Iglesia católica
Iglesias ofician homilía por la paz por el "clamor" y "sufrimiento" padecido por la violencia
“Hacemos nuestro el dolor y sufrimiento de los que a causa de la violencia y la inseguridad que se vive en nuestro país lloran la muerte de un ser querido, o lo han secuestrado, o padecen la barbarie de la violencia", refirieron los párrocos en su oración.CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).-Este domingo 10 de julio, en todos templos católicos del país, se ofició la homilía por la paz. “Por el clamor y el sufrimiento de tantas personas que están padeciendo y han padecido por la barbarie de la violencia”, y por los gobernantes.
La comisión episcopal para la pastoral litúrgica proporcionó a sus párrocos un esquema para usarlo en la eucaristía de ese domingo.
Hoy en las iglesias, los sacerdotes oraron:
“Hacemos nuestro el dolor y sufrimiento de los que a causa de la violencia y la inseguridad que se vive en nuestro país lloran la muerte de un ser querido, o lo han secuestrado, o padecen la barbarie de la violencia”.
Como siempre, en la liturgia pidieron por el Papa Francisco y también, por quienes gobiernan el país:
“El presidente de la república, los gobernadores y los presidentes municipales para que verdaderamente busquen estrategias que nos ayuden a vivir en un auténtico ambiente de paz”.
“Por quiénes son víctimas de la opresión de la guerra de la injusticia y de la barbarie de la violencia para que encuentren en nosotros los católicos la mano que los ayuda a recuperar su dignidad de hijo de Dios”.
“Por los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que han sido asesinados en los últimos años de forma violenta en nuestro país”.
Y por los periodistas asesinados:
Solo en lo que va de este sexenio son 12: Tres en el estado de Veracruz: José Luis Gamboa Arenas, Yesenia Mollinedo y Sheila Johana García; dos de Baja california, Margarito Esquivel Martínez y Lourdes Maldonado; dos en Michoacán, Roberto Toledo y Armando Linares; Heber López, Oaxaca; Jorge Camero Zazueta, en Sonora; Juan Carlos Muñiz, en Zacatecas; Luis Enrique Ramírez Ramos, en Sinaloa y Antonio de la Cruz, en Tamaulipas.
También dieron lectura a los nombres de los sacerdotes, monjas asesinadas, como el caso de los dos jesuitas Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales, que murieron a manos de un integrante del Cártel de Sinaloa, el pasado mes de junio en la sierra Tarahumara de Chihuahua.
“Nuestro México necesita vivir en paz conscientes de esta realidad Los invito a ser nuestro cómo lo hemos hecho en otra ocasión”, dijeron a sus files.