WASHINGTON (apro).– Los fiscales del Departamento de Justicia y César de Castro, el abogado de oficio defensor de Genaro García Luna, afinaron los últimos detalles en la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, y decretaron que todo está listo para iniciar el juicio.

Ante el juez Brian Cogan, encargado del proceso judicial por narcotráfico contra García Luna, amigo, asesor, confidente, mano derecha y secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, las partes afinaron todo para iniciar el proceso judicial el 9 de enero de 2023.

“Todo está listo”, declaró De Castro ante reporteros a la salida de la última audiencia en la Corte en Brooklyn, sesión que fue breve ante el juez Cogan, quien antes de por darla por terminada sostuvo una reunión privada con la parte acusadora y la defensa de García Luna.

Ante de que se llevara a cabo la audiencia, última de preparación del juicio, el Departamento de Justicia entregó a De Castro más documentos probatorios con respeto a los potenciales testigos que presentará para probar los delitos que le imputa a García Luna.

De Castro indicó que tiene unas 10 mil hojas de documentos probatorios “y la lista de los testigos”, aunque las identidades de éstos no se pueden dar a conocer públicamente por orden del juez Cogan debido a la sensibilidad del proceso judicial contra el amigo de Calderón.

A García Luna, el gobierno de Estados Unidos le imputa cuatro cargos federales de conspiración y colusión con el Cártel de Sinaloa para exportar a Estados Unidos cocaína y otras drogas ilícitas.

La quinta imputación contra García Luna por parte de los fiscales estadunidense es la de mentirle a un agente federal de inmigración.

De ser declarado culpable en el juicio por parte de un jurado calificador, García Luna sería sentenciado a cadena perpetua como pena máxima o a 20 años de prisión como mínima.

El confidente y arquitecto de la lucha militarizada contra el narcotráfico en el sexenio de Calderón, tiene vigente la oferta del Departamento de Justicia de declararse culpable de los cargos, evitar o anular el juicio y convertirse en testigo cooperante.

Aceptando la oferta del gobierno de Estados Unidos, García Luna, primero recibiría una sentencia noble de unos 7 años de cárcel menos los que ya lleva tras las rejas desde que fue detenido en diciembre de 2019 en Dallas, Texas.

Cumplida su sentencia y tras servir como testigo incriminador en juicios por narcotráfico ante diferentes cortes federales de distrito, García Luna sería puesto en libertad, pero inmediatamente deportado a México, en donde enfrenta acusaciones formales también por narcotráfico.