CIUDAD DE MÉXICO (apro).–El gobierno mexicano pidió hoy a la Asamblea General de la ONU que exija al gobierno de Estados Unidos el cese inmediato del bloqueo económico que impone desde hace seis décadas contra Cuba, y que retire el gobierno de la isla de su lista de patrocinadores del terrorismo, donde lo volvió a agregar el año pasado.

“Estados Unidos debe cesar estas medidas, reparar daños y ofrecer garantías de no repetición tal y como lo establece el Derecho internacional. La Asamblea General debería exigir que Estados Unidos ponga fin de inmediato al bloqueo económico y financiero que mantiene en contra de Cuba”, exhortó el embajador Juan Ramón De La Fuente desde la tribuna de la Asamblea General, en Nueva York.

De La Fuente deploró que el bloqueo ha causado problemas humanitarios más agudos por la pandemia de Covid-19 y el paso del huracán Ian, y recalcó que “hacer padecer de hambre a una sociedad civil es otra conducta prohibida por el Derecho internacional humanitario”.

“México condena, en los términos más enérgicos, el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto desde hace casi seis décadas contra Cuba, así como la decisión de aplicar el título 3 de la Ley de la Libertad Cubana y Solidaridad Democrática –la ley Helms-Burton--, que ha afectado no solo la soberanía del pueblo cubano sino también los derechos de terceros países”, declaró el representante mexicano.

“Mi país sostiene que no debe haber sanciones de ningún tipo fuera de las que decida adoptar el Consejo de Seguridad”, abundó De La Fuente, y tachó de “claro despropósito” la reincorporación de Cuba en la lista de patrocinadores del terrorismo –bajo el pretexto de que el gobierno cubano recibió a guerrilleros colombianos en el marco del diálogo de paz--, la cual agravó las sanciones financieras contra la isla.

          La sesión de hoy en Nueva York tomó nota de un amplio informe elaborado en enero pasado por la oficina del secretario general de la ONU, Antonio Gutérres, que documentaba los estragos del embargo contra Cuba y exhortaba a “poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero”.

El informe resaltó que los efectos negativos del bloqueo se sumaron a la crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19 y al endurecimiento de las medidas dictadas durante la administración de Donald Trump –como el bloqueo al suministro de combustible--, y el documento señaló que el bloqueo comercial “es incompatible con un sistema internacional basado en el Estado de derecho”, ya que responde al poder “político y económico” y representa una “negación injusta al derecho de Cuba al desarrollo y a la autodeterminación”.