CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Las reformas a la Ley del Banco de México (Banxico) aprobadas en el Senado violan la autonomía constitucional de esa institución y podrían generar un fuerte impacto adverso en sus operaciones.

Así lo señaló Alejandro Díaz de León Carrillo, gobernador de Banxico, en una reunión con los diputados que integran la Comisión de Hacienda y Crédito Público, quienes analizan la minuta enviada por los senadores.

De hecho, el funcionario anunció que entregará a los legisladores alternativas para fortalecer y mejorar los procedimientos con efectivo en moneda extranjera, conservando la autonomía e integridad del Banxico y de sus operaciones, todo ello en beneficio del país.

El gobernador alertó que la adquisición de los activos en moneda extranjera haría que el Banco Central pase de ser una entidad pública que no representa ni tiene riesgo de lavado de dinero, a que sea clasificada de alto riesgo.

Díaz de León Carrillo advirtió que de aprobarse la reforma en San Lázaro tal como la envió el Senado, “podrían poner en riesgo los acuerdos con instituciones monetarias y financieras del exterior, en los que participa el Banco de México, lo que vulneraría las relaciones bilaterales del Estado Mexicano con los Estados respectivos, en especial con Estados Unidos".

Puso como ejemplo el riesgo en que se pondría la línea Swap, que este año otorgó la Reserva Federal de Estados Unidos a Banxico por 60 mil millones de dólares y que fue clave para generar la confianza en el mercado cambiario nacional.

El gobernador del Banxico adelantó que algunas autoridades de Estados Unidos encargadas de la prevención de operaciones ilícitas ya han tenido acercamientos para expresar sus consideraciones en cuanto al riesgo de la reforma.

En reunión virtual con diputados, Díaz de León Carrillo detalló que el proyecto avalado por el Senado y que los diputados deberán analizar, aprobar o modificar, propiciaría la inutilidad de los billetes y monedas extranjeras para los propósitos de la reserva de los activos internacionales, así como afectaciones al balance del Banco Central en deterioro del cumplimiento de su mandato.

Además, el gobernador de Banxico sostuvo que los activos no contarían con la disponibilidad inmediata que se requiere para que sean utilizados en los fines económicos y legales de la propia reserva y, al mantenerse en efectivo tales billetes y monedas, no podrían ser invertidas.

Habría, precisó, un debilitamiento de los estándares en el manejo de moneda extranjera en efectivo; traslado de riesgo al Banco de México, y ninguna contraparte de Banxico aceptaría los billetes y monedas que adquiere.