Chihuahua
Aparente muerte de “El Chueco” no es un triunfo de la justicia ni soluciona violencia: Jesuitas
De confirmarse la muerte de "El Chueco", “implicaría un fracaso del Estado mexicano frente a sus deberes básicos y confirmaría que en la región las autoridades no detentan el control territorial”, señaló la Compañía de Jesús.CIUDAD DE MÉXICO (apro).— De verificarse la muerte del narcotraficante José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, señalado como el responsable del asesinato de dos religiosos jesuitas, en junio del año pasado, “de ninguna manera puede considerarse como un triunfo de la justicia ni como una solución al problema estructural de violencia en la sierra Tarahumara”, afirmó hoy la Compañía de Jesús.
En un comunicado, esta congregación religiosa, a la que pertenecían los dos sacerdotes asesinados, recalcó que, de confirmarse la muerte de “El Chueco”, solo demostraría “la ausencia de un proceso legal conforme a derecho con relación a los homicidios” de los jesuitas.
Y, asimismo, “implicaría un fracaso del Estado mexicano frente a sus deberes básicos y confirmaría que en la región las autoridades no detentan el control territorial”.
Recalcó la Compañía de Jesús:
“Este desenlace, de confirmarse, no es el que esperábamos ni es por el que trabajamos”.
Agregó:
“Por ello, redoblamos nuestro llamado a que se cumplan a cabalidad las medidas cautelares ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), instaladas apenas la semana pasada, para construir condiciones de seguridad en la región”.
Y remató:
“Los jesuitas nunca hemos callado ni callaremos ante la violencia y la deshumanización. Seguiremos en la Tarahumara y en otras regiones de México, trabajando para que haya paz, justicia, derechos humanos y reconstrucción del tejido social”.
Así, esta fue la respuesta de la congregación religiosa ante el hallazgo de un cuerpo sin vida, el pasado sábado 18, en un paraje del municipio sinaloense de Choix, que presumiblemente es el de “El Chueco”, por lo que en estos momentos se hacen los estudios forenses para determinar su identidad.
“El Chueco” es acusado de asesinar a los jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, el 20 de junio del año pasado, en la comunidad chihuahuense de Cerocahui, por lo que desde entonces tenía una orden de aprehensión y andaba prófugo.