Gustavo Petro

AMLO tenía razón: a una semana de las elecciones, arrecia la guerra sucia contra Petro

Los videos, que de acuerdo con Petro son producto de una operación de espionaje del gobierno, captan a través de decenas o cientos de horas de grabación las intimidades de su campaña política en la que sus protagonistas deliberan acerca de los escenarios que enfrentan.
domingo, 12 de junio de 2022 · 13:03

BOGOTÁ (proceso.com.mx).–La campaña presidencial colombiana vive sus últimos días en medio de una escalada de filtraciones de videos a medios afines al gobierno, cuyo objetivo sería socavar la candidatura del aspirante izquierdista Gustavo Petro y presentarlo ante el electorado como un político que usa métodos turbios para enfrentar a sus adversarios.

Los videos, que de acuerdo con Petro son producto de una operación de espionaje del gobierno, captan a través de decenas o cientos de horas de grabación las intimidades de su campaña política en la que sus protagonistas deliberan acerca de los escenarios que enfrentan y de las estrategias más adecuadas para ganar la elección.

La mayoría de los videos han sido divulgados por la revista progubernamental Semana tras un minucioso trabajo de edición. En ellos se muestran reuniones virtuales realizadas en la plataforma en Zoom de Colombia Humana, el partido de Petro, aunque también exhiben encuentros presenciales de aliados del candidato, como los senadores Roy Barreras y Armando Benedetti.

En esas reuniones se habla de cómo atacar a los precandidatos de la coalición de centro Alejandro Gaviria y Sergio Fajardo y cómo “destruir” (políticamente) al poderoso expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, líder de la ultraderecha que gobierna este país.

En un encuentro, Barreras dice tener el testimonio de un narcotraficante que relata los “vínculos” del candidato presidencial derechista Federico Gutiérrez –derrotado en la primera vuelta electoral del 29 de mayo pasado-- con la Oficina de Envigado, una organización delictiva de Medellín.

Petro dijo que las grabaciones son producto de “la más grande operación de rastreo e interceptación ilegal que haya sufrido un movimiento político en el continente americano, más grande incluso que Watergate”, el escándalo que en 1974 provocó la dimisión del presidente de Estados Unidos, el republicano Richard Nixon, por espiar con el aparato de inteligencia del gobierno al Partido Demócrata.     

En la campaña de Petro están convencidos de que se trató de una operación de espionaje planificada y ejecutada por especialistas de los organismos de seguridad del Estado. 

“Este fue un Watergate a la colombiana, pero de mayor envergadura que el que tiró a Nixon”, dijo a Proceso el senador Iván Cepeda, un aliado muy cercano del candidato izquierdista y parte de su comando de campaña. 

Guerra mediática

Lo videos, que según Petro fueron grabados de manera ilegal a lo largo de los últimos nueve meses, comenzaron a ser divulgados la noche del miércoles 8 por la revista Semana, afín al gobierno y a Uribe y propiedad del grupo empresarial Gilinski, y desde entonces el medio los ha ido publicando a cuentagotas.

El diario El Tiempo, cuyo dueño es el empresario Luis Carlos Sarmiento Angulo, el hombre más rico de este país, también comenzó a difundir el pasado viernes videograbaciones de las reuniones de campaña de Petro, que se conocen ya como los “petrovideos” y que invariablemente muestran a un grupo de políticos y a sus asesores en un ambiente privado tratando de articular una campaña electoral y enfilando baterías contras sus adversarios.

Semana indicó que cuenta con “horas enteras” de grabaciones en las que la campaña de Petro diseña “un plan de desprestigio” contra sus adversarios y en la que aparecen miembros y asesores de Colombia Humana y del Pacto Histórico “fraguando una estrategia de guerra sucia para afectar a otros candidatos de cara a las elecciones presidenciales”.

Según el medio, las grabaciones le fueron enviadas a través de mecanismos encriptados de comunicación por “una fuente anónima” que dijo ser militante de Colombia Humana y que aseguró “tener las pruebas en video de la estrategia de guerra sucia que puso en marcha la campaña presidencial de Gustavo Petro”.

La fuente, según Semana, “se mostró asqueada” por las estrategias electorales de la coalición Pacto Histórico y, por eso, decidió divulgar los videos.

Petro desmintió que los videos hayan sido grabados y filtrados por algún miembro de su coalición.

El Tiempo señaló en su editorial institucional de este sábado 11 que los videos “delatan la forma como el Pacto Histórico, movimiento que avala al candidato Gustavo Petro, creaba todo un entramado político y mediático para desprestigiar, dividir y cerrarles el paso a varios candidatos rivales, apelando para ello a la desinformación e, incluso, a la acusación criminal infundada”.

Gran parte de la prensa y la clase política colombiana ha hecho eco a la narrativa de que los videos exhiben la sordidez en que ha desarrollado su campaña el candidato izquierdista y han sido pocas las voces que han puesto el acento en la probable trama ilegal a través de la cual fueron grabados durante meses esos materiales para filtrarlos a medios afines a la derecha y al gobierno del presidente Iván Duque.

La mano negra del establecimiento

El doctor en ciencia política de la Universidad de Toulouse, Mauricio Jaramillo, dice a Proceso que “es gravísimo” que la mayoría de medios colombianos hablen del contenido de los videos y que critiquen las estrategias de la campaña de Petro, que no son diferentes alas de cualquier campaña, y que en cambio “no hablen de la interceptación ilegal” contra el candidato.

Recuerda que las operaciones de espionajes ilegales “no son algo nuevo en el país” y que en el gobierno de Duque se han registrado escándalos por interceptaciones y “perfilamientos” de los servicios de inteligencia del Ejército a periodistas y líderes sociales.

“Aquí estamos frente a un sector del establecimiento que actúa en la clandestinidad, en la oscuridad”, asegura el profesor de la Universidad del Rosario. En esta campaña, asegura, se han visto métodos turbios, pero en las dos campañas, en la de Petro y en la del multimillonario Rodolfo Hernández.

Luego de que Federico Gutiérrez quedara fuera de la contienda presidencial en la primera vuelta del 29 de mayo, el uribismo, el gobierno y los partidos tradicionales optaron por respaldar la candidatura de Hernández, un excéntrico empresario de la construcción que disputará con Petro la presidencia de Colombia en la segunda vuelta del domingo 19 de junio.

Hernández arrancó como favorito la campaña para la segunda ronda, con una ventaja de hasta 7.7 puntos sobre Petro en las encuestas, pero el candidato izquierdista, a quien la elite política y económica de Colombia siempre ha visto como un “peligro” para el país, comenzó a remontar en los últimos días y el pasado martes 7 apareció por primera vez delante de su contrincante, con una ventaja de 0.7 puntos, en el tracking (medición) de RCN Televisión.    

Al otro día, el miércoles 8, Hernández viajó a Miami para reunirse con la comunidad colombiana del sur de la Florida y Semana comenzó a divulgar los “petrovideos”.

Un día después, el candidato presidencial de la derecha dijo desde esa ciudad estadounidense que las grabaciones mostraban que “Petro y los politiqueros que lo rodean son una banda de criminales” y que están “dispuestos a hacer cualquier cosa para llegar al poder”.

“En este momento tengo la certeza de que mi vida está en riesgo –dijo enseguida--; es claro que podemos esperar cualquier cosa, hasta lo más grave, de un grupo político que se comporta como una banda criminal, una banda asesina”.

Luego anunció que suspendería todas sus apariciones públicas hasta el día de los comicios y a lo largo del día ofreció entrevistas a medios en español de Miami a los que le dijo que lo quieren matar a cuchilladas en medio de un tumulto en algún aeropuerto.

Los “petrovideos”, coinciden varios juristas, no han mostrado hasta ahora ninguna acción que pudiera sugerir la comisión de algún delito electoral, pero, por si acaso, la denominada “Red de Veedurías de Colombia” pidió a la Fiscalía investigar los videos para determinar “si se han transgredido o no normas de financiación de las campañas presidenciales, y de las normas (sic) electorales”. 

La Fiscalía, cuyo titular es el amigo de Duque Francisco Barbosa, asignó un equipo de investigadores para valorar “la relevancia jurídico-penal de los hechos referidos e imparta el trámite que en derecho corresponda”.

Alfonso Prada, el jefe de la campaña de Petro, también presentó ante la Fiscalía una denuncia por “violación a la intimidad, reserva e interceptacio´n de comunicaciones” y dijo que el Pacto Histórico es víctima “de un hecho gravi´simo de chuzadas e infiltraciones ilegales donde nos espiaron, grabaron y filtraron las conversaciones privadas de manera ilegal”.

Señaló que los videos fueron manipulados y hubo “tergiversacio´n, edicio´n y descontextualizacio´n del contenido”.

El respetado constitucionalista, Rodrigo Uprimny, quien había anunciado hace unos días que votará por Petro en la segunda vuelta, dijo que aún cree que el candidato izquierdista sigue siendo “la mejor opción” para Colombia, pero lamentó las estrategias electorales de ataques personales que aparecen en algunos de los videos revelados por Semana.

“La política electoral es imperfecta y está llena de zancadillas y mezquindades –señaló--. Tengo claro que Petro y Francia (Márquez, la candidata a la vicepresidencia) han recibido ataques injustos y que Semana divulga selectivamente esos videos, no para informar sino para favorecer a Hernández”.

La encuesta Invamer, una de las que sueles ser más acertadas en Colombia, señaló el viernes 10 que hay “un empate técnico” entre Hernández y Petro. El empresario tiene el 48.2% de intención de voto, mientras que el candidato izquierdista un 47.2%.

Esa encuesta fue realizada entre el 2 y el 7 de junio y no refleja aún el efecto de los “petrovideos” en el electorado.    

“Esta ‘guerra sucia’ que se ha desatado desde el establecimiento para impedir, a toda costa, que un progresista como Petro llegue a la presidencia, es tan burda, que puede tener un efecto contrario al que se busca”, dice el senador e integrante de la campaña del Pacto Histórico Iván Cepeda.     

El legislador sostiene que el candidato izquierdista es víctima “de una muy clara operación de manipulación de la opinión pública y de inteligencia, espionaje y obtención ilegal de información que es presentada de manera manipulada ante la opinión pública”.

El pasado 3 de junio, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador envió un abrazo a Petro y dijo que el candidato colombiano “está enfrentando una guerra sucia de lo más indigno y cobarde”.

El politólogo Mauricio Jaramillo considera que el presidente mexicano “tenía razón en su planteamiento de fondo porque es obvio que hay una guerra sucia contra Petro”.

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