Juicio a García Luna
El contador testifica que García Luna estaba en la nómina de los Beltrán Leyva; este era su apodo
Antes, el expolicía federal mexicano Raúl Arellano Aguilera relató que un Grupo Especial colaboraba en la llegada y salida de drogas, dinero y armas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.BROOKLYN, N.Y. (apro).– Israel Ávila, presunto contador e intermediario en asuntos de bienes raíces de la fracción de los hermanos Beltrán Leyva del Cártel de Sinaloa, declaró en la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, sobre pagos millonarios de la organización criminal a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública.
“Me tocó ir con Mario Pineda Villa a la Ciudad de México para entregarle al señor (Jesús) “Rey” Zambada García 5 millones de dólares en efectivo que eran para Genaro García Luna”, declaró el contador, testigo protegido del Departamento de Justicia estadunidense.
Encargado de los libros de contabilidad de la fracción de los Beltrán Leyva en 2006, Ávila agregó que se hacían otros pagos a García Luna que iban de 3 millones, un millón y 1.8 millones de dólares y que él registró en la nómina de pagos correspondiente a soborno de funcionarios públicos.
“Una vez yo personalmente le entregué 500 mil dólares en efectivo al secretario de Seguridad Pública del estado de Morelos, (Luis Ángel) Cabeza de Vaca”, anotó Ávila en referencia a pagos de los Beltrán Leyva para funcionarios a nivel estatal.
En la audiencia de este martes 31 de enero del juicio por narcotráfico en contra de García Luna, amigo, asesor, confidente, mano derecha y secretario de Seguridad Pública (SSP) de Felipe Calderón, el tema de los sobornos por corrupción siguió siendo tenor del proceso judicial.
Cuestionado por la fiscal Erin Reid, el contador estableció que él personalmente nunca entregó dinero a García Luna, pero dijo que en la nómina de sobornos de los Beltrán Leyva al amigo de Calderón se le identificaba por los apodos de “Metralleta” y “Tartamudo”.
“El contador que tenían los Beltrán Leyva –cuando Ávila se hizo cargo de las finanzas– me dijo que en el registro Metralleta y Tartamudo eran en referencia a García Luna”, subrayó el testigo protegido.
Capturado en 2012 por las autoridades migratorias estadunidenses en el estado de Texas, el contador explicó ante el juez Brian Cogan y los miembros del jurado que su relación con los Beltrán Leyva y el Cártel de Sinaloa comenzó en 2005, cuando sin saber que eran narcotraficantes les ayudó a comprar y rentar casas, departamentos y bodegas en Morelos.
Reclutado por Mario Pineda Villa, “El MP”, y su hermano Alberto, “El Borrado”, Ávila comenzó a trabajar para Arturo Beltrán Leyva y sus hermanos Alfredo y Héctor no solamente en asuntos contables.
Sin el menor titubeo y por el interrogatorio de Reid, habló ante el juez y el jurado de que participó en actos de tortura, secuestros y violencia y hasta fue testigo de más de 20 asesinatos cometidos por parte de elementos de los Beltrán Leyva.
Cuando conoció a los hermanos Pineda Villa el contador de los Beltrán Leyva dijo que pensó que eran elementos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), porque vestían el uniforme y usaban vehículos de la desaparecida corporación a cargo de García Luna en el sexenio de Vicente Fox, y porque andaban armados todo el tiempo.
La revelación de que eran narcotraficantes y miembros del Cártel de Sinaloa bajo las órdenes de los hermanos Beltrán Leyva ocurrió luego de que en una casa que le rentó al “Borrado” y al “MP” asesinaron a unas personas a quienes el contador les había vendido un automóvil registrado con la dirección del inmueble que estaba a su nombre.
“El Borrado” y “El MP” le preguntaron a Israel Ávila que si quería trabajar con el Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva y su respuesta fue inmediata, sí.
Durante su testimonio, Ávila corroboró con su versión otros incidentes relacionados a declaraciones previas como la de Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, ligadas a García Luna y a “Rey” Zambada.
Ávila, de la mano de la fiscal, manifestó que en 2008, ante la renuncia de García Luna de reunirse con Arturo Beltrán Leyva, este dio la orden a los hermanos Pineda Villa de secuestrar al confidente de Calderón.
“Mandaron a Francisco Camacho, mi compadre, encargado de la seguridad de los hermanos Pineda Villa, a que levantara a García Luna en una carretera de Cuernavaca… lo hizo e incluso le dieron de regalo una casa por haber hecho eso”, aseguró el contador.
Con respecto a “Rey” Zambada, hermano de Ismael “El Mayo” Zambada García, capo máximo del Cártel de Sinaloa, Ávila indicó lo que ya ante Cogan la semana pasada dijo “El Grande”.
“En 2008 (octubre) 'El Grande' hizo un operativo en la Ciudad de México con algunos oficiales del gobierno y narcotraficantes cuando el señor 'Rey' Zambada fue arrestado… Yo estaba con Mario Pineda y por radio oímos que el gobierno quería cambiar a 'Rey' Zambada por otro para dejarlo en libertad. Mario Pineda me pidió que hablara con un periodista que trabajaba para los Beltrán Leyva y que le avisará del arresto y les avisara a otros periodistas. Yo le hablé al periodista y ya no pudieron cambiarlo”, detalló Ávila.
La fiscal Reid ya no cuestionó a su testigo y la audiencia de este martes en la Corte en Brooklyn concluyó sin que se conociera la identidad del periodista que presuntamente trabajaba para los Beltrán Leyva durante la guerra entre las fracciones del Cártel de Sinaloa.
Antes de que Israel Ávila se presentará en la sala 8D del juez Cogan y de que este ordenará a la dibujante de la Corte Jane Rosenberg que en su ilustración borrara el rostro del testigo protegido de los fiscales, se habían presentado otros dos testigos.
El tip que recibió el analista de la DEA
Adrián Ibáñez, analista de la Administración Federal Antidrogas (DEA) que estuvo asignado a la oficina de la dependencia federal estadunidense en Guadalajara, Jalisco, y el expolicía federal mexicano Raúl Arellano Aguilera hablaron antes de que Ávila lo hiciera.
Ibáñez explicó que en octubre de 2007 él recibió un tip por parte de la oficina de la DEA en Tijuana, sobre un cargamento de cocaína colombiana que llegaría al puerto de Manzanillo, Colima, a bordo del barco carguero “Esmeralda”.
La información de Ibáñez fue transmitida a los policías federales mexicanos y miembros de la Marina que resguardaban el puerto y localizaron dos contenedores con 23.5 toneladas de cocaína, droga que un mes después de decomisada fue quemada y destruida.
Considerado en ese entonces el cargamento de droga más voluminoso y confiscado por las autoridades mexicanas, el día anterior en la audiencia del juicio a García Luna había sido mencionado por Oscar Nava Valencia, “Lobo Valencia”, testigo cooperante de la fiscalía, indicando que un contenedor era de él y otro de Arturo Beltrán Leyva.
Expolicía federal habla del trasiego desde el AICM
Arellano Aguilera, el expolicía federal mexicano, habló sobre su papel asignado a la vigilancia del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en donde por órdenes de Luis Cárdenas Palomino se creó un Grupo Especial que presuntamente estaba coludido con el Cártel de Sinaloa.
El expolicía federal declaró que este Grupo Especial colaboraba en la llegada y salida de drogas, dinero y armas al aeropuerto y que él, al no aceptar ser parte de ellos, fue trasladado a Monterrey, Nuevo León, en donde había mucha violencia desatada por el Cártel del Golfo y Los Zetas metidos en el narcotráfico.
En 2011, ante su frustración por la narcocorrupción en la Policía Federal, solapada por Cárdenas Palomino, Ramón Pequeño García y García Luna desde la SSP, renunció a su cargo.
Israel Ávila fue procesado en Chicago, Illinois, en donde se declaró culpable de los delitos de intento de narcotráfico interestatal en Estados Unidos y de distribución de un kilo o más de cocaína.
El contador fue sentenciado a 15 años de cárcel, por lo que saldrá en libertad a finales de 2025, aproximadamente.
Hace unos meses Ávila pidió ser transferido a México para pasar tras las rejas en su país de nacimiento el resto de la condena que la queda y aunque su petición fue aprobada, él no se presentó cuando iba a ser transferido, porque se retractó.
“Me retracté para presentarme –a testificar– aquí en este juicio”, enfatizó el contador, quien este miércoles será interrogado por el equipo legal que defiende a García Luna y que encabeza el abogado César de Castro.