España

La prensa en las elecciones de España: fake news y mensajes emocionales

De cara a las elecciones del domingo 23 en España, los medios de comunicación han “degradado” el periodismo y el debate político, afirma el especialista Pascual Serrano. Sin recato alguno, dice, proliferan las fake news y los mensajes emocionales que alimentan la actual crispación política.
jueves, 20 de julio de 2023 · 13:57

Madrid (Proceso).— Si un extranjero ajeno a la realidad de España, de visita en el país y sentado en una terraza, abriera los periódicos, escuchara la radio, pusiera atención a los noticieros de la televisión o revisara las redes sociales para saber sobre las elecciones generales del 23 de julio, seguro pensaría en salir en el siguiente vuelo. 

Pascual Serrano, periodista y autor de libros especializados como Desinformación. Como los medios ocultan el mundo (Península, 2009), plantea la anterior escena para mostrar la situación en la que hoy se encuentran el periodismo y la política de cara a las elecciones que definirán quién va a ocupar el Ejecutivo español durante la próxima legislatura.

Y es que, la polarización en el debate político, incitada por la clase política y los medios –salvo honrosas excepciones—, ha llegado a tal nivel de crispación que, alimentada por fake news y mensajes emocionales, opaca cualquier propuesta programática.

“Los medios de comunicación españoles siempre se han posicionado políticamente, pero lo que veo hoy es una degradación de la información, del periodismo y del mensaje político, en la que medios, partidos y líderes políticos son cómplices, juegan el mismo juego y bajo las mismas reglas”, dice Serrano.

Hace énfasis en señalar el papel de los medios incluso por encima de los partidos y los políticos. “Cuando los medios se degradan, lo que pasa es que los partidos y sus dirigentes y portavoces entran en ese juego y terminan por deteriorar aún más el mensaje público”.

“Es decir, hablando de los medios, salvo honrosas excepciones, más allá de su propia definición ideológica, están degradando el periodismo, la información”.

Añade:

“Yo creo que esto tiene dos patas: Una son los bulos, las fake news, las mentiras que se están diciendo, hasta en los datos de la economía, se dan cifras de paro o de inflación que no son verdad. Se está mintiendo descaradamente, y en eso la derecha (Partido Popular) y la ultraderecha (Vox) lo están haciendo mucho más, pero la prensa no está haciendo su ejercicio de analizar esas informaciones y señalar la mentira”.

La otra pata, es que “se está jugando mucho a la emotividad, se está abandonando la racionalidad y el argumento, y se juega demasiado a las emociones, y eso creo que no sólo lo hace profusamente la derecha, sino también y mucho la izquierda”.

PP y PSOE. Guerra de narrativas./ Foto: Jorge Gil/ Europa Press

El también autor de Traficantes de Información. La historia oculta de los grupos de comunicación españoles (Foca, 2010), dice que al histórico discurso de la derecha de que “viene el comunismo”, ahora se suma la alerta de la izquierda, “que viene el fascismo”, “y yo creo que en la España de 2023, ni viene el comunismo, ni viene el fascismo”.

En esta guerra de narrativas, que algunos llaman “guerra cultural”, los bloques de la izquierda y la derecha están recurriendo a duras acusaciones, crudos mensajes y escenarios catastrofistas.

Algunos mensajes que la derecha del Partido Popular y la extrema derecha de Vox, y los medios de comunicación afines lanzan: “España o Sánchez”; hay que “reiniciar el país”; “Sánchez gobierna con los terroristas de ETA” y con los que “quieren romper el país”.

Por otro lado, el Partido Socialista (PSOE), Podemos y resto de formaciones de izquierda o progresistas y los medios afines a éstos: “Viene el fascismo”; “Nos jugamos que España avance o entre en un túnel tenebroso”; Sánchez ve “cobarde e irresponsable” que “el PP utilice a las víctimas de ETA, con fines políticos”; El PP “blanquea el fascismo de Vox”; el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y su “montaña de mentiras”.

España se rompe

Es bastante extendida la idea de que en España hay medios cuya línea editorial tiene una intensa afinidad a la derecha, como los diarios El Mundo, ABC, La Razón, digitales como El Confidencial, El Español, OkDiario, Libertad Digital, Vozpopuli. La Cope, que es la radio de la Iglesia católica y, por supuesto, los programas de debate de las televisoras privadas Telecinco y Antena3.

Los votantes de izquierda o de ideología progresista se informan regularmente en El País, Eldiario.es, Público, Infolibre, escuchan la Cadena Ser, y en la televisión veían habitualmente La Sexta, en especial su espacio de debate Al Rojo Vivo, que dirige Antonio García Ferreras, hasta que surgió una polémica con este periodista por difundir información sobre Podemos, a sabiendas que era falsa.

Un repaso somero a los titulares la mañana del sábado 15, muestra, por ejemplo, en El País en su edición en papel, la nota principal es la formación del gobierno en Extremadura, con María Guardiola del PP al frente, con el apoyo de Vox, traicionando su palabra de que no pactaría con la extrema derecha. En su edición digital, la principal fue: “Feijóo replica los temas y las tácticas con las que polarizó la política gallega”.

Eldiario.es tituló su nota principal: “El PP ha votado lo mismo que EH Bildu y ERC en una de cada 5 votaciones en la legislatura”, lo que desmonta el discurso de la derecha que acusa a Sánchez de gobernar y votar con los partidos que califica de “herederos de los terroristas de ETA” o los que “quieren romper España”.

En contraparte, El Mundo titulaba: “Feijóo arrasa a Sánchez en el voto en las grandes ciudades”. La Razón, dirigido por Francisco Marhuenda, un excolaborador del expresidente Mariano Rajoy, destaca la declaración de Feijóo, “nos faltan 20 escaños para gobernar en solitario”. Y dos bajadas: “En el ecuador de la campaña los socialistas la dan por terminada: ‘esto es una agonía, cuanto antes se acabe mejor’”. Y la otra, “Los populares siguen ganando confianza respecto a la posibilidad de que el resultado supere las expectativas”.

El sitio web de La Cope, la radio de la iglesia católica, destaca una foto de Feijóo prometiendo un plan nacional de agua “fundamental para la agricultura”. Y uno de sus locutores estrella, Ángel Expósito, acusa que “hay una campaña en redes perfectamente organizada para acusar a PP y Vox de censura tras el 28M”, aunque están documentadas las decisiones de estos partidos censurando obras de teatro o manifestaciones por los derechos de las minorías.

El digital El Español, titula el análisis de su encuesta del día: “La mayoría cree que Feijóo gestionaría mejor que Sánchez cinco de las seis áreas centrales del gobierno”; entrevista al consultor Carlos Aragonés, que presenta como “el cerebro del PP”, que se pronuncia por una “relación prioritaria” con el PSOE en la etapa “post-Sánchez”, e incluye el análisis del economista Daniel Lacalle, que “desmonta” las “mentiras de Sánchez”. Lacalle es un reconocido economista que se define como “liberal conservador”, y que coincidentemente estuvo en las listas electorales del PP en 2019.

El digital OKDiario, que se prodiga en ataques a la izquierda regularmente agresivos y con fake news, titula su editorial: “La cúpula de Correos hace campaña por Sánchez en lugar de arreglar el caos”, en relación a la alta demanda del voto por correo de quienes buscan salir de vacaciones, voto sobre el candidato del PP, Núñez Feijóo, lanzó dudas, muy similar a la estrategia que usó Donald Trump en Estados Unidos, para dejar entrever irregularidades en la elección.

Prensa española. Tomar partido./ Foto: Eduardo Sanz/ Europa Press

Dos modelos

Pascual Serrano, autor de Prohibido dudar. Las diez semanas que Ucrania cambió el mundo (Akal 2022), recuerda que los grandes poderes económicos que están en los consejos de administración de los principales medios de comunicación españoles, siguen definiendo las líneas editoriales basada en la defensa de sus intereses.

Sin embargo, cree que en la elección se ha explotado más la mentira y la emotividad para convencer al electorado. En el caso de la derecha, explica, “el PP está jugando a falsear los datos de la economía para decir que la economía va mal. Hay datos positivos indiscutibles de la economía española, pero el PP ha ido retorciéndolos de tal manera para mentir con ellos. El mensaje de Feijóo en el debate cara a cara con Sánchez fue muy elocuente, ha ido retorciéndolos o mintiendo de forma abierta”.

Feijóo. Falsear datos de la economía. / Foto: David Zorrakino/ Europa Press

“Más a la derecha –prosigue—, Vox ha jugado con las emociones como recuperar el pasado imperial español, los valores más o menos rurales de la España profunda, de la caza, de la tauromaquia, de la economía rural, del honor, el hombre tradicional. Es un mensaje más emocional, pero les sirve a ellos, porque no van a decir que quieren aumentar los años para la jubilación, ni van a decir que van a facilitar el despido ni a bajar las pensiones, que en el fondo es lo que pretenden hacer, es el trumpismo en estado puro”.

A su vez, el PSOE intenta colocar en la agenda que los datos de la economía van bien, pero es una batalla dura, porque “es difícil justificar tu mensaje frente a la mentira del PP, más aún si no existe el periodismo que contraste con eficacia, si no existen mecanismos para avalar la veracidad, con lo cual hay barra libre para la mentira y la falsedad que quedan impunes”.

El partido Sumar, de Yolanda Díaz, considera, está “jugando al mensaje emocional sobre el fascismo, argumentando que van a perseguir a los colectivos homosexuales, está siendo una lucha simbólica con las banderas LGTBI en los balcones, entonces todas son cuestiones emocionales”, pero donde las propuestas concretas pasan a un segundo término.

Insiste en que no entra a valorar si las propuestas, sino el discurso de los partidos que siguen la lógica de los medios de comunicación. “Creo que cada uno está viendo cuál es el caladero que les da juego en los medios, y eso es lo que los medios premian o castigan, para mí la gran novedad es esa, que los partidos y los medios son cómplices. 

“Los partidos se están ajustando a la lógica del palo y la zanahoria de los medios de comunicación”.

“Que te vote Txapote”

El periodista y escritor sostiene que la derecha ha revivido el tema de ETA, porque para ellos ha sido una “carta política segura”, y le siguen dando oxígeno al tema, a pesar de que tenga 12 años que la banda terrorista fue derrotada y anunció su cese definitivo.

A lo largo de todo el gobierno de Pedro Sánchez, la derecha le ha reprochado que llegue a acuerdos parlamentarios con Bildu, el partido que aglutina a distintas corrientes de la izquierda vasca, incluidos exmiembros de ETA.

El último eslogan que la derecha ha viralizado en redes contra Sánchez, es “Que te vote Txapote”, el alias de Iñaki Rekarte, un miembro de ETA condenado por una serie de asesinatos, entre ellos el del exdirigente del PP en el País Vasco, Gregorio Ordoñez.

El tema ha provocado la reacción e indignación de Consuelo Ordóñez, hermana de la víctima, quien reprocha al PP el uso político de un hecho tan doloroso, pero el tema no sólo persiste, sino que hasta camisetas con el eslogan lucen las juventudes del PP.

Pascual Serrano señala que “la disolución de ETA fue tremendo para la derecha española, salieron perdiendo con el fin de la banda terrorista, porque era su gran coartada para cargar en contra del independentismo o para desacreditar cualquier movimiento o iniciativa social del País Vasco, aunque ésta no tuviera ninguna relación con la organización armada”.

“La tragedia es que la democracia lo que planteó fue que ETA abandonara las armas, que hiciera política, que se presentara a las elecciones y que fuera al parlamento a discutir argumentos democráticos, y eso es lo que hace Bildu, pero para la derecha no, porque siguen llamando terroristas a quienes no hacen terrorismo y se dedican a defender su argumentación política”.

“¿Existe mayor logro para una democracia que eso? ¿Hay algo que podamos aplaudir?, no es mejor ver a un diputado de Bildu presentarse a las elecciones y hablando en el Parlamento con la ausencia de bombas, pero para la derecha es algo trágico”.

 

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