PACHUCA, Hgo. (apro).- Un enfrentamiento armado dejó cinco muertos en la comunidad de Santa Ana Ahuehuepan, en Tula, Hidalgo.

Con base en información obtenida de mandos de seguridad en la región, el poblado es disputado por un grupo local que drena los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) para extraer combustible, y una célula ligada al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que pretende desterrarlo.

La Secretaría de Seguridad Pública del estado (SSPH) confirmó que “de acuerdo con las primeras líneas de investigación se trató de un enfrentamiento entre bandas dedicadas al robo de hidrocarburo”, sin abundar al respecto.

Esta localidad de tres mil habitantes, situada en la rivera derecha del río Tula, se conecta al sur con Tepetitlán y al norte con Tezontepec de Aldama, dos municipios ubicados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) como parte de un polígono en pugna por cárteles (CJNG, Los Germanos y La Familia Michoacana) y agrupaciones locales a las que no da ese denominativo, pero alerta por su capacidad de fuego.

Estas últimas, refiere, se han fortalecido por la adquisición de armamento con recursos de la extracción ilícita de combustibles. Asimismo, remarca en informes consultados, estas organizaciones tienen arraigo debido a la base social que han generado por el involucramiento de la población con estas actividades, más vacíos de los poderes legales.  

El control territorial de esta comunidad data de más de ocho años. Informes internos de Pemex y de la Sedena citan en las primeras radiografías que de manera separada elaboraron sobre el mercado ilícito de combustibles en Hidalgo, entre 2016 y 2018, a El Parka o La Parka como el primer mando importante en Santa Ana Ahuehuepan, enfrentado con otro grupo asentado en la región: Los Talachas.

El Parka, Julio César Zúñiga Cruz para inteligencia del estado y/o Héctor Baltazar Osorio Delgado para la Policía Federal, fue asesinado en Mixquiahuala –otro municipio aledaño– la madrugada del 20 de enero de 2019, dos días después de la explosión de la toma clandestina en los límites entre Tlahuelilpan y Tlaxcoapan que dejó 137 muertos.

El líder de los Talachas, Jorge Hernández Martínez, fue asesinado en mayo siguiente. Dos de sus hijos también fueron ultimados, cada uno en eventos distintos.

A partir de entonces, la banda dominante en ese territorio fue la de Los Pelones o Los Bárcenas que, con base en los referidos informes, están ligados a familias políticas de la región y, como también con las que rivalizan, cuentan con protección de corporaciones de seguridad.

No obstante, la escisión de grupos, el intento de reposicionamiento de otros en los municipios circunvecinos, así como el internamiento de una célula del CJNG intensificó la lucha por este territorio. Lo anterior, a decir de los mandos consultados que pidieron la reserva de su identidad.

La SSPH indicó en un comunicado que conoció del asesinato múltiple por una alerta recibida a su Central de Radio por detonaciones de arma de fuego. Al trasladarse al sitio, al que también acudieron elementos municipales, localizaron los cinco cuerpos, todos masculinos.

Añadió que continúan las “acciones operativas” y que se han iniciado las carpetas de investigación por lo que resulte de estas muertes.

Desde 2018 Hidalgo es el estado con más tomas clandestinas en el país. Regiones como el Valle del Mezquital –al centro de la entidad, donde se encuentra Tula, sede de la refinería– y el Valle de Tulancingo –en los límites con la Sierra Norte de Puebla– son parte de peleas territoriales por organizaciones que sustraen hidrocarburos de ductos y controlan su comercio ilegal.