CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, casos judiciales como el de Juanita Alonzo Santizo, indígena guatemalteca que estuvo presa durante siete años, son relevantes: ayer quedó liberada, luego de pronunciamientos sobre su situación irregular dentro y fuera de México.

El mismo López Obrador había pedido que fuera puesta en libertad y urgió al aparato institucional a resolver el caso.

“Ya salió, fue liberada el domingo y así, lamentablemente hay muchos casos todavía. Entonces tenemos que buscar la forma de no dejar, en Gobernación, el seguimiento de estos temas” dijo.

La mención del caso derivó de sus expresiones sobre el caso del fiscal Alejandro Gertz Manero contra un grupo de abogados que fue sobreseído el jueves, luego de que la Fiscalía General de la República intentara judicializar una carpeta de investigación iniciada por el abogado Juan Collado, quien los acusa de extorsión.

Este último asunto pretendía implicar en la trama al exconsejero jurídico, Julio Scherer Ibarra, y la mención del caso de Juanita Alonzo fue expuesto por el presidente López Obrador para diferenciar asuntos que sí son graves y requieren la intervención de su gobierno.

Juanita Alonzo Santizo fue inculpada en 2014 de un delito que no cometió y estuvo presa hasta que en meses pasados, funcionarios federales y del Poder Judicial, en coordinación con autoridades de Tamaulipas, lograron su liberación.