MADRID (EUROPA PRESS).- El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, condenó este martes el asalto de la Policía de Ecuador a la Embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, una declaración que llega después de que las autoridades estadounidenses hayan revisado las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del edificio diplomático.

“Condenamos la violación de la Convención de Viena respecto a las relaciones diplomáticas, incluida la violencia ejercida contra funcionarios de la Embajada. Hemos revisado las grabaciones de las cámaras de seguridad de la Embajada mexicana y creemos que estas acciones fueron incorrectas”, declaró Sullivan durante una rueda de prensa.

Además, aseguró que el Gobierno de Ecuador “ha hecho caso omiso” de sus obligaciones respecto al Derecho Internacional como Estado anfitrión a la hora de respetar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas. El asesor también insistió en su petición a Ecuador para que trabaje con México para “encontrar una solución” a la disputa diplomática.

Estas declaraciones llegan después de que policías y militares de Ecuador entraran por la fuerza en la Embajada de México y se llevaran detenido al exvicepresidente del país Jorge Glas, que se encontraba refugiado y había pedido asilo por la persecución y el acoso que enfrenta.

Esta maniobra del exvicepresidente se produjo después de que la Policía Nacional ordenara su detención para prestar declaración ante la Fiscalía por el caso de posible malversación de caudales públicos en la reconstrucción de la provincia de Manabí tras el terremoto de 2016, que dejó más de 670 muertos.

Tras la declaración como 'persona non grata' a la embajadora mexicana en Quito y su posterior expulsión del país, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que su país concedería finalmente asilo político a quien fue vicepresidente de Ecuador con Rafael Correa durante diez años, el detonante de esta crisis diplomática que ha estallado con la entrada de la Policía ecuatoriana en la Embajada de México.