El Vaticano

Puebla lleva la Navidad mexicana al Vaticano

Cada año, un estado federal de México es involucrado de cerca en las fiestas de diciembre que se celebran en el Vaticano, que básicamente es una donación de piezas artesanales para decorar los Museos Vaticanos y el aula Pablo VI, donde el papa Francisco realiza sus audiencias en época de invierno.
lunes, 20 de diciembre de 2021 · 13:57

ROMA. (apro).- De pie en la vía de la Conciliación en dirección del Vaticano, una pareja de turistas intentaba comprender exactamente qué estaba viendo. Entre los marmóreos edificios de la icónica calle romana, despuntaban veinte coloridas fotografías que ilustraban el volcán Popocatépetl, el festival de música y danza del Huey Atlixcáyotl, las mayólicas Talaveras y también unas de mujeres vestidas con la indumentaria tradicional de la China poblana, entre otras instantáneas.

“¿De qué se tratará?”, preguntó el hombre. “Algo de México”, respondió la mujer, señalando con el dedo índice el afiche informativo.

Cada año, un estado federal de México es involucrado de cerca en las fiestas de diciembre que se celebran en el Vaticano, que (además de la muestra fotográfica) básicamente es una donación de piezas artesanales para decorar los Museos Vaticanos y el aula Pablo VI, donde el papa Francisco realiza sus audiencias en la época de invierno. También se organiza una recepción que se celebra habitualmente en la noche y a la que también participan jerarcas del Vaticano. Es una idea que empezó hace trece años, en 2007, cuando el estado de Jalisco se convirtió en el primero en inaugurar esta tradición, a la que desde entonces han participado políticos de todo signo.

Pero con la pandemia, por las medidas impuestas en Europa para frenar el coronavirus y las restricciones para los viajes transatlánticos, la iniciativa se suspendió el año pasado.

No fue así este año. El Gobierno del Estado de Puebla, que era el que ya tenía previsto participar en 2020, logró, con la ayuda de la embajada de México ante la Santa Sede -la que suele coordinar este tipo de iniciativas con las autoridades vaticanas-, organizar el evento, conocido como la “Navidad mexicana en el Vaticano”.

En días de un no siempre idílico intercambio con la Iglesia católica, es la otra cara de las relaciones entre México y el Vaticano de Francisco. Un Papa considerado progresista pero que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador aún no ha encontrado en persona, aunque hacia él miren gran parte de las potencias del mundo, como atestiguan las recientes visitas en el Vaticano del presidente estadounidense Joe Biden, del francés Emmanuel Macron e, incluso, del ruso Vladimir Putin.

Como dice el embajador de México ante el Vaticano, Alberto Barranco: “El significado (de la iniciativa) es un mensaje que manda México, que se está levantando de la pandemia, que, a pesar de la adversidad por la situación, está presente en este magno escenario cultural e internacional que es el Vaticano”. “Efectivamente es un acto de diplomacia cultural”, añadió Barranco, en declaraciones a este medio, sobre esta estrategia diplomática que buscar ganar influencia a través de eventos culturales.

“Puebla es el Estado que hoy representa a México, aunque sí ha sido difícil la organización”, añade la secretaria de Economía de Puebla, Olivia Salomón, desplazada hasta Roma en representación del gobernador de la entidad, Miguel Barbosa. “Además de las relaciones con El Vaticano y la parte cultural, está el dar a conocer Puebla en el mundo”, agrega Salomón.

En estas circunstancias llegaron al Vaticano unas 400 artesanías elaboradas en 15 municipios de Puebla, entre ellas objetos de papel amate bordado en colores vivos, esferas de palma tejidas a mano, los tradicionales muñequitos de tela ataviados con trajes típicos, esferas y decoraciones de talaveras, vidrio soplado y metalistería, entre otros artefactos.

De igual manera también fue colocado en el aula Pablo XVI un presebe, elaborado en yute en Chignahuapan y con figuras de dos metros de altura. Con ello, también se abrió un nuevo punto de venta de productos mexicanos en la tienda de souvenirs del Vaticano, situada en el brazo de carlomagno de la plaza de San Pedro.

El cargamento arribó de la mano de cuatro tejedoras indígenas y una apicultura, invitadas al evento por las autoridades mexicanas: Teresa Lino Vello, de 61 años, Rosa Cortez Ramos, de 35 años, Celena Cuateta Ramos, de 26 años, Marisela Coleote y Cecilia Lino.

“El estar aquí es de mucha alegría y un reconocimiento. Me causa mucha emoción”, afirma al respecto Lino Vello, una indígena náhuatl del municipio de Hueyapan. “Estamos orgullosas porque nos han tomado en cuenta y que hagan ver que nuestros productos valen la pena, sobre todo porque son naturales”, añade Coleote.

El embajador Barranco lo observa en perspectiva. “Con esto estamos abriendo los 30 años de relaciones entre el Vaticano y la Santa Sede”, afirma, sobre esta cita cuyo aniversario será en septiembre de 2022 pero que ya antes de esa fecha, con toda probabilidad, será objetos de otras iniciativas y eventos culturales.

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