MADRID (EUROPA PRESS).- El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, informó este lunes que el Ejército tomó el control de varias aldeas de la región de Cebrayil, en la frontera con Nagorno Karabaj, horas después de que los gobiernos de Baku y Armenia incumplieran su segundo alto el fuego, desde la escalada de tensiones entre ambos países.
"Las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán han liberado de la ocupación las aldeas de Soltanli, Amirvanli, Masanli, Alikeykhanli, Kumlaq, Hacili, Goyercin Veyselli, Niyazqulular, Kechalmamedli, Sahvelli, Haci Ismayilli, Isaqli de la región de Cebrayil", comunicó a través de Twitter Aliyev.
Tras entrar en vigor la segunda tregua humanitaria entre ambos países este domingo a las 00 horas, Aliyev denunció a Armenia de violar este alto el fuego humanitario. "Después de las 00.02 del 18 de octubre las Fuerzas Armadas de Armenia, en grave violación del alto el fuego temporal acordado, bombardearon varias localidades y posiciones de Azerbaiyán con artillería pesada", detalló.
El pasado 10 de octubre ambas partes alcanzaron un acuerdo para un alto el fuego humanitario que frenara el rebrote de la violencia iniciado el 27 de septiembre, pero tanto Armenia como Azerbaiyán se han acusado mutuamente de incumplir lo pactado.
Armenia se hizo con el control de todo el enclave de Nagorno Karabaj y de siete distritos colindantes en suelo azerí durante la guerra que le enfrentó con Azerbaiyán.
Desde entonces, los esfuerzos de mediación de Rusia, Francia y Estados Unidos, copresidentes del Grupo de Minsk en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), no han logrado resolver el conflicto por la soberanía de esta región.
Azerbaiyán sostiene que está combatiendo para recuperar el control de un territorio que le pertenece y que está reconocido así a nivel internacional. Armenia, por su parte, mantiene que está defendiendo el derecho de autodeterminación de la región de Nagorno Karabaj.
Las hostilidades, en las que las partes beligerantes llegaron a usar blindados, artillería, aviación y sistemas de misiles por primera vez desde la guerra de 1992-1994, han provocado centenares de bajas militares y decenas de víctimas civiles.
El secretario general de
Naciones Unidas, António Guterres, condenó el domingo "todos los ataques contra zonas pobladas afectadas por el conflicto" y tildó de "totalmente inaceptable" la "trágica pérdida de vidas civiles, incluidos niños" en el ataque del viernes contra la ciudad azerí de Ganja.
Así, subrayó que también fueron "totalmente inaceptables" los "ataques indiscriminados" en Stepanakert, capital de Nagorno Karabaj, y otras localidades en la región en disputa o sus alrededores.
El portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, manifestó además que "el secretario general (de la ONU) lamenta profundamente que las partes hayan ignorado continuamente los repetidos llamamientos de la comunidad internacional para detener inmediatamente los combates".
"Como recalcó de nuevo en sus últimas conversaciones con los ministros de Exteriores de Armenia y Azerbaiyán, ambas partes tienen la obligación bajo el Derecho Humanitario de tener cuidado constantemente a la hora de proteger a los civiles y la infraestructura civil durante sus operaciones", añadió.
Por último, tomó nota del anuncio de una tregua humanitaria a partir del domingo y expresó su deseo de que "ambas partes cumplan totalmente este compromiso y reinicien negociaciones sustanciales sin retrasos y bajo los auspicios del Grupo de Minsk de la OSC