Ecuador

Llega la AMLOfobia a Ecuador y se le revierte al presidente Noboa su estrategia contra México

Con la intención de sumar votos para su reelección en Ecuador, Daniel Noboa llevó a la palestra el discurso contra el expresidente mexicano, pero esa estrategia y su anuncio de aranceles contra productos mexicanos jugaron en favor de su opositora, Luisa González.
martes, 11 de febrero de 2025 · 05:00

BOGOTÁ (Proceso).– Cuando hace unos días el presidente y candidato derechista de Ecuador, Daniel Noboa, conoció estudios de opinión que indicaban su caída en las preferencias electorales y el ascenso de la abanderada del izquierdista partido Revolución Ciudadana (RC), Luisa González, su eficiente equipo de comunicaciones le recomendó usar “el tema México”, que tiene como telón de fondo la amlofobia.

Y es que la derecha ecuatoriana no olvida que el expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) no sólo acogió en México al círculo compacto del exmandatario izquierdista Rafael Correa –principal adversario de la elite económica y los políticos tradicionales de ese país–, sino que en una de sus mañaneras puso en entredicho la manera en que Daniel Noboa había ganado los comicios de 2023.

Por eso, cuando según políticos opositores ecuatorianos los asesores de imagen de Noboa le propusieron usar a México en su campaña de reelección, el presidente y candidato no lo dudó. Al fin y al cabo, la gobernante mexicana, Claudia Sheinbaum, es la continuidad de López Obrador, de “AMLO”, un acrónimo que suscita fobia entre las elites acomodadas de Ecuador.

El “golpe de efecto” relacionado con México se produjo el 3 de enero último, sólo seis días antes de las elecciones presidenciales del 9 de enero pasado, cuando el multimillonario y joven presidente nacido en Estados Unidos anunció que impondría un arancel de 27% a los productos mexicanos de importación.

El sociólogo y politólogo ecuatoriano Franklin Ramírez dijo a Proceso que, con esa medida, que resultó “ridícula”, Noboa buscó dar un manotazo espectacular en la campaña electoral porque sabía que estaba perdiendo apoyo en los sondeos preelectorales.

Daniel Noboa, el joven heredero de la familia más acaudala de Ecuador (su padre es el magnate bananero y naviero Álvaro Noboa, cuya fortuna rebasa los mil millones de dólares), aspiraba hasta hace pocos días a ganar en la primera vuelta de este domingo, para lo cual necesitaba obtener al menos 50.01% de los votos.

Pero algo salió mal y la verdadera ganadora de las elecciones fue Luisa González, la candidata del izquierdista partido Revolución Ciudadana, del expresidente Correa. Aunque la aspirante correísta quedó virtualmente empatada con Noboa (él obtuvo 44.31% de los votos y ella, 43.83%), logró pasar a la segunda vuelta electoral del próximo 13 de abril y muchos analistas la ubican como la favorita para ganar la Presidencia en esa ronda.

Noboa. Aranceles contra México, un balazo en el pie. Foto: Carlos Noriega / AP

Para el politólogo Santiago Basave, la decisión de Noboa de imponer aranceles a México acabó por jugarle en contra y tuvo un “efecto bumerang” en su campaña. Esto, porque hasta sectores empresariales anticorreístas deploraron la medida.

“El tema México jugó en su contra porque molestó a sectores no correístas, como también jugaron en su contra otros asuntos, como la crisis eléctrica (el año pasado Ecuador vivió apagones de hasta 14 horas diarias) y su decisión de no pedir licencia al cargo para hacer campaña, lo que viola le ley”, señala Basave.

 

Émulo de Trump y de Bukele

De acuerdo Franklin Ramírez, profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en Ecuador, Noboa quiso proyectarse como “émulo” del mandatario estadunidense Donald Trump con el tema de los aranceles contra México.

El mismo día que anunció la medida, Trump había acordado con Sheinbaum suspender por 30 días la imposición de aranceles de 25% a los productos mexicanos que importa Estados Unidos.

Noboa fue uno de los mandatarios derechistas que asistieron el 20 de enero a la toma de posesión de Trump. Otro de ellos fue el mandatario salvadoreño Nayib Bukele, un referente para el presidente ecuatoriano en el combate militarizado contra el crimen organizado, sin importar el costo humanitario de esa estrategia, y en la predisposición a buscar atajos cuando cumplir la ley no conviene a sus intereses políticos.

Ramírez, quien es doctor en ciencias políticas de la Universidad de París VIII, considera que, al igual que Bukele, Noboa es exponente del “autoritarismo milenial”, y ese sello, combinado con su impericia política y su actitud de “niño rico” que siempre se sale con la suya, lo lleva a tomar decisiones precipitadas.

El exministro ecuatoriano de Producción y Comercio Exterior Julio José Prado, un anticorreísta, consideró que la imposición de aranceles a México sentó un mal precedente porque revela poca seriedad del gobierno de Noboa, expone al país a demandas ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) y afectará más a Ecuador que a México.

Señaló que, además, México podría actuar en reciprocidad e imponer tarifas a las exportaciones ecuatorianas a ese mercado, como productos de cacao, muebles y maderas, manufacturas de metal y alimentos procesados.

“Así México no haga nada, igual nos afectamos nosotros más que ellos”, aseguró.

Trump. Inspiración negativa en Ecuador. Foto: Alex Brandon / AP

Las exportaciones de Ecuador a México crecieron un 58% entre el periodo enero-octubre de 2023 y 2024, al pasar de 158 millones de dólares a 273 millones en ese lapso, mientras que las importaciones cayeron 18% en el mismo periodo, al bajar de 602 millones de dólares a 494 millones de dólares.

Las exportaciones de México a Ecuador apenas representan 0.079% del total.

Atrás de la medida de Noboa está, desde luego, la amlofobia, que según analistas como Santiago Basave comenzó por los dardos que lanzaba López Obrador desde sus conferencias mañaneras, cuando era presidente, al inexperto e impulsivo mandatario ecuatoriano.

Y lo hacía, desde luego, por su cercanía con el expresidente Correa, un político controvertido, que polariza –las elecciones del domingo ratificaron que el espectro político de Ecuador se divide entre correístas y anticorreístas–, pero también un referente del progresismo latinoamericano.

 

Los dardos de AMLO

Durante el sexenio de López Obrador varios exfuncionarios del gobierno de Rafael Correa (2007-2017) se refugiaron en México y fueron acogidos por la 4T.

El mismo Correa, quien fue sentenciado a ocho años de cárcel en su país por un polémico caso de corrupción y está refugiado en Bélgica, viaja con frecuencia a México para reunirse con sus excolaboradores.

Entre los correístas exiliados en México figuran el excanciller Ricardo Patiño; los exlegisladores Gabriela Rivadeneira, Sofía Espín, Soledad Buendía, Carlos Viteri y Luis Molina y el exsuperintendente de Comunicación, Carlos Ochoa.

Algunos de ellos tienen procesos judiciales abiertos que atribuyen a la persecución política desatada contra ese sector por el sucesor de Correa en la presidencia, Lenin Moreno, quien reside desde 2022 en Paraguay por un caso por corrupción que le abrió la justicia de su país y hoy alega ser, como su antecesor, un perseguido político.

Rivadeneira ha dicho que México protege a los ecuatorianos que “hemos sufrido lawfare (persecución política a través de instancias judiciales instrumentalizadas)”.

Otros correístas radicados en México son el exministro de Transporte y Obras Públicas, Walter Solís, y la exlegisladora Viviana Bonilla, quienes han sido condenados por la justicia ecuatoriana por casos de sobornos, y Daniel Tovar, quien –de acuerdo con Mexicanos Contra la Corrupción– fue coordinador de contenido digitales del expresidente López Obrador.

Pero el hecho de que México se hubiera convertido en un refugio de correístas perseguidos por la justicia ecuatoriana no le había parecido importar al presidente Noboa hasta que se desató una confrontación que escaló de a poco y que desembocó el año pasado en una crisis diplomática binacional.

En su conferencia matutina del 3 de abril de 2024, López Obrador sugirió que Noboa –a quien no se refirió por su nombre– había llegado al poder en las elecciones presidenciales de octubre de 2023 porque el asesinato del candidato opositor Fernando Villavicencio, ocurrido dos meses antes, lo hizo subir en las preferencias y causó la caída en las preferencias de la candidata correísta Luisa González.

 El 4 de abril de 2024 el gobierno de Noboa respondió con la expulsión de la embajadora de México en Ecuador, Raquel Serur, lo que para los especialistas en relaciones internacionales fue “un despropósito y un error enorme” porque lo procedente era una nota de protesta por las declaraciones injerencistas de López Obrador.

González, la favorita de la 4T. Foto:  Carlos Noriega / AP

El viernes 5 de abril del año pasado, México concedió asilo político al exvicepresidente Jorge Glas, quien se había refugiado en la embajada mexicana en Quito el 17 de diciembre de 2023, y esa misma noche, la policía ecuatoriana allanó mediante un operativo armado la sede diplomática para detener al político correísta.

Dice el doctor en ciencia política Santiago Basabe:

Esta violación de la soberanía mexicana fue un error monumental de Noboa y dejó un precedente nefasto, pero López Obrador también tiene una enorme responsabilidad en los ocurrido porque fue quien inició este incidente con declaraciones absolutamente desubicadas e injerencistas en asuntos internos de Ecuador.

México rompió relaciones diplomáticas con Ecuador el 6 de abril de 2024 por el allanamiento de su Embajada y demandó al país sudamericano en la Corte Internacional de La Haya por violar el derecho internacional con esa acción.

Para Noboa, el asalto a la Embajada mexicana ha tenido un alto costo internacional, pero a escala interna esa controvertida decisión fue respaldada por la mayoría de los ecuatorianos.

El sociólogo Franklin Ramírez señala que, quizá por ese antecedente, el equipo de comunicaciones de Noboa –que ha sabido compensar con contenidos eficientes en redes sociales la frialdad y lejanía del mandatario con la gente– pensó que era buena idea explotar de nuevo el “tema México”.

Pero esa estrategia, en esta ocasión, “no les salió bien”, asegura.

Por si fuera poco, en su conferencia mañanera de ayer 10 de febrero, la presidenta Claudia Sheinbaum, sin pregunta de por medio, expresó ante la prensa:

“Aprovecho, antes de que se me vaya el tiempo, para decir que ojalá en Ecuador pronto griten “¡presidenta!”, con “A”, y se puedan restablecer las relaciones México-Ecuador”.

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