CIUDAD DE MÉXICO (apro).- México y Reino Unido iniciaron este viernes las negociaciones formales hacia un nuevo Tratado de Libre Comercio.

“Con este lanzamiento, estamos cumpliendo con nuestro compromiso bajo el Acuerdo de Continuidad Comercial México-Reino Unido de iniciar negociaciones dentro del primer año desde la entrada en vigor de este acuerdo”, indicó la secretaria de Economía Tatiana Clouthier tras una reunión con la secretaria de Comercio Internacional del Reino Unido, Anne-Marie Trevelyan.

“México y el Reino Unido están unidos por la amistad y una importante y estratégica relación económica, que sustenta empresas y empleos en ambos países”, abundó.

Ambas funcionarias señalaron que el próximo 11 de julio iniciará la primera ronda entre los jefes negociadores de ambos países para discusiones técnicas. La sede será la Ciudad de México.

Clouthier destacó que el Reino Unido es el decimosexto socio comercial de México en el mundo, así como la octava fuente de inversión extranjera del país con más de dos mil empresas británicas en México. “Nuestro comercio en 2021 ascendió a cinco mil 100 millones de dólares”, dijo.

Enfatizó la necesidad de construir un TLC moderno y progresivo con el Reino Unido, que no solo se relacione con el comercio de bienes y servicios, sino también con el comercio digital, los flujos de datos transfronterizos, el comercio electrónico, la cooperación regulatoria y la innovación.

Anne-Marie Trevelyan señaló a su vez que México es un país con una creciente población, que lo convierte en un mercado importante para las exportaciones del Reino Unido, por lo que prevé que la demanda de importaciones a México crecerá un 35% para 2035.

El Reino Unido tiene como objetivo dedicar un capítulo a las pequeñas y medianas empresas (PYMES), que derribaría barreras específicas del sector, además de reducir costos y papeleo para las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) que buscan exportar.

 “A través de este acuerdo, el Reino Unido buscará que la compra y venta de bienes y servicios en línea, así como los procesos de reconocimiento de estándares de productos sean más fluidos, ayudando a las empresas británicas a expandirse más rápidamente y respaldando los empleos en todo el país”, indicó.