Lydia Cacho

Lydia Cacho denuncia al PP y Vox de censurar su obra de teatro en España

La obra relata en primera persona la detención arbitraria que sufrió la periodista en diciembre de 2005, como represalia por destapar la explotación sexual de niños y niñas a manos de una red de pederastas donde los protagonistas eran poderosos empresarios y políticos mexicanos.
miércoles, 2 de agosto de 2023 · 09:01

MADRID (apro).- La censura que han impuesto los nuevos gobiernos municipales de la derecha y la extrema derecha del PP y Vox, alcanzó a la periodista y escritora mexicana Lydia Cacho. El gobierno municipal de Toledo, encabezado ha cancelado la presentación de la obra teatral Infamia, que se basa en el libro en el que relata la detención arbitraria que sufrió por parte de las autoridades poblanas por denunciar la pederastia contra las niñas.

Fue la misma Lydia Cacho quien informó en Twitter, que después de dos años del éxito de la obra en toda España, “esta es la primera vez que la obra es cancelada por el PP”, señala.

La representación estaba prevista para el próximo mes de diciembre en el teatro Rojas, programado dentro del marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se celebra el 25 de noviembre.

En una segunda publicación, donde escribe: “No es por mí, no es por ti, es por todas las sociedades que han encontrado en el arte una herramienta de la cultura de paz e igualdad, un avance civilizatorio que nos permite convivir mejor”.

En un video que acompaña el post esa red social, la periodista explica que “se han censurado libros y obras porque se cree que afectan las buenas costumbres”.

Sin embargo, señala que esas “buenas costumbres” suponen el “silenciamiento de la pederastia, de la violencia contra las mujeres, el silenciamiento a la tortura, de las desapariciones, es el silenciamiento de la operación de las mafias aliadas con gobiernos y con los políticos”.

Agrega que cuando se da este silenciamiento por afectar lo que se llama las buenas costumbres, “tenemos un problema mayúsculo. Por eso estamos denunciando la censura contra nuestra obra, porque también están censurando otras obras y otros libros”.

Consideró que con la censura se está arrebatando a la sociedad la posibilidad de “repensar y replantearse como proteger a las niñas y cómo acompañarlas, porque este es el cimiente de todas las violencias”.

El montaje de Infamia había sido aprobado por la anterior administración de Toledo, en manos del PSOE, a través de su Consejalía de Igualdad. Pero tras las elecciones del 28 de mayo, a pesar de que los socialistas fueron la lista más votada, la alianza entre el PP y Vox consiguió suficientes apoyos para formar gobierno y desde entonces han impuesto una agenda ultraconservadora en todos los renglones del gobierno.

Una de las primeras medidas fue eliminar la Consejalía de Igualdad, porque Vox es un partido negacionista de la igualdad de los derechos de la mujer y el hombre, y de las políticas con perspectiva de género.

Así, el nuevo gobierno ultraconservador envió un correo electrónico a la distribuidora de la obra anunciando la cancelación por supuestamente falta de presupuesto, argumento que choca con el hecho de que el anterior gobierno ya tenía programada la partida presupuestal para la presentación del montaje.

No es el único caso en el que han censurado, al grado de que artistas y creadores y aristas españoles entre ellos Joan Manuel Serrat, Pedro Almodóvar, Javier Bardem o la cantante Rozalén firmaron un pronunciamiento contra la censura impuesta a la cultura.

El posicionamiento, hecho público antes de las elecciones generales del pasado 23 de julio (23J), se debían a que gobiernos del PP y Vox habían censurado obras clásicas o películas de animación, como sucedió con la obra La villana de Getafe, de López de Vega, en la propia localidad madrileña, por considerar que es una “perversión” y contiene “insinuaciones sexuales”.

En la localidad de Valdemorillo (Madrid) prohibieron la obra teatral basada en el Orlando de Virginia Woolf, un clásico de la literatura del siglo XX, donde se trata el feminismo y la transexualidad. A cambio, se promovió una pelea de box.

En Santa Cruz de Bezana (Cantabria) se prohibió la película de animación Lightyear, por una secuencia en la que se besan dos mujeres.

El director de teatro Xavier Bobés denunció la cancelación en Briviesca (Burgos) de la obra que dirige, El mar: visión de unos niños que no lo han visto nunca, que trata sobre el maestro republicano fusilado en 1936 Antoni Benaiges.

En Castilla y León, donde gobiernan con el PP desde 2022, el vicepresidente Juan García-Gallardo, de Vox, criticó el festival de cine de Valadolid, la Seminci, al que acusó de promocionar “la ingeniería de género y verde”, en alusión a su negacionismo a las políticas de género y el ecologismo.

“Un pinche coscorrón…”

El 9 de diciembre de 2021, Proceso publicó sobre el pre-estreno de la obra de teatro documental Infamia, que se presentó por primera vez en las salas del Matadero, de Madrid, dirigida por José Martret y adaptada por éste y por Cacho a partir del libro Memorias de una Infamia (Editorial Grijalbo). Las actrices que representan a la periodista son Marta Nieto y Marina Salas.

La obra relata en primera persona la detención arbitraria que sufrió Lydia Cacho, en Cancún, en diciembre de 2005, como represalia por destapar la explotación sexual de niños y niñas a manos de una red de pederastas donde los protagonistas eran poderosos empresarios y políticos mexicanos.

Es una reconstrucción personal del terror y de la sobrevivencia ante la impunidad de México.

El escenario, donde hay una camioneta destartalada, donde transcurre buena parte de las escenas –el recorrido de los 1,500 kilómetros entre Cancún y Puebla—, y una jaula que simula la cárcel poblana, donde la también activista permaneció prisionera hasta que la presión de familiares y periodistas consiguió su liberación, en la obra hay otros elementos.

Por ejemplo, se echa mano de recursos cinematográficos en una pantalla donde van entrelazando episodios familiares, de su niñez, la vida adolescente y su etapa profesional de Lydia y luego como activista en Quintana Roo, primero, y luego a nivel nacional.

El montaje refleja los contrastes entre la sensación de que va ser atacada sexualmente, asesinada y su cuerpo abandonado, mientras aparecen las grabaciones del entonces gobernador Mario Marín diciéndole al empresario corruptor, Kamel Nacif, había que darle “un pinche coscorrón a esta vieja cabrona”.

Entrevistada tras aquel pre-estreno, Lydia Cacho señaló que “la obra es una historia universal, no es un caso sobre mí, solo mi nombre ahí es el vehículo para contar el delito de la trata de niñas y niños, como la trata de personas y la violencia contra las y los periodistas en México, que es algo brutal”.

"Esta ahí mi nombre, pero podría estar el nombre de Jineth Bedoya (periodista colombiana secuestrada, torturada y violada por paramilitares en el año 2000, que logró los perpetradores fueran condeados), de cualquier periodista hombre o mujer, como el de Miroslava (Breach, de Chihuahua), porque no sobrevivió para contar la historia, igual que a muchos amigos nuestros”, explicaba.

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