CIUDA DE MÉXICO (apro).- La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) consideró que la seguridad de los periodistas en el país debe ser tema en la agenda de la reunión entre los presidentes de Canadá, Justin Trudeau, de Estados Unidos, Joe Biden, y de México, Andrés Manuel López Obrador.

Lo anterior al citar cifras recabadas por la propia organización, según las cuales, el 2022 fue el año más mortífero para los periodistas en la historia de México, con 14 casos, de los cuales al menos 11 tienen relación directa con su trabajo, subrayó RSF.

“El presidente Biden y el primer ministro Justin Trudeau no deben dejar pasar la oportunidad no solo de plantear el tema de los asesinatos de periodistas en México, sino de presionar al presidente López Obrador y al gobierno mexicano para que se comprometan a aplicar una reforma en profundidad que ponga fin al baño de sangre que azota a la prensa mexicana”, pidió la organización mediante un comunicado.

Artur Romeu, director de la Oficina de RSF en América Latina, recalcó que, actualmente, México es uno de los países más peligrosos del mundo para ser periodistas, pero, en vez de tomarse en serio el problema, “el presidente de México arremete regularmente contra los periodistas, estigmatizando su profesión”.

En lugar de ello, añadió, el presidente mexicano debería mostrar la voluntad política necesaria para prevenir y proteger a los trabajadores de los medios de comunicación, e “impulsar investigaciones más rigurosas que pongan fin a la cultura de la impunidad"

RSF señaló en su comunicado que el 2022 fue un año “especialmente” violento para la prensa en México, pues acumuló el 20% del total de asesinatos a periodistas en todo el mundo, y   además el país se situó por cuarto año consecutivo como el más mortífero para la prensa, a nivel global. “En los últimos 20 años, una media de 125 profesionales de los medios han sido asesinados en el país”, señaló.

La organización afirmó que el gobierno cuenta con mecanismos oficiales de protección para los periodistas, pero un informe publicado por la propia ONG en 2022 puso de manifiesto sus deficiencias: “la coordinación tremendamente ineficaz entre los diferentes organismos estatales y la impunidad de quienes agreden a periodistas limitan la capacidad del Estado para abordar la arraigada violencia contra los medios de comunicación, mientras que los propios medios siguen siendo vilipendiados por cargos oficiales”.

Actualmente México se ubica en el puesto 127 de los 180 países analizados en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF 2022.