Estados Unidos
Inmigrantes en Chicago y otras ciudades de EU se preparan para operativos de deportación de Trump
Algunos inmigrantes que viven en el país sin estatus legal han estado otorgando poderes notariales a sus amigos de confianza, elaborando planes para el cuidado de sus hijos en caso de que se vean obligados a separarse.CHICAGO (AP) — El reverendo Homero Sánchez dijo que no estaba al tanto de la profundidad del miedo que existe en la comunidad de inmigrantes de Chicago a la que sirve hasta que alguien le pidió que se encargara de la venta de la casa de su familia y otras finanzas en caso de que sea detenido esta semana, cuando el presidente electo Donald Trump asume el cargo.
Los inmigrantes que viven en las grandes ciudades del país se han estado preparando para que se lleven a cabo detenciones a gran escala desde que Trump ganó las elecciones en noviembre pasado, pero los reportes de que su primer gran operativo sería en la zona metropolitana de Chicago han desatado un nuevo sentido de urgencia y miedo.
"Se sienten señalados por quienes son. Sienten que están reviviendo este miedo que tenían hace ocho años", dijo Sánchez, de la Parroquia Santa Rita de Cascia, en el lado sur de Chicago. "Sienten que va a pasar algo. Esta no es su ciudad debido a la amenaza".
Sánchez, cuya congregación ha consistido en buena medida de personas de ascendencia mexicana desde la década de 1980, dedicó la misa del domingo "en solidaridad con nuestros hermanos y hermanas inmigrantes".
Algunos inmigrantes que viven en el país sin estatus legal han estado otorgando poderes notariales a sus amigos de confianza, elaborando planes para el cuidado de sus hijos en caso de que se vean obligados a separarse e instalando cámaras de seguridad en sus puertas por si los agentes de inmigración llegan a presentarse. Otros han salido voluntariamente del país, tal como lo han recomendado los colaboradores de Trump.
Los planes para llevar a cabo las detenciones con fines de deportación están en su apogeo, pero las autoridades federales de inmigración tienen la mira puesta en más de 300 personas con antecedentes de atroces crímenes violentos una vez que Trump asuma el cargo el lunes, dijo el sábado un funcionario, quien habló bajo condición de anonimato debido a que aún no se hacen públicos los planes.
La operación se concentrará en el área de Chicago y continuará durante toda la semana, siempre que el clima lo permita, dijo el funcionario. Las temperaturas en la zona metropolitana de Chicago cayeron a -14,4 grados Celsius (6 Fahrenheit) y los pronósticos de frío se extienden durante toda la semana.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) arresta una fracción de su cifra objetivo en este tipo de operativos, aunque se tiene previsto que Trump lance una red más amplia que la del presidente Joe Biden, cuyo enfoque en detener a las personas lejos de la frontera se limitaba en gran medida a aquellos con antecedentes penales o que representaran un riesgo para la seguridad nacional. El gobierno de Biden también puso fin a la práctica de arrestos a gran escala en lugares de trabajo, los cuales fueron comunes durante la primera presidencia de Trump, incluido un operativo en 2019 en plantas procesadoras de pollo en Mississippi.
Los colaboradores de Trump han dicho que también arrestarán a otro tipo de personas, como cónyuges o compañeros de cuarto, que no sean parte de los objetivos pero que se encuentren en el país sin permiso legal.
Trump declaró el sábado a NBC News que las deportaciones a gran escala siguen siendo una de las principales prioridades. No precisó una fecha ni la ciudad en la que comenzarán, pero afirmó que iniciarán a la brevedad.
"Comenzará muy pronto y muy rápido", puntualizó. ""No puedo decir en qué ciudades, porque la situación está evolucionando. Y no creo que queramos decir en qué ciudad. Lo verán de primera mano".
Las ciudades santuario, las cuales limitan la manera en que la policía local puede cooperar con las autoridades federales de inmigración, han sido uno de los objetivos favoritos de Trump, especialmente Chicago.
La tercera ciudad más grande del país asumió políticas de santuario en la década de 1980 y ha reforzado sus medidas varias veces desde entonces, incluso después de que Trump asumió la presidencia en 2017. La semana pasada, el Concejo Municipal rechazó rotundamente un improbable plan que establecía excepciones bajo las cuales la policía local podía colaborar con los agentes del ICE en casos de deportación para personas acusadas o declaradas culpables de algún delito..
El llamado "zar fronterizo " de Trump, Tom Homan, arremetió contra los principales funcionarios demócratas del estado durante una visita a Chicago el mes pasado, en la que indicó que los operativos comenzarían en esa zona. Sin embargo ha declarado en los últimos días que la situación cambia constantemente.
Homan le dijo el domingo a Fox News que la posibilidad de iniciar en Chicago todavía estaba en la mesa, pero que el nuevo gobierno estaba "reconsiderando cuándo y cómo lo haremos".
Un portavoz de ICE remitió el domingo todas las preguntas al equipo de transición de Trump, el cual no respondió de inmediato a una solicitud en busca de comentarios. The Wall Street Journal informó previamente sobre el plan, y dijo que se tiene previsto que el operativo comience el martes.
Líderes comunitarios y religiosos de Chicago expresaron su decepción con el posible operativo, pero aseguraron que están preparados.
El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, dijo el domingo en la red social X que su "compromiso con proteger y apoyar a esta ciudad sigue siendo inquebrantable".
El líder de la Arquidiócesis de Chicago, cardenal Blase Cupich, también se manifestó al respecto.
"Los informes que circulan sobre los informes de planes de deportación a gran escala en el área de Chicago no sólo son profundamente perturbadores, sino que también nos hieren profundamente", dijo Cupich el domingo durante una visita a la Ciudad de México, según una copia de sus comentarios preparados. "Estamos orgullosos de nuestro legado de inmigración, que continúa hasta hoy en día, de renovar la ciudad que amamos".
Activistas por los derechos de los inmigrantes se manifestaron el sábado en Chicago, incluidos los representantes federales demócratas Jesús "Chuy" García y Delia Ramírez. Hicieron un llamado a los inmigrantes en Chicago a mantener la calma y ejercer sus derechos, particularmente el de permanecer en silencio y de negar el ingreso de agentes a sus residencias sin una orden. Algunos grupos de defensa han planeado llevar a cabo talleres de asesoría legal en anticipación a las detenciones a gran escala de la próxima semana.
Ramírez tenía previsto no asistir a la ceremonia de investidura del lunes y en su lugar dedicar ese tiempo para recorrer vecindarios de Chicago con alta presencia de inmigrantes y distribuir volantes con información sobre qué hacer en caso de un encuentro con agentes de inmigración.
"No bajaremos la guardia en Chicago", escribió García en X.
Carlos, un inmigrante oriundo de México, ha vivido en el área de Chicago durante décadas. El hombre de 56 años no tiene estatus legal para permanecer en el país, pero tiene autorización para trabajar en los sectores de construcción y soldadura. Se negó a dar su apellido y discutir detalles de su estatus migratorio por miedo a ser un objetivo de deportación.
Tiene tres hijos con estatus legal para permanecer en el país a través del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia que se implementó durante el gobierno de Obama, el cual continúa en el limbo legal.
Carlos dijo que entre los planes de contingencia que tiene su familia en caso de deportación se incluye encontrar a una persona encargada de administrar sus cuentas bancarias, hogar y coche. También han instalado una cámara en su casa de los suburbios de Chicago.
"Si alguien viene a la casa, no abran la puerta", explicó. "Pregunta quién es. No se abre a menos que tengan una orden".