Congo

¿Qué está pasando en República Democrática del Congo?: las claves del conflicto

El grupo rebelde M23 ha tomado el control de más territorio que nunca, incluida su entrada a la estratégica ciudad de Goma, la más grande en el este del país. 
miércoles, 29 de enero de 2025 · 18:21

CONGO (FRANCE 24) .- Desde hace varios días, la República Democrática del Congo (RDC) es nuevamente escenario de violencia a manos del grupo Movimiento 23 de Marzo (M23), reimpulsando un conflicto que estuvo inactivo por años. Ahora, la insurgencia ha desplazado a cientos de miles de personas de sus hogares y los rebeldes han llegado a la estratégica ciudad de Goma. ¿Por qué es importante este territorio? ¿Cuáles son las causas del conflicto? 

La insurgencia del grupo rebelde M23 –que lleva tres años en este país centroafricano rico en minerales– se ha intensificado desde inicios de 2025: los combatientes de la agrupación han tomado el control de más territorio que nunca, incluida su entrada a la estratégica ciudad de Goma, como subraya la ONU, la más grande en el este del país. 

El sorpresivo avance del M23 también se traduciría en su control sobre las minas de coltán, oro y estaño en la RDC, uno de los objetivos más importantes de la ofensiva de los rebeldes. En consecuencia, el conflicto ha empeorado una de las crisis humanitarias más grandes del mundo.

La Organización de las Naciones Unidas señaló que estos combates alertan a la región de un conflicto total en la zona de los Grandes Lagos de África.

 

¿Qué es el Movimiento 23 de Marzo? 

Su nombre hace referencia al acuerdo del 23 de marzo de 2009, que puso fin a una insurgencia anterior liderada por tutsis en el este de República Democrática del Congo. Son el último grupo insurgente liderado por tutsis que ha tomado las armas contra el Ejército de la nación, tras no lograr integrarse a sus filas.

La importancia del acceso a metales y minerales siempre ha sido un catalizador para los conflictos en la región. Entre 1996 y 2003, la región fue el centro de un extenso conflicto conocido como “la guerra mundial de África”, en el que los grupos armados luchaban por el control del cobre, el cobalto, el litio y el oro. El saldo de víctimas mortales de aquel cruento capítulo fue de al menos seis millones de personas. 

El control de los codiciados metales y minerales en el país es y ha sido parte de los objetivos del M23. Sin embargo, el origen de conflicto con este grupo rebelde se remonta a las secuelas del genocidio en Ruanda de 1994, en el que las milicias hutus mataron a entre 500 mil y un millón de personas de etnia tutsi, así como a hutus moderados e indígenas twa.

Cuando las fuerzas lideradas por los tutsis contraatacaron, casi dos millones de hutus cruzaron a la vecina RDC, por temor a represalias. A partir de ese momento las tensiones entre tutsis y hutus han formado parte de la vida de los congoleños. 

Por su parte, las autoridades ruandesas han señalado a los hutus que huyeron de participar en el genocidio y han subrayado la idea de que los miembros del Ejército de RDC de protegerlos. En ese sentido, han argumentado que una milicia formada por una pequeña fracción de los hutus es una amenaza para la población tutsi en Ruanda. 

Este es el antecedente histórico del M23, de mayoría tutsi y que lideró un levantamiento rebelde en 2012, infructuoso en comparación a los avances del actual.

Desde entonces el conflicto había permanecido inactivo, por una década, hasta su más reciente episodio, que inició en 2022, cuando el grupo lanzó su rebelión actual.

¿Cuáles son sus pretensiones? El M23 acusa al gobierno congoleño de no cumplir con el acuerdo de paz y de no integrar plenamente a los tutsis?congoleños al Ejército del país y a su administración.

Ahora, desde principios de este año han tomado cada vez más territorios y su avance parece no tener precedentes, llegando a la estratégica ciudad de Goma.

 

¿Cuál es la importancia de Goma? 

Goma es el centro regional de comercio, seguridad y esfuerzos humanitarios para gran parte de RDC, mientras que su aeropuerto es clave para el transporte de suministros. 

Por ello, desde 2021 el gobierno del país, junto a las tropas de la ONU, habían mantenido a los rebeldes lejos de Goma. Sin embargo, los combatientes del grupo ya están en la ciudad, y su presencia supone una serie de riesgos para las fuerzas gubernamentales y la derrota de sus esfuerzos por contener la rebelión. 

Ravina Shamdasani, de la Oficina de los Derechos Humanos de Naciones Unidas, afirmó que la captura de esta ciudad tendría un “impacto catastrófico en cientos de miles de civiles, poniéndolos en riesgo de una mayor exposición a violaciones y abusos de sus derechos humanos”.

Algunos analistas aseguran que la expansión del M23 a nuevos territorios le da un margen para adquirir más ingresos mineros. 

Y es que, durante más de un año, el grupo ha controlado la región minera de coltán de Rubaya, generando cerca de 800 mil millones de dólares al mes a través de un impuesto de producción, tal y como apunta la ONU.

El coltán es un suministro clave en la producción de teléfonos inteligentes y otros equipos.? Ahora el mundo depende más que nunca de este y otra serie de materiales provenientes de RDC para la producción de dispositivos electrónicos.  

Países dentro y fuera de la región, como Ruanda, Uganda, China y Estados Unidos, tienen intereses en las minas congoleñas.

De acuerdo con el Departamento de Comercio de Estados Unidos, la mayor parte de los recursos minerales del Congo –cuyo valor se estima en 24 mil millones de dólares– sigue aún sin explotar. A su vez, la cartera del país norteamericano calificó a la nación africana como el principal productor mundial de cobalto.

Pese a ello, la realidad de los congoleños es muy distante a la riqueza de sus recursos naturales:?cerca del 60% de sus 100 millones de habitantes vive por debajo del umbral de pobreza, mientras que las luchas por sus materiales desangran y desestabilizan al país.

 

¿Está Ruanda involucrada? 

Tanto funcionarios congoleños, como miembros de la ONU y potencias occidentales han acusado a Ruanda de alimentar el conflicto al desplegar miles de sus propias tropas y armas pesadas en la RDC, en apoyo al M23.

Dichos señalamientos se basan en un reporte de un grupo de expertos de Naciones Unidas de 2022, que señaló que tenía “pruebas sólidas” de que las tropas ruandesas habían estado combatiendo junto con los rebeldes del grupo insurgente. 

De acuerdo con estimaciones de la ONU, el M23 cuenta con 6 mil 500 combatientes en la actualidad y en RDC hay al menos 4 mil soldados ruandeses. Sin embargo, Ruanda ha negado esas acusaciones. 

Aunque ese país niega los señalamientos, en 2024 reconoció que tiene tropas y sistemas de misiles en el este congoleño, presuntamente para salvaguardar su seguridad.

Al respecto, varios analistas sostienen que las tropas ruandesas en el este de la RDC han estado cada vez más activas en las últimas semanas.

Ruanda tiene un historial de intervenciones militares en República Democrática del Congo. Junto a Uganda invadió el país en 1996 y 1998, argumentando que se defendían de grupos rebeldes locales.

 

¿Se retirarán los rebeldes como en 2012? 

Como se mencionó anteriormente, el último levantamiento significativo del M23 ocurrió en 2012, cuando tomaron Goma por última vez; tuvieron el control de la ciudad por aproximadamente una semana.

Sin embargo, tras la presión internacional sobre Ruanda –incluida la suspensión de ayuda por parte de Estados Unidos y Reino Unido–, la rebelión cayó.?También fue necesaria la intervención de una fuerza africana enviada por la ONU, que ayudó a las fuerzas congoleñas a lanzar una contraofensiva que condujo a la rendición del M23. 

Sin embargo, ahora las cosas son diferentes. Analistas y expertos políticos aseguran que la renuncia de las potencias mundiales a enfrentarse a Ruanda, junto con las realidades militares sobre el terreno, podrían complicar los esfuerzos para derrotar a los rebeldes en Goma.

Darren Davids, analista de la Economist Intelligence Unit, asegura que “anteriormente, ellos (M23) tenían demandas claras de ser integrados al Ejército de la República Democrática del Congo y tener una mayor participación en el proceso político”, pero ahora “parece que el M23, con la ayuda de Ruanda, tiene la intención de mantener el control de Goma y, más específicamente, las rutas de la cadena de suministro en Kivu del Norte”. 

En ese sentido, un posible escenario es que el grupo utilice el control de Goma como una moneda de cambio, para enfrentar posibles negociaciones con el gobierno del país.

Para Jason Stearns, politólogo de la Universidad Simon Fraser, especializado en la región de los Grandes Lagos de África, “la caída de Goma supone un cambio radical”.

"Tenemos que estar preparados para que gran parte del Congo no esté bajo el control del gobierno central durante un largo periodo de tiempo", agregó Stearns.

 

Con información de Reuters, AP y medios locales. 

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