HIDALGO (apro).- José Artemio Maldonado Mejía, “El Michoacano”, líder del grupo armado Pueblos Unidos, fue el objetivo de rescate del comando armado que irrumpió en el Centro de Readaptación Social (Cereso) Tula esta madrugada y liberó a nueve reos.

“El Michoacano” es uno de los líderes de la ordeña en Hidalgo, según informes de inteligencia coordinada entre el estado y el gobierno federal por la política de combate al robo de hidrocarburo. Su organización tiene sede en la comunidad de La Loma, en el municipio de Tepetitlán. 

Maldonado Mejía había sido detenido el pasado viernes 26 de noviembre en Texcoco, Estado de México, en un operativo conjunto entre la Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS) de Hidalgo y la Policía Federal Ministerial, con imputaciones por homicidio y secuestro.  

Pueblos Unidos se visibilizó en la escena criminal a través de videos que difundió entre junio y julio pasado en redes sociales, en los que declaraba una “cacería” contra huachicoleros en la entidad, y acusar la presunta protección de miembros de la Procuraduría estatal, a quienes llamó “el Cártel de los Ministeriales”, a líderes del huachicol en la región del Valle del Mezquital.

Para inteligencia estatal, Pueblos Unidos es una supuesta reagrupación de Emes o los Maras, ahora establecidos en Tepetitlán, que antes eran responsables del secuestro de migrantes en Mexicali, pero sus principales líderes son originarios de Pachuca. 

La agrupación, cuando operaba en Mexicali, tenía como líder a Lucio Maldonado Mejía, quien, al igual que esta madrugada su hermano José Artemio, fue liberado por un comando armado en 2012 tras interceptar un vehículo de la policía que lo trasladaba a realizarse exámenes médicos, mientras purgaba una condena por secuestro.  

Con “El Michoacano”, las autoridades locales contabilizaban 14 los miembros de esta agrupación asentada en Tepetitlán que habían sido detenidos.

Las corporaciones de seguridad de la región, del estado y entidades vecinas, así como del Ejército y la Guardia Nacional, desplegaron un operativo de búsqueda para la recaptura de Maldonado Mejía, que ha dejado como saldo preliminar dos agentes heridos, más enfrentamientos armados y la explosión de tres coches bomba: uno afuera del penal, que fue utilizado por el comando armado para ingresar, otro en la carretera Tula-El Carmen, cerca del Hospital regional, y uno más en las inmediaciones de la refinería Miguel Hidalgo.

A la última explosión de un coche bomba en Tula le antecede casi década: el 22 de enero de 2011, el estallido de un vehículo en la comunidad de El Carmen cobró la vida del comandante de la policía estatal Víctor Peña Pérez y dejó tres elementos más heridos, que habían acudido tras una llamada de alerta sobre el supuesto hallazgo de un cuerpo en la cajuela de un auto abandonado. El atentado fue atribuido por el gobierno al cártel de Los Zetas.