CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Un sujeto desconocido lanzó una botella hacia Javier Milei, mientras éste se dirigía hacia la Casa Rosada, luego de haber tomado posesión como presidente de Argentina el domingo pasado. Debido a la agresión, un elemento de la Policía Federal del país (PFA), que custodiaba el traslado del nuevo mandatario sufrió una lesión menor, sin embargo, fue atendido en la misma oficina administrativa a la que se dirigían.

Al momento del incidente, el nuevo dirigente sudamericano estaba acompañado de su hermana Karina Milei, ambos se encontraban a bordo de un Mercedes-Benz CLK Cabriolet de primera generación, escoltado por los elementos policiales.  

Aunque pasó casi inadvertido, el ataque fue captado en un video, que muestra cómo una persona que caminaba por la vereda arroja la botella y pasa a unos centímetros del Jefe de Estado y su hermana.

Según publicó Infobae, fuentes cercanas les han confirmado que, tras la viralización de las grabaciones, funcionarios se dispusieron a consultar autoridades judiciales, para saber si corresponde iniciar una causa penal, y el asunto se encuentra en manos de la Superintendencia de Investigaciones Federales.

El agresor ha sido identificado como Gastón Ariel Mercanzini, con 51 años de edad, era director de Cultura en la provincia Entre Ríos, sin embargo, en 2013 fue desvinculado por un decreto del entonces intendente Carlos Schepens, cuando Mercanzini se encontraba en licencia por “problemas personales”.

Tras la noticia del botellazo, el exfuncionario fue definitivamente dado de baja.

La policía lo detuvo, pero al no encontrársele elementos constitutivos de delito, ni antecedentes, se le dejó en libertad.

Durante el trayecto, el recién nombrado presidente, rompió los protocolos de seguridad, para bajarse del auto antes de llegar al destino en dos ocasiones, primero para saludar a ciudadanos ubicados en las veredas flameando banderas argentinas y elogiándolo, y posteriormente para acariciar a un perro Golden Retriever que se había apartado de su dueña.

Para la custodia y protección en todos los actos vinculados al inicio de gobierno, se convocó también a la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria quienes coordinaron un comando unificado.

La Policía de la Ciudad y la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad de la Nación también colaboraron con las otras fuerzas, a fin de resguardar también la seguridad de dignatarios e invitados especiales.

Como mecanismo para lograr la seguridad esperada, estas autoridades crearon un sistema de tres anillos de seguridad: el primero con personal de Casa Militar en torno a los Milei, el segundo a cargo de las fuerzas federales y el tercero con la intervención de la policía porteña.

En el operativo se utilizaron helicópteros, patrulleros, carros hidrantes y otros móviles pesados, así como francotiradores del Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) y del Grupo Albatros, que se posicionaron en lugares estratégicos.