Marcelo Ebrard

Ebrard rechaza diálogo con narcos; pide a Morena fijar reglas para el 2024

En una charla con el periodista Jon Lee Anderson en el festival Dromofest, el canciller ofreció su punto de vista sobre los asuntos políticos del momento.
viernes, 28 de octubre de 2022 · 16:00

CIUDAD DE MÉXICOI (apro).- El canciller Marcelo Ebrard Casaubón aseveró hoy que él “no estaría de acuerdo” con celebrar un acuerdo con los grupos criminales para pacificar el país, pues estos grupos “ya han cometido muchos delitos” y un pacto implicaría “fijar una salvedad a la ley”.

Durante una larga charla con el periodista Jon Lee Anderson, en el marco del festival Dromofest, Ebrard ofreció su punto de vista sobre la política exterior del país, pero también sobre los asuntos políticos del momento, pues acumula su cargo de canciller al de aspirante a la candidatura de Morena para las elecciones presidenciales de 2024.

Preguntado sobre las acusaciones mutuas que se han lanzado la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, y el senador Ricardo Monreal Ávila, Ebrard recalcó que “en todas las competencias políticas vas a tener tensión”, pero pidió a la “dirigencia de Morena” que fije “con claridad reglas equitativas y respetuosas, y hacerlas valer”.

 “Si hay un ataque de una persona contra otra, que está usando bots, te habla el partido y te dice ‘oye no se puede, mano’. En fin, fijar reglas. Si no hay eso puede haber mucho conflicto”, añadió, en un guiño a sus dos principales rivales actuales para la candidatura de Morena, Claudia Sheinbaum Pardo y Adán Augusto López Hernández. “Yo la respeto a ella, la conozco hace mucho tiempo; fuimos compañeros en el gobierno de Andrés, en el 2002 a 2005; Adán también es un muy buen tipo”, comentó.

A lo largo de cerca de una hora, Ebrard planteó que su proyecto político presidencial busca “consolidar” algunos ejes de la administración de Andrés Manuel López Obrador, pero también “cambiar” algunos, como en la implementación de un sistema universal de salud o en materia educativa.

Respecto a la legalización de la marihuana, por ejemplo, el canciller sostuvo que “simpatizaría con esa idea”, pero que la impulsaría a través de los congresos estatales, en una ruta similar a la que siguió la despenalización del aborto.

Ebrard rechazó las acusaciones en torno a la militarización del país implementada por López Obrador, pues recalcó que la entrega de tareas civiles al Ejército responde a “necesidades de corto plazo”, “de tal manera que llega un momento que los civiles regresen a estas actividades, quizás en un futuro”.

“La pregunta no es ¿por qué la Marina maneja puertos?, sino ¿por qué los civiles no lo podemos manejar?”, lanzó el canciller, y momentos después agregó: “No creo que el presidente esté concibiendo una sustitución de la administración civil por una administración militar. Esto no existe, yo estoy ahí todos los días, lo veo, no es así”.

Sobre el papel del Ejército en las labores de seguridad pública, el canciller subrayó que “las Fuerzas Armadas han estado participando en la confrontación con el crimen organizado, y esto se debe a que el crimen organizado tiene un poder de fuego muy grande, y una presencia cada vez más relevante”, y que el objetivo de la Guardia Nacional consiste en “dominar el territorio del país”.

Neutralidad de México

En materia de política exterior, Ebrard resaltó la neutralidad de México ante las tensiones cada vez más agudas entre Estados Unidos y China.

Tras recordar que México tiene una “buena relación” con China pero también “valores democráticos”, y que el grueso de sus intercambios se hacen con Estados Unidos, el canciller expresó: “Yo esperaría que no tengamos en el futuro una situación como la que tuvimos en la segunda guerra mundial, donde tienes que escoger el bando porque ya no te queda de otra, en un conflicto bélico”.

–Y le va a tocar como presidente de México… –le dijo Anderson, como guiño a las aspiraciones del canciller.

–Siempre es una posibilidad, y no será en nuestras manos –le reviró.

–Le va a tocar… estos aires van a tocar duro al asumirse el poder –insistió el periodista estadunidense.

–¿Tú crees que sea tan pronto? –contestó Ebrard en una carcajada.

Respecto a la relación con Estados Unidos, tema en el que ya tiene un discurso muy entrenado, Ebrard resaltó que el gobierno mexicano busca una relación más horizontal –con el reclamo de México por la venta de armas, por ejemplo-- y una visión común a futuro, sin caer en “constantes diferencias”. En esta relación, abundó, “la DEA es un disruptor permanente”.

Cuestionado sobre la posición del gobierno mexicano respecto a los gobiernos autoritarios de Venezuela, Nicaragua y Cuba, Ebrard reiteró la postura de no intervención del gobierno mexicano y, después de criticar el “fracaso total” de las estrategias de sanciones implementadas desde Estados Unidos, aseveró que México nunca apoyará un golpe de Estado.

“A Nicaragua le hemos dicho ‘oye, estamos muy preocupados’. Saben que nos preocupa muchísimo que pasen estas cosas. Tenemos una opinión, pero no podemos intervenir”, dijo Ebrard, al agregar que “puedes tener una opinión pero no puedes promover que se intervenga”.

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