Sudán
La tregua no da un respiro en Sudán: siguen los combates
Sin indicios de respiro, los desesperados y atemorizados sudaneses que llevaban días atrapados en sus casas por la violencia comenzaron a huir, según los testigos.SUDÁN (AP).- Las explosiones y los intensos tiroteos sacudían el miércoles la capital de Sudán en el quinto día consecutivo de combates tras el rápido fracaso de una tregua con mediación internacional. El fracaso el alto el fuego sugiere que los dos generales rivales que luchan por el control del país están decididos a aplastarse mutuamente en un conflicto que podría alargarse.
Sin indicios de respiro, los desesperados y atemorizados sudaneses que llevaban días atrapados en sus casas por la violencia comenzaron a huir, según los testigos. Residentes de varios vecindarios de Jartum relataron a The Associated Press que vieron a cientos de personas, entre las que había mujeres y niños, que cargaban equipajes y se iban bien a pie o en autos atestados.
"Jartum se ha convertido en una ciudad fantasma", dijo Atiya Abdalla Atiya, secretario del Sindicato de Doctores, que seguía en la capital.
La lucha de los generales por el poder ha atrapado a millones de sudaneses en el fuego cruzado, mientras sus fuerzas combaten desde el sábado con ametralladoras pesadas, artillería y ataques aéreos en barrios residenciales de Jartum; de Omdurman, al otro lado del Río Nilo, y de otras ciudades importantes del país.
Casi 300 personas murieron en los cinco últimos días, según la agencia de salud de Naciones Unidas, pero es probable que la cifra sea mayor, ya que los combates han impedido llegar a muchos cadáveres que siguen tendidos en las calles.
El alto el fuego de 24 horas, que debía estar vigente entre el anochecer del martes y el del miércoles, fue el intento más concreto hasta la fecha para parar el conflicto y se esperaba que pudiese derivar en una tregua más larga.
Se alcanzó luego de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, habló por teléfono con ambos generales — Abdel Fattah Burhan, líder de las fuerzas armadas, y Mohammed Hamdan Dagalo, que comanda el grupo paralimitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés). Egipto, que respalda al ejército sudanés, y Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, que mantienen una estrecha relación con las RSF, han pedido calma a las dos partes.
Pero los combates continuaron a la hora a la que debía comenzar el alto el fuego y se alargaron durante la noche. Cada bando culpó al otro del fracaso.
El miércoles en la mañana se reportaron intensos choques entre el ejército y las RSF alrededor de los cuarteles militares en el centro de Jartum y cerca del aeropuerto internacional, además de en torno a la sede de la televisora estatal en Omdurmán. Las bombas y la artillería retumbaban en las inmediaciones de la ciudad.
Un rascacielos del centro de Jartum ardía y de los pisos superiores caían restos en llamas, según las imágenes del canal de noticias Al Arabiya.
"Las batallas se han intensificado por la mañana tras tiroteos esporádicos durante la noche", dijo Tahani Abass, un destacado activista proderechos que vive cerca de las dependencias militares. "Los bombardeos y las explosiones están sacudiendo nuestras casas".
Mahasen Ali, una vendedora de té, contó que muchos en su barrio del sur de Jartum se habían marchado de sus casas para refugiarse en zonas abiertas, esperando estar a salvo de los proyectiles que sacudían los edificios. Otros huyeron de la ciudad para cobijarse con familiares en otras partes, añadió.
Hombres armados recorrían las calles, entrando a tiendas y viviendas. "Se llevan lo que pueden, y si te resistes, te matan", aseveró.
Por otra parte, 89 estudiantes y trabajadores de la Universidad de Jartum que estaban atrapados en el Departamento de Ingeniería desde el inicio de los altercados fueron rescatados por el ejército el martes, dijo Mohammed Al Faki, uno de los estudiantes liberados. Las imágenes que circulaban por internet mostraron a los estudiantes arrastrándose a través de un pequeño agujero en el muro perimetral del centro, ayudados por hombres uniformados.
En Bruselas, Dana Spinant, vocera de la Comisión Europea, confirmó que un alto cargo de la UE había sido herido a tiros en Sudán, pero no entró en detalles.
El diario New York Time identificó al funcionario como Wim Fransen, de nacionalidad belga, e informó que recibía tratamiento por heridas graves. Dijo que había desaparecido el domingo por la noche y sus colegas lo hallaron el martes.
Otra vocera confirmó que la oficina de la UE en Jartum sigue abierta. El embajador de la UE, asaltado por hombres armados que irrumpieron en su residencia hace días, ha regresado al trabajo, dijo, y aseguró que la delegación de la UE no está siendo evacuada y todos se encuentran a salvo.
Las batallas, con ametralladoras pesadas, artillería y bombardeos, han causado enormes daños al librarse en las calles de Jartum y Omdurman, en la margen opuesta del río Nilo, así como en otras poblaciones de todo el país.
Docenas de instalaciones sanitarias en la capital y en otras partes han dejado de funcionar debido a su proximidad a los combates, indicó el Sindicato de Doctores el miércoles. Al menos nueve hospitales fueron bombardeados y 16 fueron evacuados por la fuerza, agregó.
La Organización Mundial de la Salud de la ONU dijo que al menos 296 personas han perdido la vida y más de 3.000 resultaron heridas desde el inicio de los choques el sábado, pero no ofreció datos concretos sobre la cifra de civiles y combatientes muertos. El Sindicato de Doctores, que monitorea la cifra de víctimas, señaló el martes que al menos 174 civiles fallecieron y que había cientos de heridos.
El conflicto entre el ejército y las RSF ha vuelto a hacer descarrilar la transición democrática tras décadas de dictadura y guerra civil.
Este es el capítulo más reciente del caos que atraviesa el país desde la revuelta popular que ayudó al derrocamiento del autócrata Omar al-Bashir hace cuatro años.