Bolivia
Gana el derechista Rodrigo Paz las elecciones presidenciales en Bolivia
El abanderado del Partido Demócrata Cristiano encontrará un país en recesión económica, sin suficientes divisas para realizar sus importaciones, con una severa escasez de combustible y una inflación interanual de 24 por ciento.BOGOTÁ (apro).- El candidato derechista Rodrigo Paz, un economista y político que propone un “capitalismo para todos”, ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo en Bolivia al obtener el 54.53% de los votos, lo que le da una ventaja de más de nueve puntos porcentuales sobre su oponente, el neoliberal Jorge “Tuto” Quiroga.
Según el Sistema de Resultados Electorales Preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE), con el 98.2% de los votos escrutados, Paz, hijo del expresidente boliviano Jaime Paz Zamora, será el próximo mandatario de Bolivia y cumplirá el periodo 2025-2030.
Quiroga obtuvo el 45.5% de los sufragios, mientras que la participación electoral llegó al 87%.
Esta tendencia a favor de Paz “parece ser irreversible”, dijo el presidente del TSE, Óscar Hassenteufel.
El abanderado del Partido Demócrata Cristiano (PDC), quien asumirá como mandatario el próximo 8 de noviembre, encontrará un país en recesión económica, sin suficientes divisas para realizar sus importaciones, con una severa escasez de combustible y una inflación interanual de 24%, lo que dispara los precios de los alimentos y productos básicos.
“La prioridad es recuperar la economía y lo que viene es duro”, dijo el virtual presidente electo de Bolivia, quien está consciente de que enfrentar la crisis económica pasa por tomar medidas que resultan altamente impopulares, como el desmonte gradual de los subsidios a los combustibles y un ajuste presupuestal que podría hacer profundizar la recesión.
Gobierno de coalición
El triunfo de Paz marca un giro a la derecha en Bolivia, un país que ha sido gobernado las últimas dos décadas por el izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS), del expresidente Evo Morales y el actual mandatario Luis Arce, a quienes la clase política tradicional acusa de la actual crisis por su “irresponsable” manejo fiscal y la falta de inversiones en el sector hidrocarburos.
Hace unos días, el Instituto Nacional de Estadística reportó que durante el primer semestre de este año la economía se contrajo -2.4%, una tasa negativa que no se registraba desde 1986, y el Banco Mundial proyecta que Bolivia estará en recesión al menos hasta 2027.
Según analistas, el desafío inmediato de Paz será conformar una coalición legislativa que le permita sacar adelante las reformas necesarias para afrontar la crisis, entre ellas una ley de ajuste presupuestal y la revisión de los subsidios estatales a la gasolina y el diésel,
Aunque las bancadas de Paz en la Cámara de Diputados y el Senado son las más numerosas, no tienen la mayoría necesaria para aprobar leyes, lo que obliga al virtual presidente electo a pactar con otras fuerzas, en especial la Alianza Unidad del empresario Samuel Doria Medina, quien ocupó el tercer lugar en la primera vuelta presidencial de agosto pasado y tiene el 20% de los escaños legislativos.
Por eso se espera que el próximo mandatario anuncie la conformación de un gobierno de coalición, en el que podría incluir a José Luis Lupo, quien acompañó a Doria Medina como candidato a vicepresidente y tiene una amplia experiencia en el área económico pues ha sido ministro de Hacienda y tiene una fluida relación con organismos internacionales.
Paz ya ha tenido conversaciones con allegados de Doria Medina y con otras fuerzas políticas y esta mañana dijo que “hay capacidad de generar consensos y establecer una línea de gobernabilidad”.
El papel de Evo
A pesar de que el izquierdista MAS quedó fuera de la contienda desde la primera ronda electoral de agosto pasado por sus profundas divisiones internas, las bases de ese partido, en especial los sindicatos campesinos, seguirán jugando un papel determinante en la gobernabilidad del país bajo el liderazgo de Evo Morales.
El expresidente no se pronunció a favor de ningún candidato en esta segunda vuelta, pero, según analistas, sus seguidores acabaron por apoyar a Paz, a quien perciben como un político menos radical que el ultraderechista Jorge Quiroga, el candidato de las élites económicas del oriental departamento de Santa Cruz, el más rico del país.
Esta hipótesis parece confirmarse con el hecho de que todas las encuestas daban una ventaja a Quiroga, pero éstas no suelen reflejar el voto rural, que es mayoritariamente favorable a Evo.
Paz, quien nació en España durante un exilio político de su padre, ha sido alcalde de la sureña ciudad de Tarija y senador. Estudió economía y relaciones internacionales y tiene una maestría en gestión política en la American University de Estados Unidos.
Paz y “Tuto” Quiroga encabezaron los comicios presidenciales del pasado 17 de agosto, pero ninguno de ellos logró el obtener el 50% más uno de votos válidos o el 40% con una diferencia de al menos 10 puntos sobre el segundo lugar, por lo que se presentaron a dirimir la contienda en la segunda vuelta de este domingo.
Rodrigo Paz, de 58 años, propuso durante su campaña un “capitalismo para todos” que incluiría una reducción de impuestos, fomento a la inversión privada, entregar a los gobiernos locales el 50% del presupuesto público nacional, el desmonte gradual de subsidios a los combustibles y mantener los bonos sociales para adultos mayores, jóvenes estudiantes y mujeres gestantes.
El padre del candidato ganador, Jaime Paz Zamora, fue presidente de Bolivia entre 1989 y 1993. Además, es sobrino nieto de Víctor Paz Estenssoro, quien gobernó el país en cuatro ocasiones. Otro de sus tíos, Néstor Paz Zamora, fue guerrillero de la insurgencia que llegó a dirigir Ernesto "Che" Guevara en Bolivia, y murió en esa lucha.
Para resolver el problema de abasto de combustibles, que es el que más preocupa a los bolivianos y que se expresa en la vida cotidiana en largas filas de autos y camiones frente a las gasolineras, el virtual presidente electo propone principalmente comenzar a reducir los subsidios, que ascienden a unos dos mil millones de dólares por año y consumen el 5% del presupuesto nacional.
El presidente TSE, Óscar Hassenteufel, reportó que la jornada se desarrolló con tranquilidad en todo el país.
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