Claudia Sheinbaum
Sheinbaum suple Himno Nacional por villancicos y piñatas en cierres de mítines
Ayer en Matehuala, San Luis Potosí, al final del discurso de la morenista de origen judío, el animador la invitó a cantar y romper una piñata con algunos asistentes, entre ellos, niños, pero ella no se animó a tanto.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Cinco días antes de la Navidad, la precandidata presidencial de Morena-PT-PVEM, Claudia Sheinbaum Pardo, cambió el cierre de sus mítines políticos que normalmente hace con el Himno Nacional, pues ayer en San Luis Potosí y hoy en Tamaulipas, hubo villancicos y piñatas con animador incluido.
Incluso, el inicio de sus actos masivos ante militantes y simpatizantes también mutó, pues los cantos navideños suplieron a las canciones promocionales de Morena y la Cuarta Transformación que se repiten una y otra vez mientras la gente espera a la exjefa de gobierno de la Ciudad de México y cuando ella recorre el pasillo hacia el escenario mientras se toma fotos y se deja abrazar por la gente.
Ayer en Matehuala, San Luis Potosí, al final del discurso de la morenista de origen judío, el animador la invitó a cantar y romper una piñata con algunos asistentes, entre ellos, niños, pero ella no se animó a tanto.
Este miércoles, en sus actos masivos en Ciudad Victoria y Ciudad Madero, la aspirante presidencial terminó su discurso con los acostumbrados “vivas” y casi de inmediato comenzó la música de ambiente navideño que hacía juego con los adornos del tema y una piñata que colgaba al centro del escenario.
Las cámaras de video captaron cuando ella fue rodeada por varias personas, en su mayoría adultos mayores a los que ella llama “héroes de la nación”, y niños vestidos con sus trajes típicos de la región, que cantaban “¡Belén, campanas de Belén!”, al ritmo que les marcaba el animador.
Sin embargo, Sheinbaum Pardo no cantó, solo mostró una sonrisa permanente que más bien parecía fingida y seguía el vaivén de los que sí festejaban.
Un par de niños pasaron a pegarle a la piñata mientras el animador también adaptaba el canto decembrino a los tiempos políticos: “¡Dale, dale, dale, no pierdas el tino, vamos por el camino de la transformación!”.