos se iban a enterar de lo ‘puta’ que soy y del daño emocional y sentimental que yo le había hecho y que se iba a encargar de destruir mi carrera deportiva.”

Luego, la joven se dirigió al cuarto del entrenador para recoger sus cosas personales. Esto enfureció a Ortega y comenzó a forcejear con su alumna, le arrancó la chamarra y también la playera.

“Logré subir las escaleras y no sé en qué momento se descontroló más, él me agarró del cabello con sus dos manos y me arrastró por las escaleras, yo en ese momento lo desconocí porque él era una persona que todo el tiempo decía que yo era su prioridad, que me amaba y que quería estar conmigo.”

Después de la agresión, la pentatleta se volvió a presentar en las instalaciones del COM con el temor de encontrarse con su exnovio. Jhonnatan Ortega hacía lo imposible por llamar su atención y hacerle saber que estaba arrepentido de todo lo sucedido, que podía volver a entrenar con él porque la amaba tanto que estaba dispuesto a sufrir con tal de verla en lo más alto del pódium.

La pentatleta relata que eran tantas sus ganas de regresar a los entrenamientos que normalizó la violencia y se obligó a pensar que todo era su culpa, que ella lo había provocado, que él siempre la apoyaba en los entrenamientos y competencias, que como sí la amaba quizá entendería que no podían volver a ser novios y mantendrían una relación de entrenador–deportista.

La denunciante. Historia de terror. Foto: Eduardo Miranda

Extorsión y golpes

La denunciante volvió a ir al domicilio del entrenador el 8 de febrero de 2022, con la esperanza de arreglar el conflicto. Jhonnatan Ortega se negó a hablar con el argumento de que “el amor que sentía por ella era descomunal” y la única manera en que volvería a entrenarla sería si eran novios.

“Él se comienza a molestar y me empieza a reprochar que yo no lo quería de la misma manera que él me quería, que si no me daba cuenta de todo lo que él hacía por mí, lo lejos que podíamos llegar, que si no me daba cuenta del talento que tenía y de la forma en que él estaba encaminando mi talento”.

El entrenador le arrebató el celular a la deportista y lo revisó para ver quién le había mandado un mensaje en ese momento. Era un amigo con quien comparte una cuenta en una plataforma de streaming para ver películas. Le dijo que nadie le “vería la cara de estúpido”, que si ella no quería estar con él, se iba a encargar de terminar su carrera deportiva e, incluso, les diría a las otras esgrimistas seleccionadas nacionales cuáles son sus debilidades en el combate para que no volviera a ganar, porque “sin mí no eres nadie”.

“En lo que él me revisaba el celular se ponía cada vez más agresivo, al punto que me ahorcaba si no le contestaba lo que me decía, me cacheteó, me pegó con el puño en el estómago. Fueron cinco las veces que me ahorcó y dejaba de hacerlo cuando sentía que yo iba a perder el conocimiento”.

A continuación se reproduce un extracto de lo que obra en la declaración que rindió ante la Fiscalía de la Ciudad de México: “Eres una puta y me voy a encargar de que pagues todo el daño que me has causado, voy a terminar con tu carrera deportiva. Al mismo tiempo me pegó con el puño derecho y me preguntó con quién estaba saliendo. Al no obtener respuesta de mi parte, me cacheteó dos veces y me dio dos patadas en mi pierna derecha…

“Comencé a gritar pidiendo ayuda, por lo que entró a la recámara la señora (se omite el nombre), quien es la madre, y ella tranquilizó a su hijo. Me dijo que no me fuera porque ya era tarde y al día siguiente ella me entregó mi teléfono. Antes de irme le dije a Jhonnatan que no deseaba tener ningún tipo de relación ni sentimental ni deportiva con él”.

En la narración que hizo a Proceso, la pentatleta añade: “Le rogué a Jhonnatan, le rogué que me dejara seguir con mi vida porque las amenazas habían sido tantas y yo ya no sabía de lo que era capaz. Incluso le dije: ‘Si quieres, dejo de competir, dejo de entrenar, pero por favor déjame seguir con mi vida’. Incluso si eso significaba dejar algo que yo amaba, pero había visto mi vida pasar, no sabía en qué momento la violencia iba subir de nivel a tal grado que incluso esta historia ya no la pudiera contar”.

La deportista intentó continuar con su vida, pero su rutina se vio interrumpida porque Jhonnatan Ortega la seguía, le mandaba fotos de su coche estacionado en diferentes lugares, pues él sabe dónde vive, estudia y los lugares que frecuenta. El 10 de febrero de 2022 Ortega la interceptó en la calle Tonalá de la colonia Roma, cuando ella salía de la casa de su exnovio y ahora amigo Daniel. Otra vez la jaloneó, la llamó puta, la empujó, la pateó y amenazó con atacarla hasta desfigurarle la cara. La despojó de su celular y lo aventó a un techo. La obligó a sacar su computadora portátil de la mochila, se la rompió y la tiró por una alcantarilla.

Estos hechos quedaron grabados en una cámara de vigilancia que está instalada en la calle mencionada. El escándalo llamó la atención de los vecinos quienes presenciaron los actos violentos y llamaron a la policía. La pentatleta cuenta que no pudo pedirles ayuda, pues explica que Ortega la amenazó antes de que se acercaran. “Me dijo: ‘Diles que te estoy agrediendo y voy a hundir a tu exnovio, vamos a ver a quién le va peor’”.

La relación sentimental que tuvo Jhonnatan Ortega con la pentatleta en mención no es la primera que tiene con una seleccionada nacional. Ortega también agredió físicamente a dos deportistas más, una de 23 años y otra de 29. La denunciante lo sabe porque el propio entrenador se lo contó para amedrentarla. Le dijo que a sus “exnovias” (y alumnas) las tiene controladas y que siempre harían lo que él les dijera. “Así funcionan las cosas”, la intimidó.

Manzo. El entrenador es "de la Conade". Foto: Miguel Dimayuga Meneses

Amenaza y expulsión

El sábado 11 Tamara Vega le mandó un mensaje a la denunciante, claramente después de haber hablado con Ortega: “Varios del equipo hemos hablado y estamos en el acuerdo que lo mejor es que ya no formes parte del equipo por nuestra seguridad y por el bien del team. Lo último que queremos es que a nuestro entrenador le den un disparo o lo amanecen de muerte por ti.

“En lo personal, si a Jhonnatan le pasa algo en estos días, vamos a culparte a ti y a Daniel y procederemos a acciones legales por posesión ilícita de armas de fuego. Mañana hablaré con los entrenadores y les diré porque (sic) ya no puedes entrenar con nosotros”.

El ambiente en la selección nacional de los pentatletas que entrenan esgrima con Ortega empeoró tanto para la denunciante que terminó por marcharse y renunciar al deporte.

El 16 de marzo último se presentó en la fiscalía para denunciar. El abogado que ahora le está llevando el caso, Luis Fernando Jiménez, adelanta que solicitará que se retipifique el delito, toda vez que este no es un caso de violencia familiar, sino de violencia de género en el que hay un claro abuso de poder por parte de Jhonnatan Ortega, que no sólo es siete años mayor que la deportista y es su figura de autoridad, pues ejerce un poder sobre ella. 

Jiménez también aclara que Tamara Vega se expresó en esos términos –y parte de ese relato también está asentado en la carpeta de investigación– porque Ortega, al ver que la pentatleta salió de la casa de Daniel, tocó la puerta y se hicieron de palabras, y una persona que estaba en la casa gritó: “Ya saca la pistola para que se vaya”. El abogado aclara que no existe tal arma y fue un comentario para asustar al entrenador.

Para agosto de 2022, seis meses de que fue golpeada y violentada por última vez, la pentatleta regresó a los entrenamientos. Informó de los hechos al presidente de la Federación Mexicana de Pentatlón Moderno, Juan Manzo, quien le ofreció apoyo en su proceso legal. A la fecha, Jhonnatan Ortega continúa como instructor de esgrima en las instalaciones del COM, lo que mantiene en constante presión y miedo a la pentatleta.

Juan Manzo dice a Proceso que la deportista cuenta “con el apoyo total” de la Federación y que no permitirá ningún tipo de abuso en el representativo nacional. Aclaró que actualmente todos los entrenadores están enterados del tema y que protegen a la deportista durante los entrenamientos. Sin embargo, no pueden expulsarlo porque aún no existe una sentencia.

“No podemos tomar ninguna determinación hasta no tener una resolución; sabemos que se ha iniciado un proceso legal, pero lo he consultado con autoridades deportivas y me dicen lo mismo: ‘Debemos tomar cartas en este asunto, pero hasta que no haya una resolución definitiva hay que aguantar’”, explica.

Asimismo confirmó que no existe un protocolo de prevención de violencia de género en la Federación de Pentatlón Moderno, pero que con base en el estatuto siempre han sido firmes “en la ética deportiva”, por ello cuando hay acciones indebidas los entrenadores son destituidos.

Endose a la Conade

En el caso de Jhonnatan Ortega, Juan Manzo precisa que no forma parte del equipo de entrenadores afiliados a la federación que encabeza, sino que es un empleado de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y por ello no tiene el poder para despedirlo.

“Tamara Vega lo tiene contratado por fuera, aquí no aparece con los permisos de la federación. Fue una imposición de la Conade, quitaron a un entrenador nacional de esgrima que teníamos (Omar Carrillo) y lo metieron a él. Es el dinero de la Conade, saben lo que hacen, pero esa plaza ya no es de nosotros y nos deja limitados”, añade Manzo.

Ante el cuestionamiento de cuándo existirá un protocolo que ayude a los afiliados de su organización para prevenir cualquier tipo de violencia, Manzo adelantó que, en conjunto con María José Alcalá, presidenta del COM, está programando un congreso para marzo donde se tocarán el tema de la violencia en el deporte, incluida la de género.

Proceso contactó a Jhonnatan Ortega, quien primero accedió a otorgar una entrevista que, posteriormente, rechazó, pues afirmó que él no tiene conocimiento de alguna denuncia en su contra. Negó haber tenido una relación con la denunciante, de quien sólo pudo decir que fue su alumna, que la llevó a los Juegos Panamericanos de Cali 2021 donde la ayudó a ganar medalla de plata, que la apoyó “demasiado” y le consiguió una beca. Afirmó que después de la publicación de este reportaje tomará “cartas en el asunto”.

La denunciante pide que su carrera no se vea cortada por levantar la voz para señalar a su agresor y que Ortega sea dado de baja como entrenador. Por el momento sigue a la espera de que la fiscalía le practique el examen psicológico, prueba pericial que, a casi un año de la denuncia, no se ha realizado.

Este semanario pudo saber que en la selección nacional de pentatlón moderno existen diversos conflictos por la defensa a ultranza que Tamara Vega realiza del entrenador Ortega y porque ella misma tiene comportamientos violentos con sus compañeros.

Incluso, la Federación Internacional de Pentatlón la suspendió durante dos años porque en el Campeonato Mundial de El Cairo 2022, en la ceremonia de premiación, se acercó de forma agresiva a su compañera Mariana Arceo, a quien después empujó violentamente delante de todos los presentes. Manzo y la propia María José Alcalá abogaron por Vega para que el castigo se redujera a dos meses, pues Vega es una de las mejores exponentes de México en este deporte.

Tamara Vega fue contactada por este semanario y se dijo sorprendida por la denuncia contra su entrenador Jhonnatan Ortega, pues afirma que lo conoce desde hace tres años y que nunca le ha faltado al respeto a ella ni a nadie de su equipo, y que “podría jurar que él es una persona que los apoya y los ayuda”.

Vega aclara que ella no invitó a su excompañera a entrenar con Ortega. Afirma que es una persona que “coqueteaba con Jhonnatan y con todos” y que desde que se incorporó a los entrenamientos se mostró como una persona “con problemas emocionales”, con un historial de problemas familiares y de violencia con todos sus exnovios: “siempre decía que la golpeaban y violaban”.

La pentatleta olímpica explica que el rechazo contra la denunciante es porque puso en riesgo la vida de su entrenador y la seguridad de todo el equipo, además que considera que con su denuncia “busca afectar o dañarnos, o no sé porque tiene todo ese odio y ese resentimiento”. En la entrevista, Vega ofreció ayuda psicológica a la denunciante mediante una fundación que tiene.

“Los hombres no son el enemigo, pienso que también un hombre tiene el beneficio de la duda y por las actitudes que yo vi en ella me preocupé. Si realmente es culpable, que pague, pero que se sepa lo que pasó”, dijo Vega, quien se asumió promotora del movimiento feminista y pide que no se le involucre en un tema que no le corresponde. 

Reportaje publicado en el número 2417 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 26 de febrero de 2023. 

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