TORONTO (AP).- Canadá parece dispuesta a elegir a un exbanquero central mesurado para lidiar con las amenazas que los aranceles del presidente Donald Trump representan contra un pilar del libre comercio occidental.

Mark Carney, de 59 años, podría convertirse en el próximo primer ministro cuando el gobernante Partido Liberal de Canadá anuncie un reemplazo para Justin Trudeau en una votación de liderazgo este día.

Los conservadores de la oposición esperaban que las elecciones giraran en torno a Trudeau, cuya popularidad se redujo a medida que subían los precios de los alimentos y la vivienda y aumentaba la inmigración. Trudeau anunció su dimisión en enero, pero seguirá siendo primer ministro hasta que se elija a un sucesor. Las leyes electorales exigen que la votación se realice antes de octubre, pero se espera que sea antes.

La guerra comercial de Trump y sus palabras de convertir a Canadá en el estado número 51 enfureció a los canadienses, que abuchean el himno estadunidense en los partidos de la NHL y la NBA. Algunos cancelan viajes al sur y muchos evitan comprar productos estadounidenses cuando pueden.

El aumento del nacionalismo canadiense reforzó las posibilidades del Partido Liberal en las elecciones parlamentarias que se esperan dentro de unos días o semanas, y los resultados de los liberales han ido mejorando constantemente en las encuestas de opinión.

Después de décadas de estabilidad bilateral, se espera que la votación sobre el próximo líder de Canadá se centre ahora en quién está mejor preparado para tratar con Estados Unidos.

¿Quién es Mark Carney?

Carney afrontó crisis cuando era director del banco central de Canadá y se convirtió en el primer no ciudadano en dirigir el Banco de Inglaterra desde su fundación en 1694.

Su nombramiento recibió elogios bipartidistas en Gran Bretaña después de que Canadá se recuperara de la crisis financiera de 2008 más rápido que muchos otros países.

A Carney se le atribuye el mérito de mantener el flujo de dinero a través de la economía canadiense al actuar rápidamente para reducir las tasas de interés a su nivel más bajo de la historia del 1%, trabajar con los banqueros para sostener los préstamos durante la crisis y, fundamentalmente, dejar saber al público que las tasas se mantendrían bajas para que siguieran pidiendo préstamos.

Y no sólo tenía buenas políticas, sino que las vendía al público de una manera que todo el mundo podía entender. Fue el primer banquero central que se comprometió a mantenerlas en un mínimo histórico durante un tiempo determinado, una medida que luego seguiría la Reserva Federal de Estados Unidos. Carney ha recibido un apoyo tras otro de ministros del gabinete y miembros del Parlamento desde que declaró su candidatura en enero.

La otra candidata principal al liderazgo del Partido Liberal es la ex viceprimera ministra Chrystia Freeland. En diciembre, Trudeau le dijo a Freeland que ya no la quería como ministra de Finanzas, pero que podía seguir siendo viceprimera ministra y la persona clave para las relaciones entre Estados Unidos y Canadá. Freeland renunció poco después y publicó una carta mordaz sobre el gobierno que resultó ser la gota que colmó el vaso para Trudeau.

Tres puntos hicieron que la carrera por el liderazgo se desbocara para Carney. Freeland tenía una larga relación con el impopular Trudeau. Carney trabajó duro para conseguir el apoyo de los miembros liberales del Parlamento. Y la fijación de Trump con los aranceles también fue fundamental, dijo Nelson Wiseman, profesor emérito de la Universidad de Toronto.

“Los diputados liberales de base temían perder sus escaños y sabían que Carney tenía más posibilidades de ser elegido como su líder que Freeland”, dijo Wiseman.

¿Qué sigue para Canadá?

Los miembros del Partido Liberal elegirán a un nuevo líder en una votación secreta que se anunciará el domingo y en la que participarán unos 140.000 miembros. Se espera que el nuevo líder convoque elecciones poco después. O bien el nuevo líder del Partido Liberal convocará unas elecciones, o bien los partidos de la oposición en el Parlamento podrían forzarlas con una moción de censura este mes.

Daniel Béland, profesor de ciencias políticas en la Universidad McGill de Montreal, dijo que la actitud tranquila de Carney y su excelente currículum lo convierten en una figura tranquilizadora para muchos canadienses en un momento en que Trump está atacando la economía y la soberanía de su país.

Béland dijo que ese estilo y perfil contrastan fuertemente con los de Pierre Poilievre, del Partido Conservador, a quien llamó un verdadero político de carrera que ha adoptado una retórica populista similar a la de Trump.