Periodismo
México, con el mayor número de periodistas asesinados en los últimos cinco años: PEC
En los últimos cinco años, México ha registrado el mayor número de periodistas asesinados, según contabilizó la Campaña Emblema de Prensa (PEC) en su informe anual publicado en Ginebra.GINEBRA (apro).– En los últimos cinco años, México ha registrado el mayor número de periodistas asesinados (69), por delante de Afganistán (44), luego India (37), Ucrania (36), Pakistán (34), Siria (24), Filipinas (21 ), Yemen (17), Honduras (13), Somalia (13), Brasil (12) y Haití (11), contabilizó la Campaña Emblema de Prensa (PEC, por sus siglas en inglés) en su informe anual publicado en Ginebra.
En 2022, Ucrania y México fueron los países más peligrosos para el trabajo de los medios de comunicación. Desde enero, 115 trabajadores de los medios han sido asesinados en 29 países de todo el mundo, reportó PEC.
Después de Ucrania, México fue el país más peligroso con 17 víctimas, la mayor cifra anual de muertos desde al menos principios de siglo en este país, observa PEC, que lamentó “el clima de violencia e impunidad que reina en el país”.
“El número de periodistas asesinados aumentó en un 45% con respecto al año pasado (79 víctimas). Este es el número más alto de bajas desde 2018 con un deterioro brutal en Europa debido a la guerra en Ucrania”, dijo el presidente de la PEC, Blaise Lempen.
Por regiones, América Latina está a la cabeza con 39 periodistas asesinados, seguida de Europa con 37 víctimas, luego Asia 30, África 7 y América del Norte 2.
Deterioro por la invasión rusa en Ucrania
Según la PEC, Europa experimentó el peor deterioro de la seguridad de los periodistas desde las guerras en la ex Yugoslavia de 1992 a 1999. En Ucrania es muy difícil establecer las circunstancias exactas de las muertes de los periodistas en ausencia de una investigación independiente. Contabilizó 34 víctimas desde el comienzo de la invasión rusa, el 24 de febrero pasado.
Al menos 8 periodistas murieron claramente en el cumplimiento de su deber, otros 12 en ataques de bombardeos rusos y otros delitos, y al menos 14 como combatientes en el ejército ucraniano. Entre las 34 víctimas, 8 eran extranjeros (Brent Renaud, Maks Levin, Pierre Zakrzewski, Frédéric Lerclerc-Imhoff, Mantas Kvedaravicius) y 3 rusos: Oksana Baulina, Svetlana Babayeva y Oleg Klokov.
En el tercer lugar, con 8 víctimas, Haití ha experimentado un deterioro significativo debido a la creciente inseguridad.
Se registraron seis muertes en Pakistán, 5 en Filipinas, 4 en Colombia y 4 en India. Se registraron tres víctimas en los siguientes países: Bangladesh, Honduras, Israel/Palestina y Yemen.
Se contabilizaron dos muertes en Brasil, Chad, Ecuador, Myanmar, Siria, Somalia, Estados Unidos. Finalmente, se ha identificado una víctima en los siguientes países: República Centroafricana, Chile, República Democrática del Congo, Guatemala, Kazajstán, Kenia, Paraguay, Rusia, Suecia, Turquía y Vietnam.
La PEC “condena enérgicamente estos ataques y pide que los responsables de estos crímenes sean llevados ante la justicia de manera expedita”.
Como nota positiva, hasta ahora no ha habido víctimas entre los periodistas en Afganistán en 2022, país que tuvo el lugar de 12 en el 2021. Sin embargo, muchos periodistas se vieron obligados a huir del país.
En promedio, más de 2 periodistas fueron asesinados cada semana
En los últimos cinco años, México ha registrado el mayor número de víctimas (69), por delante de Afganistán (44), luego India (37), Ucrania (36), Pakistán (34), Siria (24), Filipinas (21), Yemen (17), Honduras (13), Somalia (13), Brasil (12) y Haití (11).
En diez años, de 2013 a 2022, mil 135 periodistas fueron asesinados, es decir, 113 por año, 2.2 por semana, según cifras de la PEC.
La Campaña Emblema de Prensa espera que la comunidad internacional “comience en 2023 el trabajo para lograr una convención internacional con el fin de mejorar la seguridad de los periodistas. Sería un gran paso adelante para luchar de una manera más eficaz en contra de la impunidad”.
La PEC enumera a todos los trabajadores de los medios asesinados, estén o no relacionados con su actividad profesional. De hecho, es difícil probar que se comete un delito relacionado con el trabajo de un periodista sin investigaciones independientes y exhaustivas que a menudo faltan.