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Cesan a profesora por contar un chiste antisemita durante una clase virtual
El Centro de Estudios Superiores de San Ángel (CESSA) ofreció disculpas a la comunidad judía después de que se viralizara un video que provocó fuertes críticas contra la maestra e incluso ameritó respuesta por parte del ConapredCIUDAD DE MÉXICO (apro). – El Centro de Estudios Superiores de San Ángel (CESSA) despidió a la profesora que hizo una broma antisemita durante una clase virtual, y cuyo video se viralizó en redes sociales.
“La profesora que realizó los comentarios quedó cesada de sus funciones de manera inmediata por lo que ya no presta servicios a nuestra institución. Sus ofensivas afirmaciones fueron realizadas a título personal y no reflejan la postura de CESSA Universidad, ni los valores con los que trabajamos en nuestra institución”, expuso el centro educativo en un comunicado que difundió en sus redes.
En su mensaje ofreció una disculpa a alumnos, egresados, profesores y colaboradores, así como a la comunidad judía, y dio a conocer que está realizando revisiones y reforzando capacitaciones al personal docente para que respete los principios de diversidad e inclusión.
Previamente, el rector y director general del CESSA, Alonso Guerrero Arteaga, se deslindó del juego de palabras antisemita que lanzó la profesora Irene García Méndez, durante una dinámica de contar chistes inofensivos durante su clase virtual.
“Su actuar no refleja la postura de CESSA Universidad”, sentenció la universidad en un comunicado emitirdo por la mañana, en el que el rector aseguró que en este centro educativo no tolerarán estas acciones y se tomarán las medidas necesarias para ser congruentes con el ideario y normatividad vigente.
Guerrero Arteaga ofreció una disculpa a la Comunidad Judía “por tan ofensivos comentarios”, pues con ellos tiene una estrecha y positiva relación desde hace muchos años, a través de alumnos y profesores dentro de esa casa de estudios, así como en las diferentes escuelas preparatorias y desea continuar manteniéndola de esa manera.
“En esta institución siempre hemos cuidado el respeto a cada individuo, independientemente de su religión, orientación sexual u opinión. Es por esto por lo que lamentamos mucho el que esto haya sucedido en una de nuestras aulas. En CEESA no se toleran esas acciones y se tomarán todas las medidas necesarias para ser congruentes con el ideario y la normatividad vigente”.
En el comunicado de cuatro párrafos, señaló que en el CEESA están “profundamente consternados por los desafortunados comentarios realizados por una profesora hacia sus alumnos”, cuyo nombre no citó, pero sí refirió al video que circula en redes sociales.
“Cabe destacar que su actuar no refleja la postura de CESSA Universidad”, sentenció.
¿Qué dijo la profesora?
Después de reírse por el chiste contado por una alumna, la profesora se dispuso a contar uno:
“A ver, está duro, eh. ¿Qué diferencia hay entre una pizza y un judío?”, dijo García Méndez entre risas.
En ese momento, los rostros de los alumnos se pusieron serios. Unos se llevaron las manos al rostro, otros hicieron muecas o apagaron sus cámaras. Solo uno se rió a carcajadas, esperando a que la maestra terminara de contar su chiste.
Así, García Méndez, al ver que nadie respondió a su pregunta, concluyó: “¿No? En que la pizza no grita cuando la meten al horno”. Y soltó la carcajada, mientras las alumnas se pusieron serias, se llevaron otra vez la mano al rostro en señal de desaprobación, pero la profesora se siguió riendo.
Una alumna le respondió: “Está demasiado de mal gusto su chiste”. Pero la profesora, quien se seguía riendo, le contestó: “¡Es fuerte!”. Pero la joven la interrumpió para añadir: “Sí, y se lo digo de verdad, como judía, se me hace de demasiado mal gusto su chiste”. En este punto, García Méndez, quien se seguía riendo, añadió: “Sí, yo sé muñequitas”, pero la alumna remató: “Asumo mi falta y me voy a retirar de su clase. Muchas gracias”.
Fue en este momento que la profesora trastabilló y le pidió que no se retirara, que debían contar todos los chistes, y que entendía su disgusto, aunque la alumna ya se había desconectado.
“¿Ya se fue? Si, ya se fue, ¿verdad?”, preguntó García Méndez y dijo: “Entiendo su disgusto, perfectamente, pero podemos entender que hay diferentes características y diferentes formas de ayudar y lo estábamos tomando de una forma agradable. No es necesario llegar a estos grados, desde mi punto de vista”, dijo en un tono más serio.
La profesora se justificó diciendo que su intención es hacer clases dinámicas, divertidas y no saturarlos con su materia. “Este evento, desde mi punto de vista, está totalmente fuera de lugar”, consideró y pidió a sus alumnos que le dijeran a su compañera ofendida que se uniera a la clase, independientemente de la falta, lo cual no importaba porque todos tienen asistencia.
La reacción en redes
“Los judíos estamos acostumbrados al antisemitismo en todas sus formas. Pero hay escenas que, por cotidianas, nos erizan la piel. Este video me hizo llorar de la rabia y el coraje (y la tristeza). Porque no es un chiste”, señaló una usuaria en redes sociales.
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) le respondió dejándole las vías disponibles para recibir orientación o interponer una queja, tanto ella como las personas que asistieron a esa clase.
Otra usuaria comentó que ojalá hubiera más chicas como la alumna que habló y se salió de la “clase dinámica y divertida” y que sus compañeras que no se rieron del pésimo chiste. “¡Qué indignación!”, comentó y Conapred también respondió.
Un usuario, por el contrario, señaló que fue una broma cruel, pero consideró que no se debería “victimizar de más”, porque, para él, “es parte de la cultura (buena o mala) del mexicano, de burlarse de todo a través de los chistes”, a lo que otro le respondió que no era cierto y lo que estaba haciendo era justificar algo que no debe ser.
“No podemos simplemente reírnos de todo, sobre todo cuando viene de por medio el sufrimiento generacional de otros. Tantita humanidad”.
A la mayoría no les pareció gracioso el chiste, otros siguieron con el discurso de que los mexicanos se burlan de todo, que con una disculpa bastaría y que no era necesario tanto escándalo. Pero otros recalcaron que no se trata de una reunión de amigos ni de un programa de televisión, sino de una maestra que está dando una clase, lo que incluye ser un ejemplo para sus alumnos.
FIN DE NOTA