CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El domingo pasado, luego de un protocolo donde dijo las palabras tradicionales de juramentación, para posteriormente recibir de Alberto Fernández la banda y bastón de mando para fungir como nuevo presidente de Argentina, Javier Milei rompió con 40 años de tradición al no brindar su primer discurso como jefe del Ejecutivo ante la Asamblea Legislativa.

Lo hizo ante una aglomerada explanada del Congreso, en la avenida Entre Ríos de Buenos Aires.

Su alocución, de una duración aproximada de media hora, se refirió al gobierno que inicia como una nueva etapa histórica del país, la cual terminará con “una larga historia de decadencia” y comenzará una era de “reconstrucción”.

Sin embargo, el nuevo mandatario tocó cuestiones que anticipan escenarios de su gobernanza.

“No hay alternativa al shock”

Milei fue enfático en advertir que aplicará un ajuste fiscal de cinco puntos del Producto Bruto Interno (PBI) en el sector público, pero evitando medidas graduales y “a diferencia del pasado caerá casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado”.

"No hay alternativa posible al ajuste, tampoco hay lugar a la discusión entre shock y gradualismo", agregó.

Para lo último señaló que hay imposibilidad, debido a la escasez en las arcas estatales.

“Para hacer gradualismo es necesario que haya financiamiento y lamentablemente, tengo que decírselos de nuevo, no hay plata”, señaló.

El mandatario informó que piensa tomar en sus primeros días de gobierno decisiones difíciles para la nación. Sin embargo, las describió como inevitables para que a largo plazo rindan frutos, aunque en un inicio empeore la situación actual.

Particularmente, sobre el ajuste fiscal declaró “impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes”.

“Habrá estanflación”, espetó al señalar que las primeras medidas generarán estancamiento e inflación.

Sin embargo, matizó que lo anterior “no es algo muy distinto a lo que ha pasado en los últimos 12 años” en Argentina, donde “el PBI per cápita ha caído 15%”.

Y añadió como mensaje de optimismo: “Este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina”.

Sobre la herencia que le deja el gobierno anterior

Javier Milei dedicó una considerable porción de su discurso a despotricar contra el contexto actual que vive Argentina, heredado por el gobierno que le pasó el mando.

Como ejemplo de ello, afirmó que el peronismo liderado por la vicepresidenta saliente Cristina Fernández de Kirchner dejó un déficit fiscal y externo equivalente a 17% del PBI.

También alertó que hay riesgo de que las cifras de pobreza e inflación se disparen, las cuales hoy en día son de 40 y 140 por ciento respectivamente.

“El gobierno saliente nos ha dejado plantada una hiperinflación y es nuestra máxima prioridad hacer todos los esfuerzos posibles para evitar semejante catástrofe, que llevaría a una pobreza por encima del 90 por ciento”, dijo.

Ante los contrapesos que se anticipa tendrá que enfrentar Milei para llevar a cabo los cambios que busca, mencionó que “utilizará todos los resortes del Estado para avanzar en los cambios”.

En ese tenor, descalificó los intentos de contención que sus adversarios políticos puedan tener, al declarar:

“No vamos a tolerar que la hipocresía, la deshonestidad o la ambición de poder interfieran con el cambio que los argentinos elegimos”.

También dedicó líneas para advertir de consecuencias a manifestantes que en su caso ejerzan violencia durante su mandato.

“Quien corta las calles violando los derechos de sus conciudadanos no recibe la asistencia de la sociedad. Puesto en otros términos: el que corta no cobra”, expresó.

Sin embargo, también invitó a “todos aquellos dirigentes políticos, sindicales y empresariales que quieran sumarse a la nueva Argentina”.

En su oratoria evitó referencias a dolarizar la moneda, y eliminar el Banco Central, cuestiones que constituyeron promesas de su campaña.

Milei en frases

• Hoy damos por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive y comenzamos el camino de la reconstrucción
• Hoy comienza una nueva era en Argentina, una era de paz y prosperidad
• Así como la caída del muro de Berlín marcó el final de una época trágica para el mundo, estas elecciones han marcado el punto de quiebre de nuestra historia
• Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros
• Seguiremos pagando los costos del desmadre monetario del gobierno saliente
• Para hacer gradualismo es necesario que haya financiamiento, y lamentablemente, tengo que decírselos de nuevo, no hay plata
• La conclusión es que no hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock
• Este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina
• Habrá luz al final del camino
• No pueden quedar dudas que la única opción posible es el ajuste 
• La única forma de salir de la pobreza es con más libertad
• No tenemos alternativas y tampoco tenemos tiempo; no tenemos margen para discusiones estériles, nuestro país exige acción y una acción inmediata
• No buscamos ni deseamos las duras decisiones que habrá que tomar en las próximas semanas, pero lamentablemente no nos han dejado opción 
• 100 años de fracaso no se deshacen en un día, pero un día empieza, y hoy es ese día