Caso Ayotzinapa
No es hora de confusión y ruido, responden expertos del GIEI ante descalificaciones de AMLO
Exintegrantes del GIEI, Ángela Buitrago Ruiz y Carlos Martín Beristain aclararon que sus informes “no muestran opiniones, sino hechos probados y cuentan con todas las fuentes en las que nos basamos”.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los exintegrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), Ángela Buitrago Ruiz y Carlos Martín Beristain, conminaron a autoridades, medios de comunicación y a académicos a analizar y responder a los hallazgos hechos en sus indagaciones sobre el caso Ayotzinapa “no con opiniones o descalificaciones, sino con el rigor que requiere la verdad”.
Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador declarara que “lo que sucedió con Ayotzinapa básicamente tuvo que ver con decisiones de autoridades locales y la delincuencia”, los expertos emitieron una nota aclaratoria en la cual ofrecieron su posicionamiento ante “comentarios, noticias y opiniones vertidos”.
Sobre las investigaciones del paradero de los estudiantes de Ayotzinapa, los dos exmiembros del GIEI aclararon que sus informes “no muestran opiniones, sino hechos probados y cuentan con todas las fuentes en las que nos basamos”.
“Todo el país ha sido testigo de ello en estos años. Las víctimas de este caso tienen voz propia y las autoridades deben escucharlas. No es hora de confusión y ruido. La verdad se empeña porque hay quien la empuja como lo hacen las familias, y seguirá saliendo, ya sea como una bocanada de aire fresco que México necesita o surgiendo entre las rendijas.”
La verdad, subrayaron, “no se declara, se prueba, y todas las afirmaciones que incluyen nuestros informes tienen sustento probatorio”.
Escuchar a las víctimas
Sin hacer referencia directa a las declaraciones de López Obrador en su conferencia de este martes 3, los expertos emitieron su posicionamiento de ocho puntos ante lo que llamaron “proliferación de noticias, comentarios y opiniones” sobre la investigación de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en 2014 en Iguala, Guerrero.
“El GIEI ha documentado en seis informes todo su trabajo, avances en la investigación, revelaciones de nuevas verdades ocultas, y propuesto líneas de investigación que han hecho avanzar el caso. No hemos permitido en ningún momento la politización de nuestro trabajo, a pesar de las presiones que recibimos” aclararon.
Ángela Buitrago Ruiz y Carlos Martín Beristain, en su nota aclaratoria, pidieron que las autoridades escuchen a las víctimas. Ellas “tienen voz propia... No es hora de confusión y ruido. La verdad se empeña porque hay quien la empuja como lo hacen las familias, y seguirá saliendo, ya sea como una bocanada de aire fresco que México necesita o surgiendo entre las rendijas”.
Precisaron que fue la investigación del GIEI lo que demostró que la llamada “Verdad Histórica” no era cierta, que el escenario del basurero y del río San Juan habían sido creados para cerrar el caso, que la investigación se basaba en torturas, trataba de desviar la responsabilidad de los hechos y ocultar lo sucedido.
Recordaron que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto el GIEI sufrió una campaña negra, que abarcaba acusaciones de ser “extranjeros” y “antimilitares”, campaña auspiciada por las propias autoridades del Estado, hasta el punto de tener que salir del país sin poder continuar la investigación y dar acompañamiento a los familiares.
Escenario adverso
Tras la llegada de López Obrador en 2020, el GIEI volvió al país invitado por el nuevo gobierno como coadyuvante en la investigación, cuando se había creado una fiscalía especial UEILCA y la Comisión de la Verdad, COVAJ.
“Durante dos años y medio trabajamos en impulsar la investigación con dichas instituciones, avanzando y logrando el acceso a nuevos testigos e informaciones de archivos que han ayudado a avanzar en el esclarecimiento de los hechos”, precisaron los expertos.
Tras recordar que fue el GIEI quien insistió a las autoridades de México que se necesitaba pedir a Estados Unidos las escuchas de Chicago sobre la actuación de Guerreros Unidos, “lo que llevó después a encontrar los restos de otros dos normalistas a partir de las declaraciones de un testigo protegido de la fiscalía”, subraya que “el trabajo de derechos humanos y la investigación de hechos atroces de esta naturaleza es una enorme carrera de obstáculos”.
En el último año, indicaron, esos obstáculos llevaron a la salida del fiscal del caso y la bajada de órdenes de captura ya concedidas por un juez.
A pesar del escenario adverso, destacan los exintegrantes del GIEI, su trabajo permitió recuperar órdenes, al menos parcialmente, en los últimos meses, mostrando evidencias existentes en el expediente, así como documentando los casos contra Tomás Zerón, Murillo Karam y otros cargos de la PGR.
La verdad no se declara, se prueba
Informaron que entregaron a la nueva Fiscalía seis documentos con cerca de 90 propuestas de investigación, diligencias y acciones para esclarecer el caso, muchas de ellas aún pendientes.
“Desde el inicio dijimos que Ayotzinapa era no sólo una herida en los familiares sino para el país. Nuestros informes no muestran opiniones, sino hechos probados y cuentan con todas las fuentes en las que nos basamos. Invitamos a autoridades, medios de comunicación, académicos a analizarlos y responder a los hallazgos no con opiniones o descalificaciones, sino con el rigor que requiere la verdad.
“La verdad no se declara, se prueba, y todas las afirmaciones que incluyen nuestros informes tienen sustento probatorio”, sostuvieron en el sexto punto de su nota aclaratoria.
Reiteraron que su compromiso es con la verdad, que es lo que las madres y padres de Ayotzinapa requieren y demandan con su dignidad.