sarampión
En Estados Unidos crece el temor por una crisis sanitaria en un contexto crítico con las vacunas
Desde inicios de año, se registraron 90 casos de sarampión en Texas y una decena en el vecino estado de Nuevo México, lo que hace temer un rebrote de esta grave enfermedad.(France 24).- Descenso de las tasas de vacunación, nuevos casos de sarampión y la llegada de un escéptico de las vacunas al departamento de Salud: los profesionales sanitarios de Estados Unidos alertan de un "desastre a punto de ocurrir".
Desde principios de año, se registraron 90 casos de sarampión en Texas, una decena en el vecino estado de Nuevo México y un puñado más en todo el país, lo que hace temer un rebrote de esta grave enfermedad contagiosa, prácticamente erradicada gracias a la vacunación.
"El sarampión es el presagio" de una próxima crisis, declaró a la AFP el infectólogo pediátrico Paul Offit, señalando la caída de las tasas de vacunación desde la pandemia de covid-19.
En un contexto de creciente desconfianza hacia las autoridades sanitarias y los laboratorios farmacéuticos, cada vez más padres deciden no vacunar a sus hijos.
La proporción de niños en edad preescolar vacunados contra el sarampión -que es obligatorio-disminuyó a nivel nacional del 95% en 2019 a menos del 93% en 2023, con grandes variaciones regionales. En Idaho, cayó por debajo del 80%.
Los expertos advierten de que esta tendencia podría empeorar aún más con el nuevo secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., que ha cuestionado repetidamente la seguridad de las vacunas y ha transmitido información falsa sobre ellas.
El resultado podría ser el regreso de enfermedades hasta ahora desaparecidas o casi.
"Es un desastre a punto de ocurrir", afirma Offit.
"Exención religiosa"
"Ya está ocurriendo. Nuestras tasas de inmunización ya son lo suficientemente bajas como para que los niños vulnerables contraigan estas enfermedades", señala Jennifer Herricks, científica de una asociación de Luisiana que promueve la vacunación.
En Luisiana, recientemente se registraron casos de tos convulsiva que causaron la muerte de dos niños, informaron los medios locales.
Como en el caso del sarampión, los expertos señalan con el dedo acusador a las exenciones de vacunación.
En gran parte del país, los padres pueden alegar una razón distinta de una contraindicación médica para librar a sus hijos de la vacunación obligatoria.
Muchos estados tienen una "exención religiosa", otros una cláusula "filosófica", o ambas.
En Texas, el segundo estado más poblado del país, "se puede decir simplemente que no se está de acuerdo", explica Terri Burke, de Immunization Partnership.
La mayoría de los 90 casos de sarampión registrados este año en Texas se dieron en un condado con una importante población menonita, una comunidad religiosa ultraconservadora, lo que recuerda a la epidemia de 2019 en las comunidades judías ortodoxas de Nueva York y Nueva Jersey, con más de mil 100 casos.
Politización creciente
Aunque los motivos de estas exenciones pueden variar, desde creencias religiosas, miedo a efectos secundarios, desconfianza o dificultad para acceder a un médico, existe una tendencia vinculada a las "secuelas" de la pandemia de covid-19, según Richard Hughes, especialista en políticas de salud pública de la Universidad George Washington.
La población está "frustrada con la respuesta global del Gobierno", desde los mensajes contradictorios sobre las mascarillas hasta los requisitos de vacunación, explica.
"Hubiera sido mejor seguir animando a la gente a vacunarse en lugar de obligarlos a hacerlo"
Esta frustración se ve exacerbada por las numerosas noticias falsas difundidas en las redes sociales.
Al mismo tiempo, el miedo asociado a las enfermedades infecciosas se ha desvanecido entre la población, según Offit. "Hemos eliminado el recuerdo del sarampión. La gente no se da cuenta hasta qué punto este virus puede enfermar y matar", afirma.
Antes del desarrollo de una vacuna a principios de los años 1960, Estados Unidos registraba entre 3 y 4 millones de casos al año, y entre 400 y 500 muertes asociadas.
Pero más allá de estos factores, también se destaca la creciente politización de la vacunación. En todo el país, los legisladores introducen cada vez más proyectos de ley para suprimir los requisitos de vacunación a nivel local, prohibir ciertos tipos de vacunas o facilitar el uso de exenciones.
Ahora hay más del doble de leyes sobre el tema que antes de la pandemia, afirma Jennifer Herricks, que participa en el seguimiento nacional.
Esto provocó, por ejemplo, el cese de las estadísticas sobre vacunas en Montana y el fin de la promoción de vacunas en Luisiana. Todos estos signos de un cambio en el énfasis puesto en la vacunación, que hasta ahora se consideraba la piedra angular de las políticas sanitarias.
"Esto es un presagio de lo que estamos empezando a ver y estamos a punto de ver a nivel federal, con Robert Kennedy Jr", advierte Hughes.