CIUDAD DE MÉXICO (apro). - Este 1 de octubre entró en vigor el nuevo etiquetado frontal de advertencia para alimentos y bebidas ultraprocesadas y cuya normatividad fue considerada por la Unicef como una de las mejores del mundo.
La Alianza por la Salud, una de las agrupaciones que más impulso esa iniciativa, recordó que esta medida obliga a los fabricantes a incluir un etiquetado a los productos que excedan la cantidad de calorías, azúcar, sodio, grasas
trans y saturadas recomendadas, así como a los que contengan edulcorantes no calóricos o cafeína para evitar su consumo en niños.
A pesar de ser ya una realidad, las empresas tendrán hasta el último día de noviembre para comercializar los productos que tienen sin el etiquetado y a partir del 1 de diciembre serán sancionadas si no cumplen con la nueva normatividad.
“A la fecha, México cuenta con la regulación más avanzada en el mundo en materia de etiquetado de productos procesados y ultraprocesados. Un ejemplo para la región y para el mundo, que resulta de la fuerte base en la evidencia y experiencia acumulada en la región y que se basa en las recomendaciones de la OPS/OMS”, resaltó Fabio Gomes, asesor regional en Nutrición y Actividad Física para las Américas en la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Paulina Magaña, coordinadora de salud alimentaria en El Poder del Consumidor, celebró en el Webinar #NiñezPrimero, la entrada de vigor del etiquetado e indicó que es el resultado de experiencias como la chilena, en la que un etiquetado similar logró la reducción de hasta el 25% de las bebidas azucaradas y el 14% de los cereales de caja.
La Alianza destacó que el nuevo etiquetado tiene el apoyo de organismos de las Naciones Unidas como la OMS, la OPS, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), así como instituciones como el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), la Universidad Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Por otra parte, resaltó que la OMS entregó el pasado 24 de septiembre un premio sobre la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles (ENT) a la Secretaría de Salud por ser un ejemplo para en la prevención y control de estas enfermedades con la nueva normativa.
Simón Barquera, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública de México, comentó en el Webinar que hay una relación entre la comida chatarra y el responder peor a una infección, ya que las personas con mayor peso presentan mayor inflamación crónica y tienden a defenderse menos de las infecciones, además de que su condición aumenta en un 47% la severidad del covid-19.
“Llevamos diciendo 20 años que esta dieta no es correcta”, comentó.
“Este modelo de alimentación nos está causando no solo problemas que tienen que ver con las enfermedades crónicas, sino que está complicando covid. Es un llamado muy fuerte de atención a que debemos de tratar estos problemas con más seriedad y firmeza”.
Barquera relató que los mexicanos han dejado de lado su comida tradicional y alimentos típicos para consumir productos procesados y actualmente “cada persona en México consume 165 litros de bebidas azucaradas al año”.
Por otra parte, relató que la diabetes ha aumentado de manera exponencial en el país, ya que pasó de provocar menos de 20 mil muertes al año en la década de los 80 a ser responsable de la muerte de 100 mil personas cada año.
Al referirse a los amparos que varias empresas han presentado contra las nuevas medidas, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, comentó que esperan que el poder judicial esté a la altura y ponga por delante el derecho a la salud, frente a las epidemias de obesidad y diabetes que se viven en el país.
Barquera señaló que el etiquetado no es la solución, es una de las estrategias para guiar mejor las elecciones alimentarias, y mencionó que existen otros pasos como mejorar la educación y aumentar impuestos, como sucede con los cigarros.
Por su parte, Mauro Brero, jefe de nutrición de Unicef en México advirtió que “si bien el etiquetado por sí mismo tiene el potencial de brindar beneficios directos, aún se requiere armonizar con otras medidas para garantizar un ambiente saludable para niñas y niños, por ejemplo, la reglamentación del marketing de productos alimenticios que se dirigen a ellas y ellos”.
Con información de Melisa Carrillo