BOGOTÁ (proceso.com.mx).–El virtual presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, dijo esta noche que la paz, la justicia social y la justicia ambiental serán los ejes de su gobierno y anunció que convocará a un gran diálogo nacional para unir al país y al que convocará a sus principales adversarios políticos.

En su primer discurso al país tras ganar las elecciones presidenciales de este domingo, el candidato del izquierdista Pacto Histórico aseguró que hará un “gobierno de la vida, el amor y la esperanza” en el que la paz signifique que los colombianos dejen de matarse unos a otros y avanzar hacia un gran acuerdo nacional en el que todos quepan.

Señaló que ese acuerdo es necesario “para construir los máximos consensos” y hacer reformas que permitan a las familias colombianas tener una vida mejor, con pensiones dignas para los adultos mayores, universidad para los jóvenes y leche, pan y carne para los niños.

Ante miles de seguidores que se congregaron en un gran auditorio en Bogotá para escuchar a su candidato, Petro, quien estuvo acompañado por su familia, por su fórmula vicepresidencial, Francia Márquez, y por decenas de aliados políticos que lo acompañaron en la campaña, afirmó que este es un día histórico para Colombia porque se inicia un cambio.

“El cambio y la paz es que alguien como yo pueda ser presidente y que alguien como Francia pueda ser vicepresidenta”, agregó el candidato, quien durante su campaña se comprometió a implementar con decisión los acuerdos de paz con las FARC, que el actual presidente Iván Duque, mantuvo congelados en varios de sus puntos, como el de la reforma agraria. 

Petro dijo que la paz, como un eje de un gobierno de la vida, también significa que los 10.5 millones de colombianos que votaron por Rodolfo Hernández, el otro candidato finalista, serán bienvenidos en su administración.

Sostuvo que tanto Hernández, como el expresidente Álvaro Uribe –su principal adversario político y el líder de la ultraderecha colombiana— y el excandidato del ese sector, Federico Gutiérrez, serán bienvenidos en la casa de gobierno para establecer un diálogo que posibilite un acuerdo nacional en un país que luce polarizado.

Petro obtuvo 11.2 millones de votos, el 50.44% del total, mientras que Hernández, que de inmediato reconoció su derrota, se quedó con el 47.31%, lo que muestra que Colombia es un país partido en dos mitades.

Por eso lo que viene, dijo Petro, es “un cambio de verdad, un cambio real, en ello comprometemos la existencia, la vida misma, y no vamos a traicionar a ese electorado que lo que le ha gritado al país, a la historia, es que, a partir de hoy, Colombia cambia, Colombia es otra”.

El economista de 52 años edad, quien asumirá la presidencial el próximo 7 de agosto, sostuvo que el cambio no será para venganzas ni para construir más odios “ni para profundizar el sectarismo en la sociedad colombiana”, sino para unir al país en torno a objetivos comunes.

               El candidato izquierdista, quien ha sido tres veces congresista (diputado), dos veces senador y alcalde de Bogotá, aseguró que no hará expropiaciones ni destruirá la propiedad privada, como aseguraron sus adversarios, sino que va a desarrollar el capitalismo en Colombia para “superar la premodernidad, el feudalismo y los nuevos esclavismos”.

               Por eso, dijo, Colombia debe transitar de la vieja economía extractivista, basada en la explotación del petróleo y el carbón, a la economía productiva porque “no se puede redistribuir sin producir”.

               Petro rindió homenaje a los más de 265 mil colombianos que han muerto por el conflicto armado interno y a los jóvenes asesinados (44, según Naciones unidas) durante la represión policiaca de las protestas sociales del año pasado.

               Además, solicitó a la Fiscalía liberar a los jóvenes que están presos por su actuación en ese estallido social, y pidió a la Procuraduría restituir en sus cargos a los alcaldes que fueron apartados de sus cargos por su presunta participación en la campaña electoral.

“Ya no es el momento de los odios”, afirmó.

               El discurso de Petro tuvo dos pausas, una de ellas para abrazar el exalcalde de Bogotá y senador, Antanas Mockus, quien padece párkinson, y a la mamá de Dylan Cruz, un joven asesinado por la policía en una protesta en 2019. 

“El clima político que nos ha acompañado en este siglo, que ha sido de odios, de confrontaciones, literalmente de muerte, de persecuciones, hoy no puede seguir así”, señaló.

               El político izquierdista dijo que casi todos los presidentes de los países de América Latina le llamaron para felicitarlo, por lo que convocó a toda la región y a Estados Unidos a tener un diálogo, “sin exclusiones de ningún pueblo, de ninguna nación”, para construir “una economía descarbonizada, una economía de la vida”.

               Señaló que los gases de efecto invernadero que emite la economía más desarrollada del mundo son absorbidos por la selva amazónica, lo que requiere diálogo y acuerdos.

               Consideró que América Latina debe unirse y dejar de pensar en que la justicia social, la redistribución de la riqueza y el futuro sustentable solo son posibles sobre la base de los altos precios del petróleo y el gas.

Más bien, agregó, hay que construir un futuro alrededor de la agricultura, el desarrollo agrario, las nuevas tecnologías y el encuentro con la naturaleza.

               El virtual presidente electo sostuvo que la prioridad de su política exterior será colocar a Colombia al frente de la lucha global contra el cambio climático porque “la ciencia nos ha dicho que, como especie humana, podemos perecer en el corto plazo si seguimos con estas dinámicas de acumulación en un mercado desaforado”.

“Toca actuar ya”, señaló.

La virtual vicepresidenta electa, Francia Márquez, dijo por su parte que el triunfo electoral de este domingo demuestra que “sí es posible cambiar la historia de Colombia” y que el gobierno que encabezarán ella y Petro será “el de los nadies y las nadies”, de los que nunca han tenido nada.