Oaxaca
Registro Agrario Nacional negó reconocimiento como comuneras a 39 mujeres chontales de Oaxaca
En México sólo 4 de cada 10 mujeres fueron comuneras o ejidatarias en el año 2020 y en el caso de Oaxaca, el padrón agrario está integrado tan sólo por un 28% de las mujeres.OAXACA, Oax. (apro).- Pese a que las mujeres indígenas han trabajado, cuidado y defendido el territorio a lo largo de la historia en Oaxaca, el Registro Agrario Nacional negó el reconocimiento como comuneras a 39 mujeres chontales de Santa Lucía Mecaltepec y Santa María Candelaria, del municipio de San Carlos, Yautepec, en la Sierra Sur.
Las cifras oficiales del Registro Agrario Nacional revelan que en México sólo 4 de cada 10 mujeres fueron comuneras o ejidatarias en el año 2020 y en el caso de Oaxaca, el padrón agrario está integrado tan sólo por un 28% de las mujeres.
Las mujeres indígenas han trabajado, cuidado y defendido el territorio a lo largo de la historia, pero son ellas quienes principalmente enfrentan diversos obstáculos en el acceso y el ejercicio de sus derechos agrarios, afirmó Tequio Jurídico, que acompaña a mujeres chontales en su lucha por su reconocimiento como comuneras.
Luego de lanzar una campaña cuyo título es “Ser comuneras es nuestro derecho”, las 39 mujeres indígenas chontales entregaron al comisionado del Registro Agrario Nacional en Oaxaca, Javier Mancilla Miranda, dos solicitudes y dos expedientes en la que las asambleas agrarias las reconocieron como comuneras.
Las mujeres chontales Santa María Candelaria y Santa Lucía Mecaltepec exigen al Registro Agrario Nacional reconocimiento legal como comuneras, ya que anteriormente les negó el reconocimiento legal con el argumento que las personas debían contar con un certificado de derechos parcelarios o comunes.
Consideran que “se trata de una política administrativa que pretende que las comunidades entren a programas de certificación (PROCEDE-FANAR-RRAJA) cuyo fin último es la privatización de la propiedad social de la tierra”.
Es por ello, que lanzaron la campaña “Ser comuneras es nuestro derecho” donde Tequio Jurídico comparte videos cortos en los cuales las mujeres denuncian la violencia institucional.
Las inconformes afirman que el Registro Agrario Nacional tiene la oportunidad reconocer legalmente esas actas y marcar un precedente histórico que contribuya a la reducción de la brecha de género respecto al reconocimiento de los derechos agrarios de las mujeres que tienen como lema: “¡Gay mama laipitine jlamat´s! ¡Mi madre, mi vida, es la tierra!”.
Al tiempo que se preguntaron ¿Por qué es importante que las mujeres indígenas tengan acceso a la tierra?, respondieron que durante mucho tiempo las mujeres indígenas han sido excluidas en la toma de decisiones comunitarias, del acceso a la tierra y de la representaciones en los órganos agrarios. En este sentido, ser comunera legalmente reconocida, permite a las mujeres indígenas ejercer su derecho a voz y voto en una asamblea agraria; ser elegida para representar a su comunidad y tener acceso a la tierra.
Entonces, al negarle el registro legal, viola los derechos agrarios de las mujeres a la tierra y al territorio, y a participar en cargos agrarios comunitarios; e impacta de manera diferenciada en ellas porque históricamente no han accedido formalmente a la titularidad sobre la tierra, e imponer requisitos rigurosos acentúa esta discriminación estructural.
En el caso de Santa Lucía Mecaltepec, mediante el Acta de Asamblea del 18 de enero de 2018 se reconocieron y se aceptaron a 36 nuevas comuneras y comuneros, de las cuales 19 fueron mujeres. El 11 de junio de 2018 el RAN negó el registro del acta.
Y en el caso de Santa María Candelaria, mediante el Acta de Asamblea del 9 de febrero de 2019 se reconocieron y se aceptaron como nuevas comuneras y comuneros a 60 personas, de las cuales 25 fueron mujeres. El 3 de junio de 2019, el RAN negó el registro del acta.