#8M

Crónica de dos conmemoraciones: el 8M dentro y fuera de Palacio Nacional

Mientras funcionarias agradecieron al presidente por dar la oportunidad a mujeres de ocupar altos cargos, afuera las manifestantes recordaron que los derechos los han ganado ellas y no se lo deben a ningún hombre.
miércoles, 8 de marzo de 2023 · 23:57

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con la presencia de mujeres representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo, no del Judicial aunque sí de los dos presidenciables hombres, el presidente Andrés Manuel López Obrador conmemoró el Día Internacional de la Mujer en el patio central de Palacio Nacional.

Una hora más tarde afuera, en las calles del centro de la Ciudad de México comenzaron a llegar grandes contingentes de mujeres que salían del Ángel de la Independencia, la glorieta de las mujeres que luchan, el Monumento a la Revolución, entre otros lugares y llenaron la plancha del Zócalo. Durante seis horas llegaron miles de mujeres con consignas contra la violencia que persiste en el país.

En el acto oficial, el presidente llegó más de media hora tarde, entró antecedido por la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro y seguido por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, mientras que a un lado del presidium esperaba el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, acompañada también por gobernadoras como Layda Sansores, de Campeche; Evelyn Salgado, de Guerrero; Mara Lezama, de Quintana Roo; y Marina del Pilar, de Baja California.

Las mujeres, en su mayoría legisladoras buscaban un lugar donde no pegara el sol, tras casi una hora de estar a la espera, y mientras se agruparon para sacarse fotos. A la llegada del presidente, el acto con motivo de las luchas de las mujeres retomó fuerza alrededor del tabasqueño: “Presidente, presidente” y “es un honor estar con Obrador” gritaron mientras hacía el saludo a la bandera y tomaba su lugar.

El discurso estuvo en voz de mujeres que representaron a las diputadas, senadoras, gobernadoras y secretarias de Estado. La secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, fue la primera en tomar la palabra.

Expresó: “Acompañadas de muchos hombres mexicanos que consideran la igualdad como un derecho, llegamos a este periodo, tiempos de transformación, en los cuales existe una voluntad política del señor presidente Andrés Manuel López Obrador y donde las mujeres ocupamos un lugar primordial, donde se escucha nuestra voz, ya no somos invisibles".

Destacó también la participación de la mandataria de Baja California, Marina del Pilar Ávila, que recordó a la historiadora Beatriz Gutiérrez Müller, quien no acudió al evento en Palacio Nacional: “Madre amorosa y ejemplar que con su impulso a la lectura cultiva los sueños de libertad de millones de niñas y niños de nuestro país”, dijo. Después habló de Sor Juana, Ifigenia Martínez y Rosario Ibarra de Piedra, entre más mujeres.

La mandataria estatal consideró que “el modelo neoliberal fracasó (…) a la hora de proteger lo más básico, la vida y la integridad de las mujeres, declarando una absurda guerra, en la que quienes tenían la obligación de protegernos, estaban en la nómina de la delincuencia. Cuando llega la guerra y el miedo se apoderó de las familias, las que más sufrimos fuimos las mujeres y hoy les decimos fuerte y claro: nunca más criminales al frente de la seguridad pública, nunca más; nunca más nuestras vidas y nuestros cuerpos como moneda de cambio en una guerra absurda”.

Habló también de la necesidad de fortalecer al Poder Judicial, una instancia a la que también por primera vez llegó una mujer, la ministra Norma Piña, a la que ni la gobernadora ni ninguna otra participante nombró.

Las funcionarias agradecieron al presidente por dar la oportunidad a mujeres de ocupar altos cargos, mientras que afuera las manifestantes recordaron que los derechos los han ganado las mujeres y no se lo deben a ningún hombre.

“Pensar que si ahora hay más posibilidades para nosotras es porque un hombre lo permitió es seguir dentro del sistema patriarcal que ellos nos quieren imponer, ahora hasta les tenemos que dar las gracias por dejarnos ocupar cargos. No, no se lo debemos a ellos”, afirmó Mariana Aguilar.

Martina, quien llegó desde Guerrero para acompañar a su hija a la marcha en la capital del país, expresó: “Mi admiración para las mujeres que se movilizan gracias a quienes lucharon estamos disfrutando derechos y aun faltan muchos por conquistar. Admiro también a quienes trabajan en todos los ámbitos. Espero que la gente que no acompaña estas marchas, se concientice y en el futuro se una a la lucha social de las mujeres”.

Al centro de la plancha del zócalo capitalino mujeres, en su mayoría jóvenes, se agruparon para expresar sus experiencias de acoso, violación y todo tipo de agresiones sexuales y que han padecido dentro de sus casas y escuelas donde, acusan, las autoridades educativas han ignorado este tipo de denuncias y les piden no comentarlo con sus familiares.

Entre las jóvenes compartieron el megáfono para quien quisiera contar su historia de violencia, en las que la mayoría de los agresores son familiares, personas cercanas, maestros o compañeros de clase y los hechos les sucedieron, en su mayoría, cuando eran niñas.

Una de ellas comentó que hace 10 años llegó a casa de su hermana y la encontró con un disparo en la cabeza, el agresor fue su esposo quien recibió 47 años de cárcel, “pero vengo para decir que esta lucha sigue y que debemos impedir que esto siga pasando”.

Otra de las denunciantes expuso que sufrió una violación multitudinaria por parte de sus compañeros de la escuela, en la que, además, le introdujeron otro tipo de objetos, lo cual contó en medio de la llegada de grandes contingentes de mujeres que al llegar lanzaban consignas contra la impunidad y violencia entre la catedral metropolitana y Palacio Nacional amurallados.

Unas horas antes, en el patio central de la sede presidencial, el Ejecutivo Federal, López Obrador, afirmó: “Yo pienso que en esa consigna de que la Cuarta Transformación debe ser feminista o no será, yo creo que eso ya se quedó atrás, ¿eh?, porque ya la Cuarta Transformación es feminista, qué más, ya eso se logró”.

Después se refirió a la oposición y a personajes masculinos de la historia, al finalizar el discurso el mandatario federal planteó: “Tenemos ahora que consolidar nuestra independencia y hacer valer nuestra soberanía. De modo que ya alcanzamos el que sea una realidad el feminismo, ahora tenemos esas otras tareas por delante”.

El presidente felicitó a las mujeres en el día en que ellas tomaron las calles para exigir que termine la violencia en su contra y, en especial, para que ya no se registren más feminicidios y no prevalezca la impunidad, bajo la frase de “ni una más”.

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