CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) emitió una recomendación dirigida a la Secretaría de Salud capitalina para que mejore las condiciones laborales, de seguridad y de higiene de los médicos legistas.

La presentación de la recomendación general (02/2021) fue hecha por la presidenta de la CDHCM, Nashieli Ramírez Hernández, y la responsable de la Quinta Visitaduría, Nadia Sierra Campos, quienes destacaron que con la pandemia de covid-19 se “profundizaron” las “condiciones sumamente adversas” en que ya de por sí laboraban las 482 médicas y médicos legistas que hay en la Ciudad de México.

Sobrecargas de trabajo, falta de insumos y de equipo médico, deficiente capacitación, hostigamiento laboral y falta de infraestructura en sus centros de trabajo, son algunas de las carencias que detectó la Quinta Visitaduría en las 71 unidades de medicina legal que existen en la capital del país.

Nashieli Ramírez y Nadia Sierra precisaron que este personal médico trabaja en agencias del Ministerio Público, juzgados cívicos, hospitales y centros de reclusión.

Respecto a la sobrecarga de trabajo y falta de protección, la recomendación de la CDHCM detalla que las y los médicos legistas atienden “alrededor de 40 usuarios al día, sin protección adecuada, sin cubrebocas de uso médico ni insumos de calidad”, puesto que la Secretaría de Salud de la Ciudad de México únicamente les entrega, para protegerse durante un mes, unas cuantas toallas, una bata amarilla delgada, guantes, un jabón y un pequeño frasco de alcohol de 100 mililitros.

La recomendación de 49 páginas precisa que, en el actual contexto de la pandemia de vovid-19, ese personal médico, que comúnmente trabaja con cadáveres, tiene un “alto riesgo de contagio” debido al “incumplimiento de medidas de seguridad e higiene” en sus centros de trabajo, al grado de que en algunos no hay ni lavamanos, ni toallas para secarse las manos, ni botes para depositar los residuos biológicos.

Muchos consultorios –prosigue la recomendación-- “carecen de instrumental médico y mobiliario básico, o bien resultan inutilizables por sus condiciones”.

Igualmente, se detectaron “deficiencias” en los espacios de trabajo “en cuanto a ventilación, iluminación natural y tamaño”. Incluso resulta “insuficiente” la “limpieza de los espacios”, al grado que en ocasiones el mismo personal médico se ve obligado a comprar los “insumos” de limpieza.

Estos trabajadores de la salud laboran, además, en “ambientes peligrosos para su integridad física, psicológica y sexual”, por lo que las mujeres resultan ser muy vulnerables.

Apoyada con 42 entrevistas, realizadas en los centros laborales, la recomendación resalta: “Algunas personas encuestadas refirieron además haber recibido una orden de modificar su jornada de trabajo de manera arbitraria y sin una justificación. Esto constituye una práctica generalmente aceptada por las personas trabajadoras en función de las cargas de trabajo que identifique la Secretaría de Salud.

“Además del cansancio físico y mental que causa el desarrollo de sus actividades, existen largos periodos de traslado que se suman a la frecuencia de sus turnos, lo que impacta en el disfrute de los tiempos de descanso”.

Varios entrevistados manifestaron “desconocer los mecanismos institucionales para denunciar agravios de esta naturaleza al interior de la Secretaría de Salud. Esto significa que los esfuerzos que haya hecho la Secretaría para impulsar un trabajo libre de violencia han resultado infructuosos para sus personas trabajadoras, quienes no conocen los derechos laborales que les asisten”.

La situación se complica aún más porque los “espacios” en que trabajan los médicos legistas no pertenecen a la Secretaría de Salud, sino a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, y hasta el momento no ha habido una adecuada “coordinación” entre estas dos instancias.

Debido a lo anterior, la CDHCM recomienda a la Secretaría de Salud establecer un mecanismo de “coordinación institucional” con la Fiscalía y el sistema penitenciario de la Ciudad de México, a fin de que “se adopten medidas tendientes a garantizar las condiciones de seguridad e higiene en las que el personal médico legista desarrolla su trabajo”.

Entre estas medidas destacan: cumplir con las normas de higiene y sanitización, dotar al personal de los insumos y mobiliario necesarios, mejorar “progresiva y sustantivamente” sus condiciones de trabajo.

También capacitar a este personal en materia de derechos humanos, perspectiva de género, prevención y erradicación del acoso y hostigamiento laboral.