Colombia

Petro se impone a Hernández en las elecciones presidenciales de Colombia

Este triunfo de Gustavo Petro y su vicepresidenta Francia Márquez Mina marca la llegada de la izquierda a la presidencia de Colombia, por primera vez en la historia del país.
domingo, 19 de junio de 2022 · 17:45

BOGOTÁ (proceso.com.mx).– El candidato presidencial de la coalición progresista Pacto Histórico, Gustavo Petro, ganó las elecciones de este domingo y a partir de agosto próximo se convertirá en el primer de izquierda en gobernar Colombia, único país de América Latina donde ese sector político nunca ha llegado al poder.

Con el 98.22% de las mesas electorales escrutadas, el dirigente opositor obtiene el 50.51% de los sufragios, mientras que su contrincante, el multimillonario empresario de la construcción, Rodolfo Hernández, se quedó con el 47.22%

El estratega de la campaña de Hernández, Ángel Becassino, reconoció el triunfo del candidato izquierdista, lo felicitó y le manifestó su disposición para trabajar juntos por Colombia.

En su primer pronunciamiento tras el triunfo, Petro dijo en su cuenta de Twitter: "Hoy es día de fiesta para el pueblo. Que festeje la primera victoria popular. Que tantos sufrimientos se amortiguen en la alegría que hoy inunda el corazón de la Patria. Esta victoria para Dios y para el Pueblo y su historia. Hoy es el día de las calles y las plazas".

La victoria de Petro, quien fue guerrillero del M-19 en su juventud y ha pasado los últimos 32 años haciendo oposición, constituye una dura derrota para las elites políticas y económicas tradicionales, que cerraron filas con el excéntrico Hernández e hicieron lo posible por impedir que el izquierdista ganara esta elección, incluyendo campañas que lo presentaban como un “castrochavista” y “un peligro para Colombia”.

La primera reacción al triunfo de Petro fue de la alcaldesa de Bogotá, la centroizquierdista Claudia López, quien escribió en su cuenta de Twitter: “Al fin ganamos! Felicitaciones al nuevo presidente de Colombia @petrogustavo y a la nueva vicepresidenta de todas y todos los colombianos @FranciaMarquezM”.

Desde su Independencia de España, en 1810, Colombia había sido gobernada por próceres independentistas –entre ellos Simón Bolívar--; por liberales, conservadores y políticos que tuvieron su origen en estas dos corrientes políticas; y por la extrema derecha representada por Álvaro Uribe y su pupilo, el actual mandatario Iván Duque. Nunca por un opositor de izquierda. 

El politólogo Mauricio Jaramillo dijo a Proceso que este “es el triunfo más importante de la izquierda en la historia de Colombia; representa el mayor cambio del sistema político desde el Frente Nacional (acuerdo de gobernabilidad de 1958 entre liberales y conservadores) y va a implicar una transformación paulatina del modelo social, político y económico del país”.

Para la profesora de ciencia política de la Universidad de los Andes, Angelika Rettberg, Petro “hizo esfuerzos por desarmar el miedo frente a él, un miedo alimentado por las acusaciones de que es ‘comunista’ y ‘castrochavista’”, y a la luz de los resultados electorales tuvo éxito.

Petro, un economista que nació hace 62 años en el noroccidental municipio de Ciénaga de Oro, cerca del caribe colombiano, tiene como propuesta central la transformación social de Colombia.

Es hijo del profesor Gustavo Petro Sierra y de Clara Nubia Urrego, quien se exilió en Canadá hace más de una década tras ser amenazada de muerte por grupos paramilitares a los que su hijo había denunciado en el Congreso.

Francesco Petro, bisabuelo del candidato triunfador, fue un inmigrante italiano que se asentó en Colombia en 1870. Por esa razón, el virtual presidente electo tiene también la ciudadanía italiana.

La carrera política del abanderado del Pacto Histórico inició cuando apenas tenía 20 años de edad en el municipio de Zipaquirá (50 kilómetros al nororiente de Bogotá), donde fue designado como personero (defensor de los derechos de los ciudadanos) y luego fue electo concejal.

En esos años, se enroló en el M-19, una guerrilla urbana y nacionalista que firmó la paz con el gobierno en 1990. Petro fue uno de los negociadores del acuerdo que permitió la entrega de armas de los combatientes y su incorporación a la vida política legal.

Desde entonces, el virtual presidente electo de Colombia ha sido tres veces representante (diputado nacional), dos veces senador, alcalde de Bogotá y tres veces candidato a la presidencia. Durante su carrera parlamentaria, en la primera década de este siglo, se destacó por sus denuncias sobre las alianzas del entonces presidente Álvaro Uribe con el paramilitarismo.          

Petro tiene estudios de medio ambiente y desarrollo poblacional en la Universidad Católica de Lovaina y de doctorado en nuevas tendencias de Administración de Empresas en la Universidad Jorge Tadeo Lozano y la Universidad de Salamanca, donde también hizo una especialización en Administración Pública.

La historia electoral de candidato del Pacto Histórico tiene puntos en común con la de Andrés Manuel López Obrador en México. Ambos ganaron las elecciones presidenciales al tercer intento y los dos han sido el centro de duras campañas de las elites políticas y económicas tradicionales para impedir que fueran electos.

Gustavo Petro propuso durante la campaña una reforma agraria, pensión universal a los adultos mayores, subsidios directos a los pobres, la reactivación del campo y la sustitución de importaciones, en especial las de alimentos.

Además, dijo que impulsaría una reforma fiscal para aumentar en cinco puntos la recaudación tributaria, que en la actualidad equivale al 20% del Producto Interno Bruto (PIB). Más que nuevos impuestos, la iniciativa busca eliminar las exenciones a las grandes empresas.

Una de las iniciativas más controvertidas del virtual presidente electo es la de transición energética para luchar contra el cambio climático, que contempla pasar de la explotación de petróleo y carbón –principales productos de exportación del país-- al uso intensivo de energía solar, eólica e hídrica, en un proceso que podría tardar 15 años.  

La firma Corficolombiana, propiedad del hombre más rico de este país, Luis Carlos Sarmiento Angulo, divulgó en los últimos días de la campaña un estudio en el que afirma que la iniciativa energética de Petro causaría una devaluación del peso colombiano ante el dólar de hasta 75%.

El enclave mediático del gobierno del presidente Iván Duque y de su mentor político, el exmandatario Álvaro Uribe, para hacer campaña contra Petro fue la revista Semana, propiedad del grupo empresarial Gilinskik, que en su portada del sábado 18 mostró a Hernández y al candidato izquierdista de perfil y frente a frente, con el titular “¿Exguerrillero o ingeniero?”, un verdadero monumento al sesgo periodístico.

Como lo anticipaba el senador Iván Cepeda, integrante de la campaña de Petro, la parcialidad de algunos medios a favor, primero, del candidato uribista Federico Gutiérrez y, después, de Hernández, el plan alternativo del uribismo, acabaron teniendo un efecto contraproducente en el electorado, que acabó reprobando la campaña sucia contra Petro.  

Durante la campaña, Petro denunció que él y su fórmula a la Vicepresidencia, la afrocolombiana Francia Márquez, eran víctimas de una campaña “sucia, racista y clasista”.

El profesor del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia, Juan Gabriel Gómez Albarello, consideró que, en efecto, la contienda electoral fue “totalmente dispareja” a favor de Federico Gutiérrez, el primer candidato del presidente Iván Duque y del uribismo, quien fue derrotado en la primera vuelta del pasado 29 de mayo, y de Rodolfo Hernández en la segunda ronda electoral.

El doctor en ciencia política afirmó que fue evidente la “ofensiva mediática” para desacreditar las propuestas de Petro porque “en Colombia tenemos una elite dirigente supremamente reacia y negada a aceptar una alternancia en el poder con un proyecto social de izquierda”.

La politóloga Sandra Borda dijo que el mayor problema de Colombia ha sido la exclusión social, económica y política de gran parte de la población.

Por eso, señaló, es bueno que llegue al poder alguien que representa a todos los excluidos, pero, “por otra, me preocupa que, por ser Petro en ocasiones tan radical, eso le impida construir el pacto social que necesitamos para poder abrir nuestro sistema político y económico de forma permanente”.

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