CIUDAD DE MÉXICO (apro). – El productor y cineasta Epigmenio Ibarra exigió al conductor del programa “Por la mañana” de Radio Fórmula, Ciro Gómez Leyva, que se disculpe por sostener “la mentira histórica” de lo sucedido con los 43 estudiantes de la normal en Ayotzinapa

"El hecho central es la intervención del Estado en este crimen y de ese hecho no hablaron", acusó Epigmenio Ibarra durante su participación de este miércoles en el espacio radiofónico, en referencia a las voces que desde diversos medios respaldaron la conclusión del exprocurador general Jesús Murillo Karam sobre los hechos ocurridos en Iguala en 2014.

"Y los que hablamos (de la intervención del Estado) fuimos tildados de locos durante años", añadió Ibarra.

Ciro reviró: "Y ahora los que hablan y cuestionan esto son tildados de corruptos".

"Yo no los tildo ni de locos ni de corruptos", respondió Epigmenio. "Lo que sí exijo y sigo pidiendo  y seguiré pidiendo, y pidiéndote a ti, es que ofrezcan disculpas, a los padres".

–¿Por qué? –reclamó Ciro.

–Por haber sostenido la mentira histórica. Por haber respaldado el esfuerzo del gobierno... –acusó el productor.

–A ver a ver, ¿por qué voy a pedir disculpas a personas que hablan con nosotros, que nos dan entrevistas...

–No, por tu posición editorial..

–¿Te voy a pedir disculpa a ti? –dijo Gómez Leyva

–No, a los padres, a la nación... –respondió Epigmenio Ibarra.

Epigmenio Ibarra señaló que agentes del Estado participaron en el crimen de Ayotzinapa y lo encubrieron, a lo que Gómez Leyva le preguntó que de acuerdo con quién. El cineasta le respondió que "de acuerdo con la evidencia".

–Se deben disculpar porque fueron parte de una operación de Estado –insistió Ibarra.

–Yo no fui parte de ninguna operación. Perdón, ¿con quién me coordiné yo para dar un punto de vista en una columna, en un programa de radio o de televisión? –respondió Gómez Leyva. 

–Asumieron como propia una posición del Estado, inverosímil...

–Yo no asumí ninguna posición. Ninguna. Yo hice una interpretación de los hechos –señaló Gómez Leyva y siguieron entre los dimes y diretes, entre que se enojaban y no se dejaban hablar mutuamente.