Halconazo

A 51 años del “Halconazo”, marchan al Zócalo y piden a la 4T facilitar documentos

Durante el paso del contingente no se registraron actos de vandalismo ni violencia contra el mobiliario urbano o comercios establecidos.
viernes, 10 de junio de 2022 · 20:48

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con saldo blanco y la participación de mil asistentes, se realizó la marcha en conmemoración del 51 aniversario del llamado “Halconazo” del 10 de junio de 1971 en la Ciudad de México.

El contingente, encabezado por el Comité 68, salió de las inmediaciones de la calzada México-Tacuba, a la altura de la estación del Metro Normal, alrededor de las 17:00 horas. El trayecto continuó por la avenida Ribera de San Cosme, la calzada México-Tenochtitlan, antes Puente de Alvarado, avenida Hidalgo, Eje Central y 5 de Mayo hasta llegar al Zócalo capitalino.

Durante el paso del contingente no se registraron actos de vandalismo ni violencia contra el mobiliario urbano o comercios establecidos.

Halconazo, a 51 años. Foto: Benjamín Flores

A su llegada a la plaza pública, los manifestantes tuvieron que bordear el gran escenario instalado para el concierto del trovador cubano Silvio Rodríguez. Luego, se acercaron al templete colocado frente a Palacio Nacional para escuchar a los oradores, quienes recordaron y exigieron justicia para los estudiantes y maestros reprimidos en el “El Halconazo”, el 10 de junio de 1971.

Unas 300 personas se concentraron frente a la Plaza de la Constitución, frente a Palacio Nacional para escuchar a los oradores, entre ellos Félix Hernández Gamundi, integrante del Comité del 68, quien destacó que después de 51 años no hay justicia para las víctimas y desaparecidos durante esa manifestación.

Hizo énfasis en que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene “la posibilidad de enmendar la página y entregar toda la información que se tiene en las instancias gubernamentales sobre estos hechos y que el caso pueda llegar hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.

En la protesta participaron estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH); así como el Movimiento Proletario Independiente (MPI) e integrantes de la CNTE y el SME.

También participó personal de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) para observar que se respeten las garantías de los manifestantes.

Basta de impunidad. Foto: Benjamín Flores

“El Halconazo”

El 10 de junio de 1971, una protesta estudiantil fue reprimida mediante el uso de un cuerpo paramilitar conocido como “Los Halcones”, siendo presidente Luis Echeverría, en hechos que, junto con el 2 de octubre de 1968, pasaron a la historia como uno de los actos represivos más emblemáticos de los tiempos de la hegemonía priista.

Ese día, agentes de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (DGIPS), desplegados en el área del Casco de Santo Tomás y de las avenidas De los Maestros y México-Tacuba, informaron de manera puntual sobre la represión de que fue objeto la marcha estudiantil del 10 de junio de 1971.

Sus reportes, transmitidos en promedio cada 10 minutos, quedaron consignados en escuetas fichas informativas que muestran de manera clara la responsabilidad del grupo paramilitar “Los Halcones” y la complicidad de los cuerpos policiacos en los hechos sangrientos de aquel Jueves de Corpus.

A las 17:10 horas “los estudiantes que iniciaron la manifestación van sobre la Avenida de los Maestros lanzando porras a la Universidad y al Politécnico, y gritando ‘Echeverría buey’”, al tiempo que “contingentes de aproximadamente 5 mil personas se dirigen hacia la calzada México Tacuba”.

En ese mismo momento, pero en la calle Díaz Mirón y Avenida de los Maestros, “un grupo de 15 granaderos armados con fusiles y bombas lacrimógenas intentan dispersar al contingente, sin lograrlo y sin llegar a enfrentarse con los estudiantes, quienes continúan su marcha”.

Desplegados en puntos estratégicos del Casco de Santo Tomás, de la calle Lauro Aguirre, la Avenida de los Maestros, Río Consulado y del área donde éstas convergen con la avenida México-Tacuba, agentes de la hoy extinta Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (DGIPS) –antecesora del Cisen y del CNI– reportaron puntualmente la represión de que fue objeto la marcha estudiantil, cuyo saldo fue de decenas de heridos y un número indeterminado de muertos (la historiadora Ángeles Magdaleno reporta 32, La Femospp consignó 45, otras fuentes calcularon más de 50).

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